El Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos aprobó el segundo ensayo clínico fase III a ejecutarse en el país para otro de los candidatos vacunales cubanos dedicados a prevenir la COVID-19. Mientras, el grupo empresarial de las industrias Biotecnológica y Farmacéutica de Cuba (BioCubaFarma) afirmó, en Twitter, que seis líneas de producción en varias empresas de ese grupo están en función de producir las vacunas, y a más tardar, en el mes de agosto de este año habrán fabricado las dosis requeridas para inmunizar a toda la población del archipiélago.
Según el Cecmed, la aprobación emitida para Abdala está avalada por los resultados de seguridad e inmunogenicidad que mostró el producto, como parte de los ensayos clínicos fase I y II, por lo que se consideró que el candidato puede ampliar su desarrollo clínico, pasando a esta fase superior, que involucra la participación de un mayor número de voluntarios. Un reporte de la televisión nacional dio cuenta de que se realizará la próxima semana, en las cabeceras provinciales de Santiago de Cuba, Granma y Guantánamo, e incluirá a 48 000 personas, y de acuerdo con el Cecmed, permitirá demostrar la eficacia del producto según los criterios nacionales e internacionales establecidos y recomendados por la Organización Mundial de la Salud para este tipo de vacunas.
En cuanto a la producción, BioCubaFarma explicó que podrán incorporarse otras líneas, de ser necesario, pero que contar con estos sistemas productivos garantiza tener el volumen requerido para vacunar a nuestra población.
El doctor Eduardo Martínez Díaz, presidente de BioCubaFarma, ya había afirmado que, a medida que se perfilaron las variantes de las vacunas, se estructuraron los sistemas productivos para que, una vez demostradas su seguridad y eficacia, pudiéramos disponer de millones de dosis. De esa manera, esta entidad rectora de las investigaciones y producciones farmacéuticas en el país, afianza el propósito de que en el presente año toda la población sea vacunada.
La garantía está en la evolución que llevan los ensayos clínicos de dos de los inyectables más importantes, Soberana 02 y Abdala, cuyas pruebas continúan con normalidad durante las etapas esenciales para la evaluación de su seguridad y eficacia.
Cuba también coopera con varios países con el propósito de combatir la pandemia que azota al mundo. Entre las colaboraciones de la Mayor de las Antillas, incluidas en la estrategia cubana para el desarrollo de vacunas contra la enfermedad, figuran las emprendidas con China, Venezuela, Irán y México.
En esta línea de acción se inserta, justamente, la firma, el pasado 8 de enero, de un acuerdo entre el Instituto Finlay de Vacunas (IFV), de Cuba, y el Instituto Pasteur, de Irán, con el objetivo de realizar un ensayo clínico fase iii del candidato vacunal ANTI-COVID-19 Soberana 02, para evaluar, de acuerdo con el IFV, la eficacia del inmunógeno cubano, el más adelantado de los cinco candidatos vacunales que desarrolla el país.