Más de un año de enfrentamiento a la COVID-19 ha dado a los cubanos entrenamiento en múltiples sentidos. Ese tramo de tiempo ha ido dejando lecciones que sería imperdonable obviar en una lucha que es como una carrera de fondo: de administrar energías, de inteligencia, y sobre todo de mucha disciplina.
Esa es la impronta conque podría resumirse la reunión del Grupo Temporal de Trabajo para la Prevención y Control del nuevo coronavirus, la cual tuvo lugar este sábado en el Palacio de la Revolución y estuvo encabezada por el presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, el segundo secretario del Comité Central del Partido Comunista, José Ramón Machado Ventura, y el primer ministro, Manuel Marrero Cruz.
Como se trata de una batalla inédita y en la que está en juego la vida, en encuentros como estos que son casi diarios, la dirección del país no desecha un solo detalle informativo; y en intercambio con las autoridades de cada territorio del país los análisis buscan siempre el rigor y los mejores caminos posibles para acorralar la epidemia.
El análisis de La Habana, por ejemplo, puso luces sobre ideas que pueden ser útiles, en cualquier circunstancia o momento, para otras partes de Cuba. A propósito de la capital, donde este sábado fueron reportados 570 casos positivos a la enfermedad con lo cual aumentó el número de estos en un 10, 5 por ciento con respecto al día anterior el Jefe de Estado reflexionó sobre la necesidad de «seguir revisando todo lo que se está haciendo y no está saliendo bien.
Díaz-Canel llamó la atención sobre quejas que han llegado desde los centros de aislamiento, inconformidades sobre cómo se procede en los policlínicos, o sobre cómo se llega a las personas aisladas en las casas. «Lo primero que hay que restablecer apuntó es cuál es el tratamiento ante cada situación, cuál es el protocolo para cada uno de los ámbitos en que nosotros estamos ».
En La Habana la situación más compleja, reflexionó el dignatario, está relacionada con la limitación de que, para cortar la transmisión, se depende del aislamiento domiciliario por las altas cifras de contagio que no permiten abstenerse de esos espacios domésticos-, pero ese tipo de aislamiento «no está siendo efectivo ».
El único modo de lograr efectividad subrayó el Presidente cubano es que las organizaciones de masas de la comunidad y la atención primaria del sistema de Salud jueguen el papel que les corresponde, «con eficiencia, con un control sobre las casas donde tenemos aislamiento domiciliario. Eso es básico hacerlo en La Habana hoy. Y lleva más trabajo, hay que convocar a la gente, hay que trabajar más para salir de esto ».
El Jefe de Estado habló también sobre la pertinencia de pasar a una reflexión colectiva en los escenarios de la comunidad y respetando los protocolos sanitarios, de las autoridades con las personas: explicar a la ciudadanía cómo marcha el control de la transmisión; recordar que tuvimos un primer desafío y fue vencido, y que ahora hay otra situación compleja, cuyas cifras negativas se han incrementado en los últimos días y han traído como consecuencia niños enfermos, incluso algunos graves, o determinada cifra de personas fallecidas.
«Aquí el sistema sanitario alertó Díaz-Canel Bermúdez puede hacer un grupo de cosas; los científicos pueden hacer un grupo de cosas; pero si no hay también una responsabilidad de todos nosotros, como ciudadanos, para resolver la situación, no vamos a salir de esto; y el que tenga (…) que hacer el aislamiento en casa, debe ser responsable ».
El mandatario ha solicitado por estos días algunos datos para precisar cuáles son los escenarios de La Habana donde se está dando una mayor transmisión de la epidemia: « ¿Es en las casas, donde tenemos gente aislada? ¿Es en las colas? ¿Es en la calle? ¿En los eventos institucionales? ¿En los centros de trabajo? ».
A propósito fue enfático: «Vamos a cerrar, en La Habana, lo que haya que cerrar ». E hizo la observación de que todavía la opción del teletrabajo no está siendo utilizada como se debe. Por otra parte, dijo, hay que seguir viendo cómo las instituciones comerciales hacen más eficiente el comercio electrónico, para que haya mayor nivel de respuestas por esa vía, en aras de atenuar un poco las colas.
La ciudad no está cerrada del todo, expresó el mandatario, pero en una situación de transmisión como la actual las personas deben tener el mínimo de movimiento posible. Son de las ideas, recordó, que en otros momentos dieron resultados, pero que ahora no se están aplicando o no se están implementando correctamente.
El apoyo que La Habana necesite del país, que lo pida, dijo Díaz-Canel Bermúdez: «Todo el apoyo que el país pueda (…) hay que dárselo (a la capital), empezando por todas las instituciones nacionales que hay en La Habana ».
Sobre el aislamiento en casa, el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, pidió a las autoridades de la capital que este lunes sea presentada una propuesta de medidas con miras a lograr «mayor rigor en el aislamiento domiciliario ».
El Jefe de Gobierno resaltó la necesidad de que en cada comunidad afectada por la COVID-19, sus habitantes sepan cuáles son las casas donde hay aislamiento domiciliario. Y subrayó la idea del Presidente cubano, de que las organizaciones que tienen responsabilidades en tales escenarios desplieguen una labor rigurosa.
En alusión a los lugares de mayor transmisión del nuevo coronavirus, José Ramón Machado Ventura volvió sobre la trascendencia de tal definición: saber si la COVID-19 se está adquiriendo en mayor medida en las casas, o en las colas, o en los centros de trabajos; identificar los espacios de peligro para así enfocar las fuerzas en la dirección adecuada y trabajar con una precisión mayor.
Durante el análisis el gobernador de La Habana, Reinaldo García Zapata, habló de un esfuerzo en la capital encaminado en varias direcciones; entre ellas, el completamiento de los equipos de trabajo a nivel de área de Salud, y la designación de cuadros del Partido y el Gobierno en las 82 áreas de Salud de la provincia.
Igualmente informó que «se decidió el cierre, con el rigor que lleva, de los 57 lugares, en las 37 áreas de Salud en las que tenemos controles de foco con (que han arrojado) cinco o más casos ».
«Estimamos enfatizó García Zapata que con estas medidas de reforzamiento a nivel de área de Salud, a nivel de municipio, con el trabajo que está realizando el Consejo de Defensa de la provincia, y el cierre que tenemos que hacer en estos eventos que se decidieron en los 57 lugares en que tenemos más de cinco casos, nosotros pudiéramos, en la próxima semana, por lo menos contener la transmisión a partir de la alta dispersión que tenemos en cada uno de los municipiosâ€.
Otras reflexiones para atender
La provincia de Artemisa y su actual situación epidemiológica fue tema que motivó otros análisis del Presidente cubano durante la reunión del Grupo Temporal de Trabajo para la Prevención y Control de la COVID-19.
En ese territorio occidental el escenario de mayor complejidad sigue siendo el municipio cabecera. Y se suman otros espacios. En sentido general la dispersión está marcando la situación de hoy.
El Jefe de Estado sugirió mantener cierre total de los lugares donde aún la situación sigue dando cifras que deben disminuir. ¿Con todas las medidas ya tomadas, por qué no se obtienen mejores resultados?, indagó el dignatario para luego añadir: «Lo único que explica que haya una transmisión en cadena con dispersión es que en algún lugar se está quebrando el aislamiento ».
Ante evidencias como estas el Jefe de Estado compartió conceptos que pueden servir a otros lugares del país: hay que saber proceder distinto cuando la realidad lo exija; «aquí tenemos que ver el traje que le toca a cada provincia, porque todas las provincias no están en las mismas condiciones;(ver) el traje a la medida que le toca, dentro de cada provincia, a cada municipio y a cada situación. Si no diferenciamos esas cosas, nunca vamos a resolver el problema ».
La videoconferencia permitió, además, el intercambio con las provincias de Mayabeque, Matanzas, Sancti Spíritus, Granma, y Santiago de Cuba.
En voz del ministro de Salud Pública, José íngel Portal Miranda, se supo en el encuentro que en los últimos 15 días fueron diagnosticados 13 095 casos positivos a la enfermedad, para una tasa de incidencia 117,1 por cada 100 000 habitantes. Las provincias con el mayor indicador son La Habana (333,4) y Granma (139,3).
El país, detalló el titular, acumula un total de 431 fallecidos por causa de la CODIV-19, para una letalidad de 0,55 por ciento. Se mantienen activos 40 eventos de transmisión a nivel nacional, y las provincias con el mayor número de los mismos son Granma (12), La Habana (9), Pinar del Río (7) y Santiago de Cuba (5). (Alina Perera Robbio)