La Habana, 1 feb (ACN).— Autoridades cubanas comparecieron hoy en el programa televisivo Mesa Redonda para informar sobre el incremento de la accidentalidad en Cuba y las medidas tomadas para reducir el impacto de esta problemática en la población.
El coronel Roberto Rodríguez Fernández, jefe del Órgano Especializado en Tránsito de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), repasó un recuento sobre los cerca de 10 000 accidentes registrados en el archipiélago durante el 2022, los cuales tuvieron el lamentable saldo más de 700 fallecidos y 7000 lesionados.
Como principales causas destacó la compleja situación interna provocada por el recrudecimiento del bloqueo estadounidense que repercuten en el déficit del transporte público, desperfectos técnicos en los vehículos y falta de piezas de repuesto, junto las infracciones de tránsito, el irrespeto al derecho de vía, la señalización y el exceso de velocidad.
Al respecto detalló que un 44 por ciento (%) de todos los accidentes ocurridos, el 21% de los fallecidos y el 41% de los lesionados han involucrado a motos y ciclomotores, cifra de mayor tendencia al ascenso en los años pasados.
Comentó que por estas razones el país ha sufrido un monto aproximado de 500 millones en pérdidas materiales, aunque estas no se equiparan al dolor de la ciudadanía por el deceso de un ser querido o un familiar.
Se trabaja en la reactivación de los puntos de control en carreteras, la identificación de tramos peligrosos, garantizar la presencia policial en las principales arterias para la protección y vigilancia, auxilio a la población, y otras iniciativas como el desarrollo de semáforos cubanos con programación propia y el empleo de señales plásticas y de otros materiales que permitan reducir costos de importación, apuntó.
Reinaldo Becerra Acosta, secretario de la Comisión Nacional de Seguridad Vial, insistió en las acciones preventivas a seguir desarrollando para facilitar el entendimiento de los factores de riesgos y posibilitar así comportamientos más responsables entre los conductores y peatones.
En ese sentido, preciso que las direcciones generales se encaminan a profundizar en la implementación de las políticas públicas existentes para elevar la cultura vial de la población como son los planes Estratégico Nacional e infanto-juvenil, el cual presta especial atención desde el 2002 a la repercusión de los accidentes en estos grupos etarios a través de la cooperación estrecha con las escuelas y centros educativos a diferentes niveles de enseñanza.
Subrayó también la necesidad de recalificación de los chóferes profesionales, la observación a los correctos períodos de descanso de estos, la revisión de sus historiales y ocupar a los directivos de las entidades en la revisión técnica de los medios de transportación.
Estos esfuerzos atraviesan por un rol educativo desde las familias e instituciones sobre el peso de los implementos pasivos de seguridad como los cascos y cinturones como herramientas útiles para salvar vidas a modo de crear conciencia y cambiar conductas de riesgo, enfatizó.
A través de los datos ofrecidos en el espacio se conoció que la incurrencia en indisciplinas como los excesos de velocidad, las distracciones o el consumo de bebidas alcohólicas ha influido en la muerte de más 2100 cubanos en los últimos cinco años. (José Manuel Lapeira Casas)