La Habana, 12 jun (ACN).— Bruno Rodríguez Parrilla, titular del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (Minrex), ofreció hoy una declaración, en la sede de la Cancillería, en la que calificó de falsas las infundadas afirmaciones de Antony Blinken, secretario de Estado norteamericano, sobre la supuesta existencia de una base militar china de espionaje en la Mayor de las Antillas.
Este lunes, durante una conferencia de prensa sobre la respuesta de Washington al reporte publicado la semana pasada por el Wall Street Journal, donde se afirmaba la existencia de un acuerdo entre Cuba y China para instalar una base militar de espionaje del Gigante Asiático en la Isla, Blinken señaló que la administración del expresidente Donald Trump sabía de una actualización china de las instalaciones de recopilación de inteligencia en Cuba en 2019.
Por su importancia, compartimos las declaraciones publicadas por el sitio del Minrex de manera íntegra.
Declaración del Ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla
Las afirmaciones del Secretario de Estado de los Estados Unidos sobre la presencia de una base de espionaje de China en Cuba constituyen una falsedad.
La posición de Cuba sobre este tema es clara y categórica.
Esas declaraciones carecen de sustento.
Su propósito es servir de pretexto para mantener el bloqueo económico contra Cuba y las medidas de máxima presión que lo han reforzado en los últimos años, y que son objeto de creciente rechazo internacional y también dentro de los Estados Unidos, lo que incluye el reclamo de sacar a Cuba de la arbitraria lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo.
Cuba no es una amenaza para los Estados Unidos, ni para ningún país. Estados Unidos aplica una política que de manera cotidiana amenaza y castiga a la población cubana en su conjunto. Estados Unidos ha impuesto y dispone de decenas de bases militares en nuestra región, y mantiene, además, contra la voluntad del pueblo cubano, una base militar en el territorio que ilegalmente ocupa en la provincia de Guantánamo.
Estamos frente a una nueva operación de desinformación, como muchas otras que se han generado en los Estados Unidos en su larga historia de hostilidad contra nuestro país.