Identifican los restos de Máximo Ramón Jaureguí Díaz, un héroe de Playa Girón
En el sitio del hallazgo habían podido recuperarse el ajuar militar y objetos pertenecientes al miliciano, cuyos restos fueron identificados tras el análisis de ADN a los huesos encontrados.
Los restos humanos del miliciano Máximo Ramón Jaureguí Díaz, mártir de la batalla de Playa Girón, ocurrida en abril de 1961, fueron finalmente identificados por expertos cubanos, tras el análisis de ADN realizado a los huesos encontrados el 28 de agosto de 2019, en un sector en reparación adyacente al hotel Playa Girón, muy cerca del mar, mientras se acometía una zanja hidráulica.
El proceso de identificación fue llevado a cabo por el equipo de trabajo de Antropología Forense (ETAF) del Servicio Provincial de Medicina Legal de Matanzas, cuyo jefe, Joel Monzón González, ofreció los detalles a la prensa, según la ACN.
Las pruebas de ADN se realizaron en el Laboratorio Central de Criminalística, en La Habana, donde se examinaron los restos, que evidenciaban un 84 % de deterioro, y se determinó que la data de muerte era de más de 50 años por el nivel de desmineralización de las piezas óseas y dientes, y el enraizamiento de las plantas más próximas.
En el sitio del hallazgo había podido recuperarse el ajuar militar, pertrechos y un carné de armamento a nombre de Jaureguí Díaz; mientras el análisis detallado de los restos mortales del combatiente reveló la presencia de fragmentos de esquirlas de metal (metralla) en arcos costales y en fragmentos de la pelvis.
Otras pruebas como la medición de los extremos del fémur y el cálculo de su longitud indicaron la estatura del miliciano; las suturas craneales abiertas permitieron estimar la edad y el examen de las 22 piezas dentales revelaron características como hipoplasia del esmalte, en este caso asociada a desnutrición, y desgaste por el hábito de apretar y rechinar los dientes (bruxismo), cuya principal causa es el estrés.
Máximo Ramón Jaureguí Díaz, del Batallón 339 de Cienfuegos, tenía 20 años al momento de su muerte, al ser alcanzado por la metralla enemiga en el lugar conocido como Caleta del Rosario, ubicado en la Ciénaga de Zapata (sur de Matanzas).
Desde allí fue trasladado unos diez kilómetros hasta Playa Girón, donde fue inhumado en una fosa individual.
Era natural de la provincia de Cienfuegos, y pertenecía a una familia de ocho personas, de ellas cinco hombres; todos los cuales fueron a la guerra, pero solo él no volvió. Los marcadores genéticos de sus parientes vivos permitieron demostrar su línea paterna. (Redacción Nacional)