Por más de seis décadas, el Gobierno estadounidense ha mantenido su asedio contra Cuba. Las leyes y disposiciones, así como las tradicionales prácticas para su implementación, con el propósito de desarticular la economía, no son más que tácticas que generan carencias materiales, daños a los servicios públicos, desesperación en la población y subversión del orden constitucional establecido.
Debido a la inclusión de Cuba en la lista unilateral de Estados, supuestamente patrocinadores del terrorismo, se ha producido un incremento en los precios de los negocios con inversión extranjera, así como la cancelación de operaciones comerciales, acciones de cooperación y proyectos inversionistas que se encontraban en diferentes niveles de implementación, según se expone en el Informe de la Isla en virtud de la resolución 78/7 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos contra Cuba.
En el periodo de marzo del año 2023 a febrero de 2024, las pérdidas por reubicación geográfica del comercio, ante la necesidad de acudir a mercados más lejanos, se estiman en los 581 700 000 dólares. Además, existe un sistema de multas para perseguir las transacciones con Cuba desde terceros países, lo cual encarece aún más el comercio exterior.
Por esas, y más razones, el sector de la energía y minas también ha sufrido afectaciones notorias. Una de las acciones violatorias del Derecho Internacional, detallada en el informe, ha sido el impedimento del traslado de combustible a Cuba a partir de 2019 . Solo ese año fueron penalizadas por el gobierno de ee.uu. 53 embarcaciones y 27 compañías.
De igual forma, el cerco económico ha exacerbado también las limitaciones financieras y de acceso a créditos para reparar las termoeléctricas del país, adquirir las tecnologías necesarias y el combustible requerido para garantizar un suministro de electricidad estable a la población, y a los sectores estratégicos de la economía nacional.
En ese sentido, la Unión Eléctrica (UNE) no ha dispuesto del financiamiento necesario para ejecutar los mantenimientos parciales, ampliados y capitales, para las unidades térmicas, lo cual ha implicado que 13 de las 15 unidades se encuentran fuera del ciclo de mantenimiento, varias de ellas por más de tres ciclos que corresponden cada cinco años.
Estas condiciones también suponen un incremento del índice de consumo de combustible; y respecto a las importaciones de este, el pago se mantiene a través de cartas de crédito irrevocables y confirmadas con un solo banco, cuya capacidad está limitada y muchas veces no cubre el valor de los cargamentos para importar en el mes.
Por eso, como resultado del criminal bloqueo, se han aplicado constantes interrupciones al servicio eléctrico, que generan malestar en la población, e impactan de manera transversal en la productividad y en el funcionamiento de la nación. (Carmen Maturell Senon)