Las caídas que ha sufrido el Sistema Eléctrico Nacional (SEN), tras el colapso total del pasado viernes, se deben al debilitamiento de este sistema, explicó Vicente de la O Levy, titular de Energía y Minas, al comparecer ante medios nacionales y extranjeros.
Expuso que, en días anteriores, ya se venían dando apagones de muchas horas, con una afectación de más de mil megawatts (MW), cuyo principal motivo ha sido la falta de combustibles para la generación.
Unos 900 megawatts (MW) no pueden ser producidos por la generación móvil y la distribuida debido a esta causa, por lo cual se entrega electricidad mayoritariamente desde las termoeléctricas y las plantas de Energás.
Sobre la primera caída total del sistema, detalló De la O Levy que fue ocasionada por una avería en la central termoeléctrica Antonio Guiteras, pero podría haber salido cualquier planta y habría pasado lo mismo.
Entonces, ¿cómo recuperar el funcionamiento? Ante esta interrogante, el titular de Energía y Minas comentó que, luego de la caída del Sistema, hay que generar electricidad, porque una termoeléctrica no arranca por sí sola.
Para ello se cuenta con un protocolo de emergencia, con las unidades de Energás. «Esta es una operación extremadamente compleja, porque hay muchas variables que inciden». Además, hay que tener un balance entre consumo y generación, dijo.
Antes de la última caída, ocurrida alrededor de las 5:00 de la tarde de ayer, se había levantado una parte importante del Sistema, a partir de que estaban en línea unidades de las centrales termoeléctricas Guiteras, Santa Cruz, las patanas de Melones y Regla, y se había comenzado el arranque de la patana y de las unidades de Mariel.
En el microsistema de Centro y Oriente, Nuevitas también estuvo en línea y se encontraba arrancando la CTE Lidio Ramón Pérez, de Felton, en Holguín, que se alimentó de la patana de Moa y de Nuevitas.
De la O Levy afirmó que se resolvió combustible para los grupos de generación móvil y distribuida, a fin de lograr dar una mayor vitalidad y robustez al sistema.
Insistió en que la causa de la falta de combustible es el brutal cerco económico, comercial y financiero impuesto por el bloqueo de EE. UU. Dijo que sufrimos esto diariamente en el sector energético. Los combustibles se pagan al cash, y muchas veces teniendo dinero en los bancos no podemos hacer las transacciones porque nadie quiere aceptarlas. «Así nos pasó con el barco de gas licuado de petróleo, que estuvo atracado casi un mes», sentenció.(Wennys Díaz Ballagas)