Estragos severos deja el huracán Oscar en Baracoa y Maisí, municipios del extremo este del territorio más oriental de Cuba, donde los vientos y las intensas lluvias del huracán se han hecho sentir con particular fuerza.
El sector residencial y agrícola acusan daños más significativos en viviendas, tanto en Baracoa como en Maisí, la mayoría de ellas con daños en las cubiertas y algunas con derrumbe parcial. En ambos territorios, aseguró, se aprecian también daños en instalaciones estatales como almacenes, bodegas, farmacias, escuelas y otros.
Aún se evalúa el impacto del meteoro, confirmó a Granma, vía telefónica, Genny Paján Cobas, presidente del Consejo de Defensa en La Primada de Cuba. Dijo que el golpe ha sido igualmente fuerte en la agricultura, y que hay postes eléctricos y telefónicos averiados, además de las cubiertas de algunas entidades estatales.
Maisí, por su parte, reporta perjuicios en los techos de varias petrocasas del consejo popular de La Punta, y el del policlínico de Sabana. Y, al igual que en Baracoa y otras localidades del territorio, la zafra cafetalera tampoco escapó a la embestida del fenómeno natural.
Se sabe de áreas de cultivos dañados en los lugares por los que transitaron los vientos del huracán. Al momento de redactar estas líneas, todavía los daños no estaban cuantificados. El personal encargado de ello continúa en el terreno; en las próximas horas las cifras darán una idea más clara sobre la dimensión de los daños.
El tránsito de vehículos también ha sufrido interrupciones en algunos tramos de vía. Hubo deslizamientos de tierra que obstruyeron el paso en el viaducto La Farola, una de las siete maravillas de la construcción en Cuba.
La estación meteorológica de Punta de Maisí registró 366 milímetros de precipitaciones en 24 horas, hasta las ocho de la mañana de este lunes. En ese mismo lapso de tiempo las lluvias fueron significativas también en el Valle de Caujerí (268 mm), y en el Jamal, Baracoa (208,2). Numerosos ríos siguen fuera de sus causes.
La casi segura ganancia que Oscar deja en Guantánamo irá a parar a los embalses del territorio. Antes del ciclón reportaban desocupado el 58 % de su capacidad de llenado, y ahora empiezan a recibir los escurrimientos acuosos.
Hasta el anochecer del lunes, más de 25 000 personas continuaban protegidas contra el mal tiempo, en viviendas solidarias y centros de evacuación de Guantánamo, en tanto las cinco brigadas médicas de apoyo enviadas a localidades de difícil acceso, proclives a quedar incomunicadas, seguían en sus puestos. (José Llanos Camejo)