El bloqueo es una política contraria a la vida humana

Recuperar el cuadro básico de medicamentos y de reactivos, eliminar la lista de espera de niños y niñas pendientes de cirugías oncológicas y por malformaciones, y adquirir antibióticos para las mujeres embarazadas… todo ello sería posible sin bloqueo .

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Ilustración sobre daños del bloqueo a la salud
(Foto: Ilustración tomada de Granma)
Tomado de la edición digital del periódico Granma
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30 Octubre 2024

 Se lee rápido: la unidad de cuidados intensivos y los salones quirúrgicos del Instituto de Neurología y Neurocirugía requieren de piezas de repuesto para los equipos de climatización. Sin embargo, la empresa productora, de origen francés, está adscrita a una transnacional estadounidense, y ese hecho limita la adquisición para Cuba.

Se lee rápido, pero las consecuencias son hondas, pesarosas, justo porque tienen nombres y apellidos, y ensombrecen las vidas de muchísimas familias: el conjunto de leyes impuesto por el bloqueo del Gobierno de ee. uu. hacia la Isla, además de condenar la salud física y mental de los pacientes y sus seres queridos, genera tensiones en el personal médico e impacta, negativamente, en las instituciones.

Un doloroso ejemplo de esa asfixia son los 53 000 pacientes enfermos de cáncer que, de no ser atendidos con todos los requerimientos, pueden fallecer en un plazo de tres años.

Así lo aseguró el doctor Jorge Juan Marinello, presidente de la Sociedad Cubana de Oncología, Radioterapia y Medicina Nuclear, en el reciente Foro de la Sociedad Civil Cubana en Contra del Bloqueo; y añadió que adquirir, en mercados distantes, medicamentos para la atención del paciente oncológico, supone una limitación, por el alto costo y las posibles multas en cuanto a la transportación.

«No hay acceso al mercado estadounidense para conseguir los fármacos, así como la tecnología y el equipamiento para pruebas diagnóstico moleculares en la medicina personalizada, que secuencian el genoma de un tumor y definen alteraciones moleculares relacionadas con tratamientos específicos», agregó Marinello.

Recordó cuando impidieron obtener las fuentes radioactivas de los equipos de braquiterapia para tratar el cáncer ginecológico, y las pacientes estuvieron más de ocho meses sin el tratamiento.

«La culpa no es del Gobierno cubano, como se intenta hacer creer, sino de ese siniestro sistema de medidas para paralizar el país», denunció.

En tanto, la doctora Albia Pozo Alonso, directora de la Revista Cubana de Pediatría, explicó que privar deliberadamente de recursos médicos como trajes, guantes…, insumos necesarios para el cuidado del personal sanitario, afecta la atención requerida para las niñas y los niños. Además, «su disponibilidad puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte para los pacientes».

Resaltó que, aunque la comunidad internacional ha reconocido el aporte y altruismo de la Medicina cubana, uno de los propósitos del Gobierno estadounidense es desacreditar esa intervención médica ofrecida por Cuba. Además, amenaza el disfrute y el derecho a la salud de muchos seres humanos, los cuales han sido beneficiados por el trabajo de los galenos cubanos.

A su vez, agregó, esta política también afecta la ejecución de programas nacionales de Salud, como la atención materno infantil, el de control del cáncer, la atención al paciente grave, y a los infantes en situación de discapacidad, y otros dirigidos al control de epidemias.

Pozo Alonso ejemplificó cómo, a inicios del año 2021, doctores cubanos fueron invitados a un congreso internacional en ee. uu. y, al ser imposible realizar la transacción bancaria, no pudieron acudir.

Por otra parte, Olga Agramonte Llanes, presidenta de la Sociedad Cubana de Hematología, declaró en el xx Foro de la Sociedad Civil Cubana en Contra del Bloqueo que todas las «maniobras» aplicadas inciden en la calidad de vida de las personas.

Para detectar muchas enfermedades hematológicas malignas, Cuba no dispone de diagnóstico molecular e inmunológico: «Se requieren, en muchas ocasiones, marcadores para identificar las células, y sabemos que están muy cerca de nosotros, pero no podemos obtenerlos».

Por eso, precisó, se hace necesario modificar los tratamientos, pero existe la probabilidad de que no todos resulten favorables.

Ejemplo de ello es que el índice de curación decayó de un 80 % a menos de un 50 %; «y ese resultado depende de la necesidad de compra, de la lejanía de los mercados y de la persecución financiera.

Una política en contra de la soberanía     

¿Cómo es posible que se mantenga vigente una política tan inhumana? Para Eugenio Selman-Houssein, director del Cardiocentro William Soler, el Gobierno de ee. uu. ha convertido en enemigos a los infantes cubanos, a las personas que padecen enfermedades y a las familias.

La situación tiene sus raíces en la política estadounidense que, en vez de preservar la vida y los valores, defiende los intereses espurios, incluso cuando condenan al sufrimiento a pacientes, exclamó Selman-Houssein.

«Es reconocido que las empresas estadounidenses son las dueñas de más del 80 % de las patentes de productos y equipamiento cardiovascular. Impedirnos comprarlo allí, tener que ir lejos y que muchas veces no se acepte la transferencia bancaria, no tiene explicación ética ni humana», sentenció.

Con lo anterior coincidió Reinol García Moreiro, viceministro de Salud Pública, y añadió que la industria biofarmacéutica cubana, la misma que ha producido el 70 % del cuadro básico de medicamentos, reactivos y equipos médicos, se ha visto imposibilitada de seguir avanzando por causa del bloqueo selectivo de los lugares en los cuales la Mayor de las Antillas obtiene las materias primas, y por la infame lista de países patrocinadores del terrorismo.

Si no existiera, dijo, le permitiría a la Salud Pública recuperar su cuadro básico de medicamentos y de reactivos, eliminar esa lista de espera de más de 9 000 niños y niñas pendientes de cirugías oncológicas y por malformaciones, así como la adquisición de antibióticos a las mujeres embarazadas.

«Pero ese mismo bloqueo no ha evitado que sigamos siendo un pueblo unido, con ingeniosas soluciones; somos también más humanos, patriotas y antimperialistas. Cuba es una gran nación que salva vidas», manifestó García Moreiro. (Carmen Maturell Senon)

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