El Mayor General Antonio Maceo y Grajales «es el paradigma por excelencia de los momentos difíciles, por su ejemplo de guerrero mostrado en más de 800 acciones combativas, por lo general frente a fuerzas superiores».
Las cualidades del Titán de Bronce fueron significadas en la mañana de este 7 de diciembre, en el Mausoleo El Cacahual, donde se atesoran los restos del Lugarteniente General del Ejército Libertador y de su fiel ayudante, el joven capitán Panchito Gómez Toro, y donde fue realizado el Acto político cultural y Ceremonia Militar por el 128 aniversario de la caída en combate de ambos patriotas.
La ceremonia, en la que también fue conmemorado el aniversario 35 de la Operación Tributo y el aniversario 90 del natalicio del combatiente revolucionario Frank País García, estuvo encabezada por el primer secretario del Comité Central del Partido y presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
El homenaje en esta tierra venerable de la patria inició con una parada solemne y la colación de ofrendas florales a Maceo y Panchito y en los nichos que abrigan al dirigente revolucionario Blas Roca Calderío y a nuestro último mambí, Juan Fajardo Vega.
La ceremonia, que también celebró el 31 aniversario de la fundación de la Asociación de Combatientes de la Revolución cubana (ACRC), fue presidida, además, por los miembros del Buró Político, Roberto Morales Ojeda, secretario de Organización del Comité Central del Partido; el general de Cuerpo de Ejército Álvaro López Miera, ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias; el general de División Lázaro Álvarez Casa, ministro del Interior, y el general de Brigada Amado Ricardo Guerra, Secretario del Consejo de Ministros.
También asistieron dirigentes del Partido y el gobierno en la capital, jefes principales de las FAR y el Minint, combatientes del Ejército Rebelde y la lucha clandestina, internacionalistas, miembros de la ACRC, familiares de combatientes caídos en cumplimiento de misiones en otras tierras hermanas, y agregados militares del cuerpo diplomático acreditado en Cuba.
La pionera Yiliet Ortega, estudiante de 8vo grado de la escuela secundaria básica Protesta de Baraguá, quien participó en el concurso pioneril Amigos de las FAR, refirió la importancia para las nuevas generaciones de acercarse a la historia y conocer la vida de hombres gigantes como Maceo.
El cadete Yander Hernández, estudiante de primer año en la Escuela Interarmas de las FAR General Antonio Maceo, Orden Antonio Maceo, hizo un recuento de la historia patria y su larga lucha, que hoy tienen en las FAR a sus continuadores, cuyos combatientes se mantienen seguros en la victoria.
En las palabras centrales del acto, que contó con la participación de destacados exponentes de nuestra cultura, el general de División Vicente Rodríguez Miró, director de la Academia de las FAR General Máximo Gómez, recordó a Maceo como «un destacado estratega militar con profundo sentido de la disciplina y lealtad sin límites a la patria».
El Titán, subrayó, nos mostró en elevada dimensión su pensamiento político y su intransigencia revolucionaria, expresada en la histórica Protesta de Baraguá, donde salvó la causa y el irrenunciable compromiso con la independencia absoluta de la patria.
Maceo, al igual que Martí —enfatizó el orador— estuvo entre los primeros que en el mundo alertó sobre el naciente imperialismo norteamericano. «No solo alertó desde fecha muy temprana la posibilidad de una intromisión yanqui en la contienda independentista, sino que expresó de forma clara y categórica su total rechazo a que tal cosa ocurriera».
Recordó la inspiración y ejemplo que significó Maceo para nuestro internacionalismo, cuando cientos de miles de cubanos marcharon a prestar su ayuda solidaria a otros pueblos del mundo, desde la participación de una brigada en la República Española en su lucha contra el fascismo y que continuó después del triunfo de la Revolución en diferentes partes del mundo.
Rememoró que el 7 de diciembre de 1989, hace treinta y cinco años, la patria recibía los restos mortales de los combatientes caídos en misiones internacionalistas, sepultura que se realizó de manera simultánea en 167 municipios del país, convirtiéndose esta fecha en un día para recordar a todos los cubanos que dieron su vida no solo en defensa la patria, sino también de la humanidad.
En su discurso, el general de División Vicente Rodríguez Miró denunció así mismo la creciente agresividad del imperialismo yanqui, y que mantiene desde el mismo Triunfo de la Revolucíon.
Frente a las pretensiones e infamias del imperio yanqui y sus lacayos —enfatizó— ratificamos que nuestro heroico pueblo aplastará sus mentiras y que sus amenazas no nos amedrentan, por el contrario, ratifican la convicción de que somos una nación de patria o muerte y quien atente contra ella recibirán siempre la respuesta adecuada.
Sepan —subrayó— que en este combate estarán nuestras Fuerzas Armadas Revolucionarias como parte del pueblo, y de seguro harán morder el polvo de la derrota a quien intente destruir la patria digna y heróica que nos regalaron nuestros héroes y mártires. (René Tamayo León)