«Este va a ser un Código totalmente emancipador y enaltecedor», aseguró el primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, diputado por el municipio villaclareño de Santa Clara, al referirse al Código de la Niñez, Adolescencias y Juventudes.
En la primera jornada de las comisiones permanentes de trabajo del Parlamento cubano –en la que los diputados de las comisiones de Asuntos Constitucionales y Jurídicos; Atención a la Juventud, la Niñez y la Igualdad de los Derechos de la Mujer; y Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente conocieron el avance en la elaboración y el proceso de consulta en marcha, que precede a la presentación del Código–, el jefe de Estado resaltó lo vital de que sea un texto «conocido, interpretado y asumido cuando se apruebe».
Aquí estamos hablando, dijo, «del presente y del futuro del país», de un Código que tiene que proteger, que no solo es abrazar, sino preparar para la vida, preparar a nuestros niños, adolescentes y jóvenes para que puedan «desarrollar todas sus capacidades en favor de la Revolución».
Detalló, además, que el anteproyecto que se prepara va a profundizar en los valores, la ética y el comportamiento cívico, y recordó que «tenemos un arsenal en la Pedagogía, el pensamiento y Derecho revolucionarios, en Fidel, el Che, en Martí», que deben tenerse en cuenta.
El presidente argumentó que seguro existen muchas personas cuestionando por qué se trabaja en esta Ley, en medio de la situación tan compleja que enfrenta el país, y sostuvo que es un ejercicio legislativo prioritario, porque «defiende el presente y el futuro de la Patria, y tenemos un contexto con muchas exigencias formativas, empezando con la cultura para ser libres en nuestros niños, adolescentes y jóvenes.
Expresó su apoyo a las intervenciones de varios diputados relacionadas con que se necesita una discusión del texto lo más amplia posible, por lo que propuso «una jornada de debate y análisis profundos en el país, con nuestros pedagogos y profesores, con niños, adolescentes y jóvenes, con toda la población. Que haya una amplia participación popular para asegurar el Código».
Mostró su confianza en que se elaborará un texto completo, como se hizo con el Código de las Familias, y ratificó que el reto será cómo lo implementamos.
En ese sentido, reconoció que en el país tenemos una gran deficiencia controlando los procesos –tema ampliamente analizado en el ix Pleno del Partido–, por lo que, «como mínimo, debemos tener un sistema de observatorios para esta norma».
Al comentar sobre la violencia hacia los niños, niñas, adolescentes y jóvenes, precisó que en Cuba no puede existir una persona de estos grupos etarios que se sienta en desventaja o no se sepa seguro en sus centros de estudio, porque «esa no es la concepción de nuestro Sistema de Educación».
Concluyó que «la implementación del Código tiene que ser tan creativa e innovadora como el propio texto».
Cuidar a los cuidadores, un reto de este país
La actual organización social de los cuidados en Cuba enfrenta retos importantes derivados del envejecimiento de la población, la longevidad, el perfil epidemiólogico, el saldo migratorio externo, el decrecimiento de la población en edad laboral, así como los problemas económicos con una expresión particular en las personas y familias que tienen a su cargo personas dependientes, con diferencias importantes entre los territorios y las comunidades.
Así planteó Ariel Fonseca Quesada, director general de Empleo del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, al presentar, en la tarde de ayer, datos actualizados sobre la implementación del Sistema de Cuidados para la vida en el país.
La división sexual del trabajo de cuidados en Cuba, explicó, recae principalmente en las mujeres (35,97 horas semanales), quienes destinan más tiempo a estas labores no remuneradas que los hombres (21,76 horas semanales), y por lo general se realiza sin la capacitación necesaria.
La contribución de este trabajo no se ha valorado en el pib, y puede resultar una razón para que las mujeres salgan del empleo, o no puedan insertarse en él, agregó.
Fonseca Quesada, al resumir los principales aspectos identificados hasta el momento, mencionó que, a pesar de los esfuerzos que realiza el Estado para la atención de las personas en condición de dependencia, las acciones no siempre están articuladas, y operan de manera sectorial.
Reconoció, como pasos positivos, el logro de la protección a la maternidad de la trabajadora y la responsabilidad de las familias; la implementación de las escuelas de cuidadoras en las áreas de salud; la aprobación de una política que regula la prestación de servicios de cuidados a niños y niñas de cero a seis años, adultos mayores y personas en situación de discapacidad por formas de gestión no estatal, entre otros. (Daniela Cabrera Monzón)