La Habana, 20 dic (ACN) .— La unión inquebrantable de cientos de miles de cubanos en torno al reclamo por el cese del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los Estados Unidos y la permanencia de la nación antillana en la lista de patrocinadores del terrorismo quedó patente hoy en la marcha del gran pueblo combatiente.
La concentración, iniciada en las cercanías de la embajada del país norteamericano, estuvo encabezada por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución cubana, y cubrió una larga fila humana por el Malecón capitalino con el clamor expresado en consignas como: ¡Tumba el bloqueo ya! y ¡No somos terroristas, bórrame de la lista!
Ante los allí reunidos, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y presidente de la República, significó la trascendencia de la gran manifestación a exactamente un mes del cese de la actual administración norteamericana, la cual no ha hecho nada por cambiar la política de máxima presión hacia la mayor de las Antillas.
El mandatario cubano condenó la actitud de su homólogo estadounidense Joseph Biden el cual cumplió disciplinada y cruelmente con la línea impulsada por su antecesor Donald Trump, quién regresará en enero próximo a la Casa Blanca.
Denunció asimismo la prepotencia imperialista frente a las diferentes voces del mundo para retirar a la nación caribeña de la lista de supuestos patrocinadores del terrorismo.
Señaló que dicha acusación resulta doblemente inmoral cuando proviene de un gobierno que permite en su territorio el adiestramiento de grupos paramilitares para promover acciones subversivas y de sabotaje contra objetivos económicos y sociales y protegió a connotados terroristas como Orlando Bosch y Luis Posada Carriles, quienes murieron sin pagar por sus crímenes.
Las limitaciones que impone el recrudecimiento del bloqueo constituyen acciones despiadadas e injustificadas contra el pueblo cubano que deben cesar ya, afirmó.
El jefe de Estado subrayó que las pretensiones de someter al país y su proyecto revolucionario por la fuerza y el garrote quedan deshechas con la exigencia masiva de los habitantes del archipiélago en pos de que se respete su derecho a vivir en paz.
Contra el imperialismo y sus intentos por imponer sus planes hegemónicos sobre la soberanía nacional y nuestra independencia marcharemos hoy, mañana y siempre, concluyó.