Unas 130 organizaciones, actores sociales, redes y movimientos de la sociedad civil cubana dirigieron una carta al presidente de Estados Unidos, Joseph Biden, solicitando la exclusión de la Isla de la lista de países patrocinadores del terrorismo.
«La designación de Cuba en esa lista es arbitraria y, como es bien sabido, fue impulsada por motivaciones políticas. También es contraria a las normas de convivencia entre las naciones y tiene consecuencias altamente desfavorables para el funcionamiento de la economía y el bienestar del pueblo cubano», subraya la misiva.
En conferencia de prensa, la presidenta de la Asociación Cubana de las Naciones Unidas (ACNU), Norma Goicochea Estenoz, recalcó que el mandatario estadounidense cuenta con las prerrogativas necesarias para tomar una decisión «justa, correcta y humana» de quitar a Cuba de esa lista.
En la epístola, destacan que la Mayor de las Antillas no es un Estado terrorista y no existe evidencia que respalde tal afirmación. Así ha sido conocido por la abrumadora mayoría de la comunidad internacional y muchos sectores en EE. UU.
Retirar a nuestro país de la lista, reiteraron, contribuiría a la recuperación económica, social y sicológica de las regiones y poblaciones afectadas, al mejoramiento de las condiciones de vida y al bienestar de las familias cubanas.
La injusta inclusión interfiere con las operaciones financieras de Cuba en el extranjero, es un duro golpe para la industria turística cubana e impide el acceso de Cuba a las instituciones financieras y bancarias, y a las agencias de pago extranjeras, así como a las fuentes de financiamiento, tecnología, suministros y materiales asociados a los servicios públicos en áreas básicas como la salud y la educación. (Susana Antón Rodriguez)