En vivo: Conferencia de Alto Nivel del ALBA-TCP sobre Economí­a, Finanzas y Comercio frente a la COVID-19

La conferencia virtual de alto nivel fue convocada a solicitud de la República Bolivariana de Venezuela como miembro fundador del ALBA-TCP

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Alba-TCP
(Foto: Tomada de Twitter/Granma)
Tomado de la edición digital del periódico Granma
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10 Junio 2020

Desde Caracas, Venezuela, inicia la reunión con la presencia del presidente de ese paí­s, Nicolás Maduro Moros.

Participan Miguel Dí­az-Canel Bermúdez, presidente de la República de Cuba; Nicolás Maduro Moros; presidente de la República Bolivariana de Venezuela; Daniel Ortega Saavedra, presidente de la República de Nicaragua; Gaston Browne, primer ministro de Antigua y Barbuda; Roosevelt Skerrit, primer ministro de la Mancomunidad de Dominica; y Ralph Gonsalves, primer ministro de San Vicente y las Granadinas.

También se encuentran presentes Cancilleres de los Estados miembros del bloque regional: Bruno Rodrí­guez Parrilla (Cuba), Jorge Arreaza (Venezuela), y sus homólogos de Surinam y Granada.

El dignatario venezolano enví­o saludos a sus homólogos, especialmente a Dí­az-Canel, al pueblo cubano, a Daniel Ortega y al pueblo de Nicaragua, así­ como a los demás participantes de la conferencia.

Igualmente, saludó al invitado especial, Evo Morales, jefe indio del Sur de América Latina y expresidente de Bolivia.


El Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, instruyó el pasado 27 de mayo a la Vicepresidenta Ejecutiva, Delcy Rodrí­guez, y al Canciller Jorge Arreaza, la coordinación de una conferencia económica de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP).

De esta forma, la conferencia virtual de alto nivel fue convocada a solicitud de la República Bolivariana de Venezuela como miembro fundador del ALBA-TCP.



NICOLíS MADURO: EL ALBA-TCP ES UNA ALTERNATIVA AL NEOLIBERALISMO Y SU ESENCIA ES PROGRESISTA Y REVOLUCIONARIA

El presidente de la Venezuela, Nicolás Maduro inició su intervención saludando a los participantes en esta cumbre virtual, que tiene como objetivo el desarrollo de la economí­a post-pandemia.

El mandatario se refirió al papel del ALBA-TCP en la protección de nuestros pueblos y cómo el mecanismo representa una alternativa al neoliberalismo en todas sus formas de expresión.

Maduro explicó que, además del reto sanitario, existen efectos coyunturales, de corto plazo y estructurales sobre la economí­a debido a la pandemia de COVID-19.

Adelantó que la Alianza trabaja en la reanimación de Petrocaribe para este año, que se dan pasos para consolidar el Banco del Alba, explicó la importancia que tendrá la moneda Sucre en la economí­a post-pandemia y que se fortalece el Consejo Económico del Alba.

Habló también sobre las recientes protestas en EE.UU contra el fascismo y como esta son una expresión de la polí­tica post-pandemia.

Explicó que la pandemia ha dejado claro la necesidad de que surja una economí­a solidaria, basada en la cooperación y que respete la vida y las tradiciones de los pueblos, que permita el surgimiento de una nueva sociedad, que respete la idiosincrasia y la autenticidad individual y colectiva.

Dijo que el ALBA- TCP viene con la luz infinita de nuestros fundadores, Fidel Castro y Hugo Chávez enfocada en la construcción del nuevo mundo que aspiramos, soñamos y haremos posible.


ALICIA BíRCENA: EL ALBA DEMUESTRA MíS QUE NUNCA SU IMPORTANCIA FRENTE A LA COVID-19

ALBA-TCP

Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), reconoció en la «Conferencia de Alto Nivel sobre Economí­a, Finanzas y Comercio en el Marco de la COVID-19 » del ALBA-TCP que ya son casi 16 años de la creación del bloque regional, cuyo énfasis se encuentra en la reducción de la pobreza en América Latina y el Caribe, un tema de especial prioridad ante la COVID-19.

Expuso algunos aspectos abordados por la CEPAL respecto a las consecuencias de la pandemia en esta área geográfica. Entre ellos, -5,3 % caerá la economí­a de América Latina y el Caribe debido a la pandemia (la peor contracción económica desde 1930), se prevé un desplome del comercio en -15 %, y aumentos en el desempleo, la pobreza y la desigualdad, entre otras consecuencias.

Según cálculos de la CEPAL, en 2020 la pobreza en América Latina y el Caribe se elevará al menos 4,4 % (28,7 millones de personas) comparado con el año anterior, lo que llevará a que el número total de personas viviendo en situación de pobreza hasta los 214,7 millones (34,7 % de la población regional). Además, se prevé un aumento de casi 12 millones de desempleados.

Alicia Bárcena subrayó los efectos de esta situación sobre las personas más vulnerables como los adultos mayores, pueblos indí­genas, niños, etc. Destacó que el ALBA-TCP busca cerrar las grandes brechas sociales y resaltó el sistema de salud de Cuba que aseguró una efectiva respuesta a la pandemia.

Propuso la necesidad de la integración regional sustentada en principios de solidaridad, complementariedad y cooperación para generar las transformaciones estructurales y el sistema de relaciones necesarias para alcanzar el desarrollo integral.

«Es fundamental la sostenibilidad ambiental y la inclusión social (…). Un multilateralismo mejorado es fundamental.

«Rechazamos las sanciones impuestas a los paí­ses miembros del ALBA-TCP », expresó en alusión a las medidas coercitivas unilaterales impuestas por el Gobierno de Estados Unidos contra Cuba, Venezuela y Nicaragua.

Asimismo, señaló el gran ejemplo de Cuba al enviar médicos a otras naciones para apoyar al enfrentamiento de la COVID-19.


MIGUEL DíAZ-CANEL: URGE INTERCAMBIAR EXPERIENCIAS Y CONCERTAR POSICIONES PARA ENFRENTAR JUNTOS LOS EFECTOS DE LA COVID-19

 El presidente cubano expresó su agradecimiento al dignatario venezolano, al crear este espacio para enfrentar las afectaciones de la crisis de la COVID-19.

Urge intercambiar experiencias y concertar posiciones para enfrentar juntos los efectos de la COVID-19, una pandemia que amenaza con profundizar significativamente la crisis multisectorial que sufren nuestras sociedades, en particular en el ámbito económico.

Quiero empezar por agradecer al hermano Nicolás Maduro Moros, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, su convocatoria a esta Conferencia económica del ALBA-TCP.

Por más que se prevé una afectación global, nadie discute que quienes sufrirán más las consecuencias de la crisis son las naciones del Sur, porque al pesado lastre del subdesarrollo y el endeudamiento se añaden las medidas coercitivas unilaterales a las que algunos de nosotros estamos sometidos, en el contexto de un orden internacional injusto, que compromete el desarrollo sostenible de nuestros pueblos.

Desde principios de año asistimos a una dolorosa clase de Economí­a Polí­tica global.

Miguel Dí­az-Canel Bermúdez

Cada barco al que se le cerraron los puertos; cada avión que no encontró pista para aterrizar; cada persona contagiada a la que se le exigió dinero para tratamiento cada especulación financiera para obtener con ventaja medicamentos o medios de protección que todos necesitan; cada solicitud de ayuda sin respuesta; cada muerto sin tumba conocida tragedias todas sobre las que hemos sabido a través de los más diversos medios– es una expresión del egoí­smo y la injusticia de modelos económicos de un sistema, cuyo único fin es enriquecer minorí­as a costa del sufrimiento de las mayorí­as.

En naciones desarrolladas de la Unión Europea, que han sido terriblemente golpeadas por la pandemia, muchas personas hablan de separación del bloque, porque sienten que la integración comunitaria no ha funcionado ante la emergencia.

Increí­blemente, el mundo súper desarrollado, el que roba cerebros y deslumbra con el brillo de producciones sofisticadas, se ha mostrado incapaz de emplear sus descomunales recursos en la construcción de un frente global contra una pandemia que sólo puede ser enfrentada con dos fuerzas al alcance de todos: cooperación y solidaridad.

 Lo que podrí­a ser una fortaleza añadida para paí­ses económicamente fuertes, ha terminado siendo una debilidad en la percepción de varios ciudadanos, por carencias éticas fundamentales.

Hoy pueden verse claramente las diferencias entre gobiernos que han defendido y fortalecido el estado como garante de estabilidad social y los que, empujados por las teorí­as neoliberales, lo achicaron recortando las prestaciones sociales, los servicios públicos de salud y las investigaciones cientí­ficas.

China, con su eficaz respuesta a la epidemia en el paí­s más poblado del planeta y sus aportes a la #OMS y a otras naciones, muestra la diferencia. Hasta aquellos que hablan despectivamente de un “virus chino” han sido favorecidos por la práctica solidaria de la gran nación.

En contraste, gobiernos que fueron muy eficaces para integrar sus mercados, sus finanzas, sus tropas y hasta para organizar invasiones extrarregionales, fallaron en la articulación de esfuerzos para salvar a sus propios ciudadanos.

Hoy el mundo entero paga el precio de los abusos del capitalismo en su versión salvaje. El más cercano ejemplo lo ofrece América Latina, convertida en epicentro de la pandemia, para revelarnos, en toda su crudeza, el costo de poner el destino de los pueblos en manos del mercado.

El modelo neoliberal, extendido en nuestra región, no ha podido atender las necesidades de la pandemia ni podrá enfrentar el escenario post COVID-19.

Los pueblos sometidos al fundamentalismo económico de derecha, hoy padecen los efectos de la reducción de los presupuestos destinados al sector de la salud, a la protección social, a la investigación cientí­fica y a la formación de personal médico y paramédico.

La experiencia de estos meses nos confirma que, con una administración adecuada de la polí­tica fiscal y sin descuidar los equilibrios macroeconómicos, el Estado cumple un rol principal e indelegable en el deber de proteger, regular y proveer los medios necesarios para enfrentar la crisis, salvar vidas, mantener la vitalidad de la economí­a, y al propio tiempo desarrollar programas de beneficio social.

Los pronósticos económicos son tan dramáticos como los datos diarios de la pandemia.

La CEPAL prevé para final de 2020 una caí­da del 5,3% en la actividad económica de América Latina, ... Esto implica que la pobreza alcanzarí­a en América Latina, la región más desigual del planeta, al 34,7% de su población (214,7 millones), la pobreza extrema a 13% (83,4 millones).

Ojalá fueran sólo números, pero hablamos de seres humanos. Millones de personas que van a sumarse a las grandes masas de excluidos exacerbando los graves conflictos actuales.

Ojalá fueran sólo números, pero hablamos de seres humanos. Millones de personas que van a sumarse a las grandes masas de excluidos exacerbando los graves conflictos actuales.

El momento y el sentido común imponen a la comunidad internacional dejar a un lado las diferencias polí­ticas y, unidos, buscar soluciones mancomunadas, mediante la cooperación internacional y la imprescindible solidaridad.

La prioridad de nuestros gobiernos en la actual coyuntura debe dirigirse al fomento y desarrollo de la producción de alimentos, con énfasis en producciones locales que garanticen el autoabastecimiento y que demanden bajos niveles de importación.

Se requiere una mayor prioridad e inversión estatal en el sector de la salud, avanzando en el acceso universal y gratuito de la población a los servicios básicos de salud.

Nuestro lí­der histórico, Fidel Castro, lo dejó dicho y escrito en innumerables pronunciamientos: “en vez de invertir tanto en el desarrollo de armas cada vez más sofisticadas, los que tienen los recursos debieran promover las investigaciones médicas y poner al servicio de la humanidad los frutos de la ciencia, creando instrumentos de salud y de vida y no de muerte”.

Cuba se salva y aporta a la salvación de otras naciones bajo esa filosofí­a. Los paí­ses del ALBA-TCP pueden hacer mucho.

Debemos identificar las potencialidades de cada uno, en función de una integración económica regional que priorice la complementariedad, produciendo cada paí­s lo que le resulte más competitivo e intercambiando bienes y servicios.

La solidaridad es indispensable y no ha faltado en estos años, pero urge perfeccionar las estructuras institucionales del frente económico del ALBA-TCP para establecer una agenda económica a corto y mediano plazos, diseñar incentivos y trabajar con mayor agilidad y flexibilidad en la identificación de oportunidades y proyectos conjuntos. Tenemos la voluntad polí­tica para llevarlo a cabo y la capacidad demostrada de cooperar y complementarnos, todo lo cual puede multiplicarse.

La “nueva economí­a real” precisa de un enfoque más productivo y menos inclinado a la actividad financiera. Los financiamientos han de canalizarse hacia la generación de bienes y servicios, propiciando que “se gane más produciendo, que moviendo el dinero”.

Y ya que nuestros históricos adversarios la emprenden contra la concertación global tan indispensable hoy, nos corresponde promover y fortalecer el multilateralismo y apoyar la gestión de la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud.

Cuba ofrece, modestamente, las experiencias de nuestra estrategia nacional para superar los efectos de la Covid-19 y, en paralelo, enfrentar la crisis económica que amenaza al mundo entero y será más grave para los que somos ví­ctimas de bloqueos genocidas.

A pesar de la compleja situación que atravesamos, Cuba no ha renunciado a los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el año 2030 por el bienestar, desarrollo y prosperidad del pueblo.

El aporte de la biotecnologí­a cubana y de otros sectores de la ciencia ha resultado determinante. Nuestros talentosos cientí­ficos, con sus investigaciones y productos farmacéuticos de nueva creación, han derrotado literalmente a la muerte.

Mientras en el resto del mundo el 80 por ciento de los pacientes graves y crí­ticos muere, la ciencia y la medicina cubana han salvado el 80 por ciento de los pacientes crí­ticos y graves contagiados con el virus SARS-CoV-2.

Y eso se ha logrado sin renunciar a la práctica internacionalista de compartir lo que tenemos. La descomunal y mendaz campaña del gobierno de los Estados Unidos contra la colaboración médica cubana, que privó de servicios de salud a poblaciones vulnerables de Brasil, Bolivia y Ecuador, donde la pandemia está provocando fuertes estragos, ha sido derrotada. En este instante, 34 brigadas médicas cubanas integradas por más de 2 mil 500 cooperantes contribuyen de manera solidaria a mitigar el impacto de la pandemia en 26 naciones, a pedido de sus gobiernos. Ellos se suman a los más de 28 mil profesionales de la salud que ya prestaban servicios en 59 paí­ses antes de la #COVID19.

Ninguno de esos aportes es reconocido por el gobierno de los Estados Unidos, cuya administración ha recrudecido el bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba, con nuevas medidas coercitivas dirigidas a dificultar aún más el esfuerzo nacional de enfrentamiento a la pandemia y para la recuperación.

La paz y la seguridad regionales también se encuentran amenazadas.

La administración norteamericana rehusó pronunciarse públicamente y con claridad ante un acto terrorista ocurrido en la capital de ese paí­s contra la Embajada de Cuba, lo que confirma la actitud de complicidad y contubernio con quienes promueven actos violentos contra nuestros paí­ses, y ratifica que el lenguaje agresivo e incitador de posiciones extremas y violentas cumple objetivos estratégicos del actual gobierno estadounidense.

 En lugar de atender las justas demandas de decenas de miles de personas que, dentro y fuera de los Estados Unidos, se pronuncian pací­ficamente frente a los abusos policiales, el racismo, la xenofobia y el desprecio presidencial por los excluidos del “sueño americano”, la actual administración insiste en dedicar recursos y energí­as a sus maquiavélicos planes de intervenir en Nuestra América.

La hermana nación venezolana ha sido ví­ctima de múltiples agresiones en contravención de las normas y principios del Derecho Internacional, consagrados en la Carta de las Naciones Unidas, y de los postulados de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz.

Despierta indignación el carácter despiadado de las medidas económicas coercitivas que unilateralmente aplica el gobierno de los Estados Unidos contra Venezuela.

Cuba reafirma su pleno respaldo al Presidente Nicolás Maduro y a la Unión Cí­vico-Militar del pueblo bolivariano y chavista.

No menos repudiables son las medidas contra el pueblo de Nicaragua, con el objetivo de impedir su bienestar y seguridad.

Expresamos una vez más nuestra solidaridad con el Gobierno de Reconciliación y de Unidad Nacional de la hermana República de Nicaragua, presidido por el comandante Daniel Ortega.

Reiteramos nuestra solidaridad con los hermanos paí­ses caribeños, que padecieron los horrores de la esclavitud, la trata transatlántica y el saqueo colonial y neocolonial y que enfrentan hoy los retos resultantes del cambio climático, los desastres naturales, el injusto sistema financiero y la inclusión en listas de jurisdicciones no cooperativas, que ponen en peligro sus pequeñas economí­as.

Demandamos para ellos un tratamiento justo, especial y diferenciado. El Caribe encontrará siempre en el ALBA-TCP una plataforma de articulación, cooperación y complementariedad para la defensa de sus legí­timos reclamos.

La realidad que afrontamos requiere solidaridad contra el egoí­smo.

No hay modo de rendir, ni siquiera con la rodilla sobre el cuello, a los pueblos que aprendieron a respirar la libertad conquistada con la sangre de sus mejores hijos y se deciden a luchar unidos.

Estos tiempos difí­ciles deben motivarnos a continuar trabajando unidos con más cooperación y concertación.

Este fue el sueño de nuestros predecesores y seguirá siendo una prioridad de nuestra Alianza. Trabajando juntos la victoria será nuestra, ahora y siempre.

Muchas gracias.


NICOLíS MADURO: «RATIFICAMOS LA SOLIDARIDAD ABSOLUTA DEL ALBA-TCP CON EL GOBIERNO DE CUBA ANTE EL ATAQUE TERRORISTA QUE SUFRIí“ SU EMBAJADA »

Nicolás Maduro Moros; presidente de la República Bolivariana de Venezuela, envió un abrazo al General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.

«Ratificamos la solidaridad absoluta del ALBA-TCP con el Gobierno de Cuba ante el ataque terrorista que sufrió su embajada en Estados Unidos, en Washington D.C., y repudiamos el silencio cómplice del Gobierno de Estados Unidos ante este hecho », expresó el mandatario venezolano.

Propuso, además, realizar una reunión conjunta del Consejo Polí­tico y del Consejo de Complementariedad Económica del ALBA-TCP para darle concreción a todas las propuestas que están surgiendo en esta cita virtual.

 

El Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro propuso a los participantes en la reunión la fecha tentativa del próximo 24 de junio para volverse a reunir y darle concreción a todas las propuestas que surjan del encuentro de hoy. Explicó que una próxima reunión será necesaria para atender la concepción polí­tica del avance económico post-pandemia y para tomar decisiones prácticas que impacten de manera inmediata en la población.


RALPH GONSALVES: CARICOM ABORDARí EN UNA PRí“XIMA REUNIí“N SU RESPUESTA CONJUNTA A LA PANDEMIA. FELICITAMOS AL PUEBLO DE CUBA POR SU SOLIDARIDAD

Ralph Gonsalves, primer ministro de San Vicente y las Granadinas, refirió que la Comunidad del Caribe (Caricom) abordará en una próxima reunión su respuesta conjunta a la pandemia.

«Nuestro paí­s también ha sufrido las consecuencias de la COVID-19 y, adicionalmente, hemos enfrentado la peor sequí­a de los últimos años, afectando nuestra economí­a. Esta temporada de huracanes va a ser intensa también en la región ».

«Se trata de un periodo especialmente difí­cil, no quiero calificarlo como una crisis. No se sabe cómo todo esto terminará, debido al alcance de las consecuencias socioeconómicas », apuntó.

Ralph Gonsalves añadió: «Nosotros tenemos que unirnos, tomarnos de las manos, ver cómo podemos ayudarnos los unos a los otros. Cuba ha sido magní­fica en este aspecto, debido a cómo nos ha ayudado con sus médicos, de hecho, Italia está solicitando el otorgamiento del Premio Nobel de la Paz a los médicos cubanos. Nosotros respaldamos esa iniciativa de Italia y felicitamos al pueblo de Cuba por su solidaridad ».

Insistió en buscar iniciativas para reforzar la cooperación y la complementación en el ALBA-TCP.

«Este periodo pone a prueba al ALBA-TCP. Yo pido que trabajemos mucho mejor, de manera que podamos seguir fortaleciendo nuestros nexos de solidaridad para dar sentido a la visión de Fidel y Chávez. Pueden estar seguros que San Vicente y las Granadinas seguirá siendo firme », agregó.

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