Implementar, en el menor tiempo posible, todos los acuerdos suscritos

Este domingo concluye la visita oficial del primer ministro, Manuel Marrero Cruz, a la República de Belarús, en la cual se concretaron importantes acuerdos en los sectores agroindustrial y biotecnológico, fundamentalmente.

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Conversaciones entre Cuba y Belarús.
(Foto: Estudios Revolución)
Tomado de la edición digital del periódico Granma
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12 Noviembre 2023

MINSK, Belarús.-Implementar, en el menor tiempo posible, todos los acuerdos emanados de la visita oficial del miembro del Buró Político y primer ministro, Manuel Marrero Cruz, a la República de Belarús, ha sido una prioridad compartida por estos días entre el Jefe de Gobierno cubano y las máximas autoridades de la nación europea.

La jornada de este sábado en la ciudad de Minsk, que cerró con resultados significativos en materia agroindustrial y biotecnológica, y trazó la hoja de ruta de nuevas negociaciones, confirmó la voluntad de ambos países de avanzar de manera resuelta en los proyectos conjuntos y de imprimirles un mayor dinamismo a las relaciones económicas y comerciales hasta elevarlas al mismo nivel de las políticas.

En la fábrica láctea No. 1, de la compañía gestora Primer Lácteo, inició el recorrido de la delegación cubana, con el propósito de conocer, in situ, las posibilidades de negocios con una entidad, orientada al uso de nuevos métodos de procesamiento de materias primas, tecnologías de ahorro de recursos y la automatización del control de los procesos tecnológicos.

De acuerdo con el titular de la Industria Alimentaria, Manuel Sobrino Martínez, quien integra la delegación cubana a Belarús, el ministerio ha venido trabajando, desde inicios de 2023, con un grupo de empresas belarusas para el suministro de materias primas, destinadas a la producción láctea y cárnica.

«Ya se firmó un contrato este año para la entrega de materia prima en consignación, y ya hoy está en Cuba un nivel de leche en polvo, el cual se está empleando para la elaboración de diferentes surtidos, y también está previsto el recibo de suministros cárnicos.

De igual modo, explicó, se ha identificado la posibilidad de concretar un negocio conjunto con empresas de Belarús para que estas, a partir de las capacidades industriales disponibles en Cuba, suministren materias primas, que permitan ampliar la gama de productos en el mercado nacional y otros destinos.

Añadió que también se labora con la Academia de Ciencias belarusa en tres áreas fundamentalmente: la conservación de los productos alimenticios, el uso de extensores y el empleo de sabores y aditivos.

Siguiendo la misma línea de negocios, el primer ministro y la delegación acompañante llegaron hasta el Agrocombinado Dzerzhinsky, cuya actividad principal es el procesamiento y comercialización de carne de aves.

Primer ministro de Cuba, Manuel Marrero Cruz, visita Agrocombinado Dzerzhinsky, en Belarús.
(Foto: Estudios Revolución)

Luego del recorrido, en breves declaraciones a la prensa, el Jefe de Gobierno reiteró que, en términos de intercambio comercial, el tema agroindustrial es la primera prioridad.

Pretendemos avanzar, dijo, en la creación de dos empresas mixtas, una para productos lácteos, a partir de la utilización de materia prima enviada desde Belarús, y otra de productos cárnicos.

«Estamos en un buen momento de fortalecimiento de las relaciones de cooperación y apreciamos que los proyectos conjuntos relacionados con el sector agroindustrial son los primeros que pueden avanzar», consideró Marrero Cruz.

La fábrica de tractores MTZ fue otra de las entidades visitadas, en concordancia con el interés de ambas partes de concretar un proyecto para el ensamblaje de equipos en Cuba,su reparación capital, y la fabricación de piezas de repuesto en suelo caribeño.

Primer ministro de Cuba, Manuel Marrero Curz, visita la fábrica de tractores MTZ, de Belarús.
(Foto: Estudios Revolución)

Eloy Álvarez Martínez, ministro de Industrias, ponderó la altísima relevancia de este negocio para lograr soberanía alimentaria y, al mismo tiempo, alertó sobre la inclusión, desde el principio, de una mirada hacia la exportación.

«En la actualidad estamos llamados, en correspondencia con la indicación de los primeros ministros de ambos países, a trabajar con mucha agilidad en la materialización de este proyecto», puntualizó.

El camino inteligente de la ciencia

La empresa Akademfarm, perteneciente a la Academia Nacional de Ciencias de Belarús, también le abrió las puertas este sábado a la delegación cubana. Sobre proyectos relevantes para el desarrollo, producción y comercialización de medicamentos, que ya llevan varios años implementados, se dialogó allí, y también sobre otros que se concertaron en el contexto de la visita oficial.

Trascendió, por ejemplo, que la vacuna CIMAVAX contra el cáncer de pulmón de células no pequeñas podrá emplearse en territorio belaruso, y que con este producto ya serán seis los registrados en la nación europea.

Pero lo más significativo, sin dudas, fue la firma de tres documentos que ensanchan el cauce de la colaboración en el sector biotecnológico: dos memorandos y un acuerdo de cooperación.

Sobre el alcance de los vínculos en esta área, el primer ministro insistió en no ceñirlos solo a Belarús, sino asumirlos como la posibilidad de llegar, mediante este país europeo, a la Unión Económica Euroasiática, como mismo Cuba puede ser la puerta de entrada a la región de América Latina y el Caribe.

Un símbolo de la resistencia

La última actividad del Jefe de Gobierno cubano en su visita oficial a Belarús, luego de tres intensas jornadas, fue una reverencia a los héroes a quienes la humanidad les debe la sobrevida.

Primer Ministro de Cuba, Manuel Marrero, visita el Museo de la Gran Guerra Patria, en Belarús.
(Foto: Estudios Revolución)

Junto a los miembros de la delegación, Marrero Cruz recorrió cada una de las salas del Museo de la Gran Guerra Patria, inaugurado en 2014 para salvaguardar la memoria de aquellos que no pudieron ver la victoria, pero allanaron el camino hacia ella.

Según las estadísticas, que no son números sino vidas segadas, 2 millones 357 mil personas murieron en Belarús, más de 1,5 millones de civiles y 810 000 prisioneros de guerra.

Al escribir en el libro de visitantes, el primer ministro aseguró que ese museo, que resume toda la historia del pueblo de Belarús durante la ocupación nazi, «ayudará a las nuevas generaciones a que no muera la historia y que siempre se recuerden estas páginas de tanta resistencia». (Yudy Castro)

 

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