En Colombia, un sueño posible del que Cuba es garante

Díaz-Canel saludó el acuerdo que prorroga el cese el fuego.

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Cartel sobre la paz en Colombia.
(Foto: tomada de PAX en Colombia)
Tomado de la edición digital del periódico Granma
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07 Febrero 2024

Concluyó en La Habana el vi Ciclo de la Mesa de Diálogos de Paz entre el Gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), un paso más en el camino de la concordia y la tranquilidad que tanto añora el sufrido pueblo colombiano.

Cuba, honrada de servir a un pueblo hermano, es garante de un proceso que tuvo en Fidel a un consagrado adalid, condición reconocida, como al resto de los organismos y países que apoyan este proceso, por la jefa de la delegación del Gobierno Nacional de Colombia, Vera Grabe.

Como resultados, se destacan la prórroga del cese el fuego por 180 días, acordada por el Gobierno y el ELN, y la creación de un fondo multidonante, que persigue hacer sostenible el desarrollo de los acuerdos, señaló Grabe.

El jefe negociador del ELN, Israel Ramírez Pineda, alias Pablo Beltrán, explicó que el fondo permitirá «soportar el conjunto de la implementación de los acuerdos». Recordó que el proceso de diálogo, que se inició hace 18 meses, tiene el objetivo de disminuir la violencia en Colombia y crear un modelo de participación que facilite la construcción de la estabilidad y el logro de la paz en toda la nación.

El miembro del Buró Político del Partido y ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, reiteró el compromiso de la Isla de continuar su apoyo al proceso de paz. Reafirmó la convicción de que el conflicto armado debe solucionarse a través del diálogo político.

Los acuerdos alcanzados por ambas delegaciones constituyen un tributo simbólico a Fidel, en el ámbito del décimo aniversario de la declaración de América Latina y el Caribe como Zona de Paz. El líder histórico de la Revolución Cubana hizo importantes contribuciones a la consecución de la paz en Colombia. Sus desvelos se ven hoy recompensados, pues La Habana se convirtió de nuevo en capital de la paz.

Participaron, como los Estados garantes, Cuba, Noruega, Venezuela, Chile, México y Brasil, además de la Conferencia Episcopal de Colombia y la ONU.

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