La Habana, 1 mar (ACN).— A 10 años de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, Miguel Díaz-Canel, presidente de Cuba, afirmó que este documento es un legado a las generaciones presentes y futuras, que se beneficiarán de la sabia decisión de desterrar para siempre de la región el uso y la amenaza del uso de la fuerza.
Al intervenir en la VIII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), el también primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba señaló que la Proclama es un hito histórico en la igualmente joven historia del foro de concertación.
«Recuerdo con gran emoción cuando el líder de la Revolución cubana, General de Ejército Raúl Castro, en su condición de Presidente pro tempore de Celac, invitó a sus colegas de la región a firmar la Proclama», expresó Díaz-Canel en la inauguración del evento, que recordó el décimo aniversario del documento, adoptado en La Habana.
Subrayó que la Proclama significa esperanza para millones, cuya principal preocupación es la supervivencia en un mundo convulsionado por la violencia y las guerras.
Asimismo, destacó que apoyar la paz es defender el derecho de cada pueblo a escoger libremente su modelo político, y su propio camino hacia el desarrollo económico y social.
«Para avanzar en la integración de América Latina y el Caribe, es esencial la Paz. Nos permite escucharnos para entendernos, aproximarnos en lo que nos une y debatir de manera civilizada y respetuosa nuestras diferencias», sostuvo.
En esta Cumbre de la Celac, que sesiona en San Vicente y las Granadinas, Díaz-Canel encabeza la delegación de Cuba, que integran, además, Bruno Rodríguez, ministro de Relaciones Exteriores, la vicetitular Anayansi Rodríguez Camejo, y el embajador de Cuba en San Vicente y las Granadinas, José Manuel Leyva Ventura.