«Cubanas y cubanos estamos muy orgullosos de nuestras raíces africanas»

Recibió Díaz-Canel a una representación de los participantes en la Conferencia Internacional Cuba 2024 Decenio de los Afrodescendientes.

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Encuentro del presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, con participantes en la Conferencia Internacional Cuba 2024 Decenio de los Afrodescendientes.
Cuba concede alto valor a la lucha contra la discriminación por el color de la piel, afirmó el Presidente cubano, en diálogo con participantes de la Conferencia Internacional Cuba 2024 Decenio de los Afrodescendientes. (Foto: Estudios Revolución)
Tomado de la edición digital del periódico Granma
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12 Diciembre 2024

«Un encuentro como este nos fortalece; ustedes han estado agradeciendo a Cuba, pero nosotros les tenemos que agradecer mucho a ustedes, porque nos han dado mucha energía con su participación», expresó el primer secretario del Comité Central del Partido y presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, a una representación de los asistentes a la Conferencia Internacional Cuba 2024 Decenio de los Afrodescendientes.

El mandatario recibió, en la tarde-noche de este miércoles, en el Palacio de la Revolución, a invitados de 18 países de América del Norte, Centroamérica, el Caribe, Sudamérica y África, y hubo intervenciones, virtuales o presenciales, del presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, de la Unesco, de directivos de agencias de las Naciones Unidas, de la Unión Africana, de Caricom y de otros organismos internacionales.

En el intercambio, que estuvo encabezado también por Inés María Chapman Waugh, vice primera ministra, y Alpido Alonso Grau, titular de Cultura, el intelectual cubano Rolando Rensoli Medina, coordinador del Programa Color Cubano, hizo un especial homenaje al artista estadounidense Danny Glover Laverne, presente en la cita, quien hace diez años, tras la declaración de la Unesco del Decenio de los Afrodescendientes, había dicho que Cuba era el país que más moral tenía para desarrollar este tipo de encuentros.

«Y Cuba –significó Rensoli– ha cerrado así el Decenio de los Afrodescendientes, con dignidad, con moral».

El estadounidense James Counts Early, retirado del Instituto Smithonian y activista social, afirmó que «en Cuba se constata algo distinto en nuestra América, porque ha podido impulsar una trayectoria de posibilidades, de un mundo nuevo, con la Revolución triunfante de 1959, que enfrentó el racismo, que sembró conciencia en el pueblo, mapeando la realidad sociológica del racismo».

Subrayó así «la importancia de informar al pueblo estadounidense del modelo cubano contra el racismo, que es, enfatizó, otro legado de Cuba a América y el mundo».

Geoffroy De Laforcade, profesor de Historia en la Universidad Norfolk State, expresó que «Cuba es el país del mundo donde se siente más cómodo, porque aquí se habla de manera inteligente y con esperanza del futuro de la humanidad».

Consideró que la Conferencia Internacional Cuba 2024 Decenio de los Afrodescendientes, ha sido «una oportunidad de dialogar entre autoridades, activistas sociales, organizaciones y comunidades, que constituye un modelo distinto de superación y felicidad».

La mexicana Sheila Zamudio Beltrán subrayó que el evento ha constituido «un intercambio entre la diáspora africana y sus descendientes, que ha confirmado que la lucha sigue viva. El punto fundamental aquí ha sido –dijo– el encuentro de personas que estamos hablando de cómo ser tratados como personas».

La estadounidense Colette Pean, fundadora del movimiento Diciembre 12, organización por los derechos de los afroamericanos, agradeció a Díaz-Canel, en nombre de su organización, al pueblo cubano, que «ha actuado en términos de liderazgo y un futuro de resistencia».

Diana Hamra Robaina, de Argentina, informó que en su país hay afrodescendientes, y, al contrario de lo que dice el presidente Milei, que habla de que la nación argentina se formó con los barcos venidos de Europa, también se formó con quienes llegaron esclavizados en barcos de África.

En Argentina, explicó, «el movimiento de afrodescendientes es incipiente, pero se fortalece», y agradeció por estar en la conferencia, que le ha permitido interactuar; y en especial a Cuba, que es, dijo, «faro de solidaridad, de integración entre nuestros países». «En Argentina –reiteró–, muchas personas siguen apoyando a Cuba, que es faro de este continente».

El barbadense David Dennys, secretario general del Movimiento Caribeño por la Paz, comentó que «Cuba ha representado un movimiento que defiende a las personas más pobres del mundo», y llamó a llevar la lucha contra el racismo a otro nivel, reforzando la exigencia del derecho que tienen los pueblos afrodescendientes de recibir una reparación por haber sido robados de África y por la esclavitud; sobre todo en momentos históricos como los actuales, cuando el fascismo está resurgiendo en países como los europeos.

Dorothy Davis y Keya Barron, del Instituto Caucus Negro, de Estados Unidos, revelaron que nunca habían estado en Cuba, y ahora han aprendido mucho de lo que su pueblo ha hecho y sigue haciendo, y nos hemos aclarado nuestras mentes de la información equivocada que recibimos sobre este país.

Solicitaron continuar los intercambios de este tipo y ampliarlos. «Nosotras, por nuestra parte, compartiremos lo que hemos aprendido aquí, los nuevos enfoques sobre la racialidad que hemos visto aquí», aseveró Dorothy, cuyo bisabuelo, contó, participó en la construcción del ferrocarril cubano, en las primeras décadas del pasado siglo.

El nigeriano Abdulrahman Abbe Terab, activista social, subrayó que la diáspora africana, en especial la de su país, no podrá trabajar por sus derechos sin Cuba, donde en cada rincón «está lo nigeriano, lo yoruba, está Changó». «El mundo tiene que entender que Nigeria y Cuba no solo tienen similitudes, sino que son un solo pueblo».

Ángela Naa Afoley, jefa de la División de la Diáspora en la Unión Africana, reconoció el esfuerzo desplegado por Cuba en el Decenio de los Afrodescendientes, y su contribución a la liberación de varios países africanos, así como el envío de brigadas médicas y otros hechos de solidaridad que han beneficiado a millones de habitantes del Continente Madre. 

No hay raza, sólo somos humanos

La Conferencia Internacional Cuba 2024 Decenio de los Afrodescendientes, en la conclusión de un año que cierra ese decenio, nos ha reafirmado «la convicción de que compartimos ideas comunes, un bien común, esa aspiración de que hay un mundo más justo para todos, sin distinción, sin evaluaciones, sin distinguir a las personas por si tienen un color u otro de la piel», expresó el presidente cubano, en el cierre del intercambio.

«Siempre partimos de la convicción martiana de que patria es humanidad, de que todos somos iguales y que no hay raza. Somos humanos los que habitamos este planeta, y para nosotros ha sido muy importante la presencia de ustedes en Cuba».

El jefe de Estado compartió con los asistentes detalles sobre la compleja situación que el pueblo cubano vive, y que han conducido al deterioro de algunos indicadores sociales. Si estos se comparan con los de muchos países, como los de Salud y Educación, siguen teniendo un buen desempeño, pero –acotó– han tenido una afectación dura. No obstante, a pesar de ello, dijo, no perdemos el optimismo y tenemos una estrategia para superarlo.

Díaz-Canel expresó el alto valor que le da Cuba a la lucha contra la discriminación por el color de la piel, un tema que tiene que ver mucho con los sentimientos, con la espiritualidad de los pueblos, de las naciones.

Significó, en ese sentido, el legado del Comandante en jefe Fidel Castro Ruz, quien fue un apasionado y severo estudioso de la obra del Héroe Nacional de Cuba, José Martí. Y Martí, recordó, fue un hombre con un pensamiento humanista, una dimensión tremenda; y fue de los que nos enseñó que no se podía distinguir a las personas por el color de la piel u otras razones discriminatorias.

Así, reseñó, desde que triunfa la Revolución, Fidel promovió, dentro de la obra revolucionaria, la eliminación de la discriminación; la discriminación por el color de la piel en un país que había vivido años, siglos, de coloniaje español, y después una república neocolonial dependiente de Estados Unidos.

A partir del triunfo de la Revolución, Fidel –subrayó– fue uno de los que encabezó, con la continuidad luego de Raúl, políticas sociales para buscar igualdad, equidad, inclusión, oportunidades para todos en un país que había vivido todo ese rezago de colonización, de racismo.

A lo largo de la Revolución, reflexionó, en Cuba nos reconocemos como iguales, tenemos políticas sociales y tenemos leyes que combaten la discriminación, que han dado iguales derechos para propicar el desarrollo cultural, la educación de cualquier ciudadano; no obstante, reconoció, todavía quedan vestigios de racismo, por lo que desde los últimos años se desarrolla un Programa nacional contra el racismo y la discriminación racial.

El mandatario abordó también el aporte de Cuba a la liberación de los pueblos africanos, lo que fue, dijo, una manera de saldar esa deuda que tenemos con nuestras raíces. «Sentimos orgullo de ser descendientes de africanos, de ser descendientes de nuestros pueblos indígenas, de ser descendientes de europeos».

Y siempre, recalcó, distinguimos que hay valores compartidos por las cubanas y los cubanos que nos vienen de África: la valentía, la rebeldía, la alegría, la capacidad de resistir; de defender nuestras raíces, de las que estamos muy orgullosos.

«De África –añadió– tenemos una presencia cultural rica, que nos distingue, que la compartimos; por eso cuando los cubanos estamos allí, nos sentimos como en casa; cuando estamos en el Caribe, estamos en casa; cuando estamos en América Latina, estamos en casa. Por eso creo que todos somos hermanos». (René Tamayo León)

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