Para quienes acompañaron a Cuba en su lucha por la exclusión de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, la noticia es también motivo de celebración.
Al reaccionar al anuncio, el presidente de Bolivia, Luis Arce, sentenció que «la razón, la verdad y la justicia se han impuesto».
El mandatario boliviano reafirmó, en X, que tal acción del Gobierno estadounidense constituye un reconocimiento a la soberanía y a la persistente batalla del pueblo cubano, y marca un paso importante para avanzar en la impostergable eliminación del bloqueo económico, comercial y financiero.
Desde la misma nación, el expresidente Evo Morales subrayó que, a pesar de que se eliminó a la Isla de la lista, aún «persiste el bloqueo genocida contra nuestra hermana Cuba. Seguiremos en la lucha hasta que sea levantado por completo», dijo en X.
En la propia red social, Gustavo Petro, el jefe de Estado colombiano, resaltó que «EE. UU. tiene dos maneras de relacionarse con América Latina, o dialogando con la diversidad o imponiendo con la fuerza», por lo que, al revertir tal medida, que afectaba al país caribeño, felicitó a su homólogo estadounidense, Joe Biden, por apostar por el diálogo.
En la misiva, puso en contraste el actuar del próximo presidente de la nación, Donald Trump, quien se encamina más a la extrema derecha y a la imposición, por lo que lo instó a que, en su nuevo mandato, apueste por el «entendimiento civilizado y unas Américas compuestas de seres humanos iguales y libres».
A la par, el expresidente colombiano Ernesto Samper calificó la nueva medida como «una deuda moral que Colombia tenía con Cuba desde el gobierno de Duque, cuando desconocimos los esfuerzos que estaban haciendo los cubanos por ayudar a la paz de Colombia».
La nación bolivariana de Venezuela celebró también el triunfo cubano, y resaltó que la Isla «ha sido históricamente víctima del terrorismo, no promotora de él, y ha demostrado su compromiso con la paz y la solidaridad global, al mediar en conflictos y apoyar a los pueblos del mundo».
Los Estados miembros del ALBA-TCP también reafirmaron su compromiso con la Revolución y saludaron, por medio de un comunicado, «este paso victorioso».
Entre tanto, quienes quieren ver a una Cuba vencida, lamentaron lo acontecido. Tal es el caso de los congresistas estadounidenses Carlos Giménez, Mario Díaz-Balart y María Elvira Salazar, quienes declararon que esperan con ansias que Trump revierta la decisión, la cual califican de «la última traición a la seguridad nacional de Estados Unidos y a la causa de la libertad del pueblo cubano». (Elizabeth Naranjo)