FARC-EP y ELN suman fuerzas para la paz en Colombia

La máxima dirigencia de las guerrillas de mayor peso en Colombia sostuvieron un encuentro privado en La Habana.

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Nicolás Rodríguez (I), Comandante Central del Ejército de Liberación Nacional de Colombia, y Timoleón Jiménez, , líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP).
Conferencia de prensa ofrecida por Nicolás Rodríguez (I), Comandante Central del Ejército de Liberación Nacional de Colombia, y Timoleón Jiménez, , líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP). (Foto: Marcelino Vázquez Hernández/ACN)
Tomado de la edición digital del periódico Granma
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12 Mayo 2017

Las dos mayores guerrillas de Colombia se sentaron a conversar en La Habana esta semana sobre el proceso de paz que ambas adelantan, en distintas etapas, con el gobierno de Juan Manuel Santos, como una ví­a para «sumar fuerzas » y ayudar a poner fin a más de medio siglo de conflicto armado en la nación suramericana.

«Pese a la disparidad de los avances de las dos mesas de conversaciones entre la insurgencia y el gobierno del presidente Santos, mantenemos objetivos comunes, con caminos diversos pero complementarios », refiere un comunicado conjunto firmado por Timoleón Jiménez, lí­der de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), y Nicolás Gabino, jefe del Comando Central del Ejército de Liberación Nacional.

A pesar de compartir el propósito de lograr cambios sociales por la ví­a armada en Colombia, ambas guerrillas han mantenido históricamente independencia de mando y operaciones, así­ como divergencias en sus métodos de lucha y formación polí­tica.

En noviembre del 2012 las FARC-EP y el ejecutivo colombiano instalaron en la capital cubana una mesa de diálogo que se extendió por cerca de cuatro años y concluyó con la firma de un histórico acuerdo de paz que fue rechazado en plebiscito y luego actualizado por las partes para su aprobación legislativa.

En estos momentos transcurre la implementación de los puntos pactados y la militancia fariana se encuentra agrupada en las llamadas Zonas Veredales, donde se lleva a cabo la dejación de armas y la reintegración de los guerrilleros a la vida civil.

En cambio, pese a largos proceso de negociación previos, la mesa de conversaciones con el ELN se instaló en Ecuador apenas en febrero de este año.

En el inusual diálogo entre la dirigencia de las FARC-EP y el ELN, que se extendió durante esta semana y era observado con atención por el mundo entero por su posible impacto en la búsqueda de la paz, primó el entendimiento, según declararon sus lí­deres en conferencia de prensa.

«Hubo más coincidencias que diferencias », aseguró Timoleón Jiménez. Por su parte, Nicolás Gabino dijo que la reunión sirvió para valorar los desarrollos que ha tenido cada grupo y ver cómo se logra una complementariedad que asimile las diferencias.

El Comunicado Conjunto detalla algunos de los puntos de contacto, entre los que se cuentan los derechos de las ví­ctimas y la necesidad de una profundización de la democracia en Colombia que traiga equidad y dignidad a sus ciudadanos.

Respecto a los plazos de la mesa de negociaciones en Ecuador, Gabino dijo que, tras medio siglo de guerra, su grupo no se puede dar el lujo de «hacer las cosas mal o de manera precipitada ». En ese sentido, añadió que no está entre sus planes que se alcance un acuerdo antes de las elecciones del 2018, si bien aclaró que llegar a resultados en el corto plazo no dependí­a únicamente de su voluntad.

Ante una pregunta de la prensa sobre la marcha de la implementación en Colombia de los Acuerdos de La Habana entre el gobierno y las FARC-EP, Timoléon Jiménez refirió que, como era de prever, se están presentando dificultades, pero se trabaja en ellas.

Agregó que su organización ha demostrado que tiene voluntad de cumplir los acuerdos tal cual se firmaron. Detalló que los guerrilleros se reunieron en las Zonas Veredales y permanecen allí­, pese a que no cuentan con todas las condiciones pactadas.

Asimismo, dijo que se va adelantando en el cronograma para la entrega de armas a pesar de dificultades logí­sticas.

El lí­der de las FARC-EP explicó que su organización entregó la ubicación de unas 900 caletas (escondites) de armas, pero Naciones Unidas presenta dificultades para desactivarlas y convertirlas en piezas para los tres monumentos que se erigirán en honor a las ví­ctimas del conflicto.

Ambas guerrillas agradecieron la disposición del gobierno colombiano para facilitar el encuentro y agradecieron una vez más a los paí­ses que ayudaron a su concreción, en especial a Cuba, Venezuela y Noruega. (Sergio Alejandro Gómez)

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