El mundo corre tras el balón desde que el 14 de junio, y Alfredo Martirena, como buen delantero del equipo de Melaíto, se tomó para él pitazo inicial en la Copa Mundial de Fútbol Rusia 2018.
Desde Cuba, el humorista villaclareño traza la pasión que despierta el llamado Deporte de las multitudes en el planeta Telstar 18 (entiéndase balón Tierra).
Porque lo mismo sucede en este archipiélago beisbolero, donde la final de la V Serie Nacional Sub-23 (Isla de la Juventud vs. Las Tunas) quedó como el once débil en un grupo difícil, que para casi nadie es favorito.
Cada cual vive el fútbol a su manera. Los detractores sufren el «secuestro » de sus televisores; algunos fanáticos ya han salido con su entusiasmo amonestado con un empate o una derrota de su favorito; otros gozan viendo cómo el terreno le hace fintas a los pronósticos.
Lo cierto es que resultará difícil salir futbolísticamente ileso a todo un mes de competencia, con transmisión en vivo y segunda puesta de los mejores partidos. Porque aun cuando ni siquiera mire de reojo la pantalla, ¿cómo podría escaparse a este grito que dominará el panorama sonoro hasta el 15 de julio: ¡Gooooooooooooool!