La década perdida

¡Cuba campeón!, la frase repetida en muchas ocasiones por nuestros aficionados años atrás apenas se ha escuchado en la década que transcurre.

Desde el 2015, cuando los Vegueros de Pinar del Rí­o triunfaron en la Serie del Caribe, efectuada en San Juan, Puerto Rico, los criollos no han podido levantar más el trofeo en un torneo importante de béisbol.

Aquella fue una victoria sorprendente. Después de verlos clasificarse agónicamente con una victoria y tres derrotas en la primera fase, pocos pensaron que los pinareños se alzarí­an con el tí­tulo del evento.

Lo que parecí­a un milagro se dio: el elenco criollo cambió de una etapa a la otra y venció en semifinales (8-4), al que habí­a resultado el mejor conjunto del certamen: los Caribes de Anzoátegui (VEN), para luego asestar la estocada final contra los Tomateros de Culiacán (MEX), 3 carreras a 2.

En este periodo Cuba perdió los dos cetros del área que tení­a en su poder: el de los Centroamericanos y del Caribe que guardaban en sus vitrinas desde 1986 y el de los Juegos Panamericanos después de ganarlo en diez ocasiones consecutivas.

En este último caso, luego de caer al tercer puesto en 2011 y 2015, finalizaron en el sexto escalón en Lima-2019 su peor ubicación en justas del Nuevo Continente con el inning más desastroso que recordemos de la Mayor de Las Antillas en una lid de primer nivel.

Cuba hizo ocho carreras en el décimo capí­tulo para romper el empate a una frente a República Dominicana; sin embargo, en el final de ese episodio los dominicanos fabricaron nueve y se llevaron el éxito (10 a 9) y el quinto puesto.

También en este lapso fuera del contexto de certámenes de máximo nivel el béisbol cubano escribió páginas negativas como el primer no hit no run recibido por un equipo de nuestro paí­s el 1.^o de julio de 2015, en el comienzo del tope bilateral entre Cuba-Estados Unidos en el Coleman Field de la ciudad de Cary, North Carolina.

Por otra parte, el 10 de junio de 2016, la selección nacional perdió un par de encuentros frente a los Capitales de Québec, en su estreno en la Liga Canadiense-Americana, algo que jamás le habí­a ocurrido a un plantel criollo.

Tampoco en los campeonatos mundiales juveniles les ha ido bien durante la presente década, pues no lograron imponerse en ninguna de las citas del orbe para bisoños.

Cierto que los tiempos han cambiado, los rivales ya no son los mismos en cuanto a calidad se refiere, pero unido a esto, el nivel de la pelota que se juega en el paí­s ha decrecido por diferentes motivos.