Sobre el tema he comentado en otras ocasiones, pues resulta difícil que la fecha coincida con los Juegos Olímpicos y la pase por alto. Se trata del primer 26 de julio en que después del enero victorioso de 1959, nuestro Comandante en Jefe, Fidel Castro, no estuvo en Cuba para celebrar otro aniversario del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.
¿Y cuál fue la razón que le impidió al líder de la Revolución estar ausente aquel día tan señalado en el país?, pues durante el 23 y 24 de julio de 1992 nuestro Comandante en Jefe presidió la delegación que asistió a la II Cumbre Iberoamericana.
Luego de intervenir en el trascendental evento, Fidel estuvo presente el 25, en Barcelona, en la inauguración de los XXV Juegos Olímpicos de la era moderna.
Transcurrida poco más de una hora de que la canción Barcelona se escuchara en las voces de Monserrat Cabalé y el desaparecido vocalista de Queen, Freddy Mercury, hizo su entrada en el fabuloso estadio de Montjuic, la representación cubana.
Al paso de la embajada atlética criolla, encabezada por su abanderado, el luchador pinareño Héctor Milián Pérez, el Comandante en Jefe, de pie, saludó visiblemente emocionado a los deportistas de la Mayor de las Antillas.
Luego de presenciar la vistosa ceremonia presidida por los reyes de España, el entonces jefe de Gobierno de ese país, Felipe González y Juan Antonio Samaranch máximo dirigente del Comité Olímpico Internacional (COI) hasta el 2001, Fidel y los restantes mandatarios que intervinieron en la Cumbre asistieron a la celebración del Día Iberoamericano, en la Expo Universal de Sevilla.
Coincidió la estancia de Fidel en esa ciudad con el XXXIX aniversario del ataque al cuartel Moncada, hecho que fue recordado por un numeroso grupo de sevillanos que rompió la tranquilidad de la madrugada del 26 de Julio con gritos de «Se siente, se siente, Fidel está presente » y «Fidel, amigo, Sevilla está contigo ».
Luego, el Comandante en Jefe se trasladó hacia Galicia, y el 28 de julio visitó Láncara, lugar donde nació su padre íngel Castro. Al día siguiente, partió de regreso a la Patria.
Al no poder estar Fidel en Cuba el 26 de julio de 1992, se acordó celebrar por primera vez el acto fuera de su fecha exacta y así las actividades centrales en homenaje al Día de la Rebeldía Nacional se desarrollaron en Cienfuegos el 5 de septiembre del propio año, oportunidad en que el líder de la Revolución expresó:
«Como todos sabemos, hoy conmemoramos una doble fecha, el 26 de Julio y el 5 de Septiembre […] algunos sacaron la cuenta de que yo había estado presente en todos los actos por el 26 de Julio, y como en este caso tenía ineludibles compromisos internacionales, inventaron posponer la celebración del 26 de Julio: un gran honor, pero no precisamente un gran favor, porque podía haberse tenido en cuenta que si he hablado durante todos los 26 de Julio de los años de la Revolución, me habrían podido librar una vez… »
Después de 12 años de ausencia, los deportistas criollos retornaron a las citas estivales para escribir su página más brillante en estas lides cuatrienales: ¡quinto lugar entre 169 países!, con una asombrosa suma de 14 preseas de oro, 6 de plata y 11 de bronce, hecho que Fidel destacó, al señalar:
«Una de las características de este acto –dijo además de la doble fecha y del honor que significa para los revolucionarios cienfuegueros, es que también en él rendimos un merecido homenaje a nuestros gloriosos atletas que tan extraordinarios éxitos alcanzaron en las recientes olimpiadas ».