A pesar de la derrota ante Estados Unidos, que le costó la corona a Cuba en la Copa Intercontinental de Béisbol efectuada en Edmonton, 1981, todavía se habla del jonrón de Pedro Medina como emergente por los discípulos de Servio Borges, en el noveno inning en ese juego.
Han pasado 40 años de aquel batazo de cuatro esquinas disparado por el receptor capitalino el 16 de agosto de 1981, que sirvió para empatar el choque en el noveno capítulo contra los estadounidenses, y continúa mencionándose entre los más espectaculares conectados por los peloteros cubanos en eventos internacionales. Incluso, la prensa comenzó a llamar a Medina el Héroe de Edmonton, en un certamen en que el pinareño Luis Giraldo Casanova, el Señor Pelotero, se adueñó de la triple corona.
Aquel día, el receptor abridor por los criollos fue el villaclareño Albertico Martínez, y no Pedro Medina, de quien se dijo que tenía problemas estomacales. Con el paso del tiempo el recio toletero ha dicho en varias entrevistas que él no estaba enfermo, que fue una decisión exclusivamente técnica, pero él le dijo a Servio Borges que al final lo iba a tener que poner.
Así fue. El encuentro estaba en la parte alta del noveno capítulo y la pizarra reflejaba ventaja norteamericana, 5 carreras a 4, y a solo un out del triunfo de los estadounidenses, que tenían en el box al zurdo Ed Vosberg, fue enviado Pedro Medina a empuñar por Albertico Martínez.
Medina no desaprovechó aquel momento y despachó un jonrón para igualar el marcador a cinco a carreras, una alegría que duró poco, pues en la siguiente entrada Pedro Jova, que defendía aquel día la esquina caliente, capturó un roletazo por tercera, pero no tiró a home pensando que era foul y, como consecuencia, los norteamericanos anotaron la carrera necesaria para dejar al campo a los cubanos, 6 carreras a 5. Cuba pudo haber ganado ese importante partido, pero la selección de la Mayor de Las Antillas jugó muy mal en el corrido de las bases.
Siete años más tarde de su vuelacercas más espectacular, Pedro Medina se retiró del béisbol activo, con una cifra de 221 cuadrangulares, que en esa época lo colocaban entre los primeros en ese casillero en series nacionales y selectivas. Después, la lista creció y el hombre que guio como director al conjunto Industriales hacia la conquista del cetro en la temporada de 1995-1996, ha sido sobrepasado por otros jugadores.