Omar Linares, un jugador excepcional en los torneos nacionales y eventos foráneos. (Foto: Tomada de Internet)
Osvaldo Rojas Garay
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21 Agosto 2021
21 Agosto 2021
hace 3 años
Al publicar el artículo sobre el jugador que con más edad ha logrado agenciarse el título de los bateadores en las series nacionales de béisbol, a propósito de cumplir el villaclareño Amado Zamora 68 años, se nos ocurrió la idea de ir al otro extremo, es decir, al pelotero más joven que se ha apoderado de ese importante casillero en nuestros torneos beisboleros.
Pienso que es más fácil responder esta interrogante que la referente a Amado Zamora, pues la mayoría de los seguidores de la pelota cubano no vacilarían en mencionar al vueltabajero Omar Linares Izquierdo, quien alcanzó su primer título de los bateadores en la XXIV Serie Nacional, 1984-1985, al promediar 409 de average, cuando apenas tenía 17 años, 3 meses y 25 días de nacido.
Linares posee igualmente otro récord en nuestro béisbol, que lo identificaban como el Niño Linares, y no por gusto. Cuando arrancó la XXII Serie Nacional, el 18 de diciembre de 1982, el entonces jovencito pinareño apenas tenía 15 años, 1 mes y 25 días de edad, pues había llegado a este mundo en San Juan y Martínez, el 23 de octubre de 1967.
Entre los jugadores que han participado en los campeonatos cubanos de béisbol, hasta donde sabemos, Omar es también el pelotero que con menos edad ha integrado el equipo cubano a un torneo internacional de envergadura, cuando fue llamado a las filas juveniles para sustituir al siempre bien recordado Pedro José Rodríguez Jiménez (Cheíto), a quien separaron injustamente de la preselección nacional por tenencia de unos dólares que le regaló un amigo venezolano en la Copa José Antonio Huelga, organizada en Matanzas, en 1985.
Así, Linares logró un sitio en el elenco cubano que se impuso en la Copa Intercontinental desarrollada ese año en Edmonton, Canadá. Tenía en aquel momento solo 17 años, 9 meses y 7 días.
En la mencionada Copa debutó frente a Nicaragua, el 9 de agosto de 1985. Ese día recibió bases por bolas en su primer turno y, posteriormente, en su segunda aparición, disparó jonrón, para comenzar una cadena de 51 partidos consecutivos bateando de jit en Copas Intercontinentales, la cual se extendió hasta el 2 de agosto de 1997, cuando fue dominado por los lanzadores australianos en la Copa escenificada en Barcelona, España. ¡Qué manera de batear aquel niño!, que después se convirtió en el Gran Omar.