Para saldar una deuda

Varios peloteros de nuestra provincia han desaparecido fí­sicamente en este año 2021, a ellos dedicamos este trabajo.

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El entrenador santaclareño de softbol Miguel Pérez Armenteros junto al presidente Hugo Chávez. (Foto: Cortesía del entrevistado)
El entrenador santaclareño de softbol Miguel Pérez Armenteros junto al presidente Hugo Chávez. (Foto: Cortesía del entrevistado)
Osvaldo Rojas Garay
Osvaldo Rojas Garay
2302
17 Septiembre 2021

Varios son los peloteros que han desaparecido fí­sicamente en nuestra provincia en este 2021. Con excepción de Isidro Pérez Zulueta, el Bombero de Dobarganes, a quien le dedicamos un trabajo en una edición anterior, los demás pasaron inadvertidos, como me comentó el otrora estelar receptor del equipo Cuba, Albertico Martí­nez González.

El primero que falleció fue Edgar Domí­nguez, defensor de la misma posición que Albertico. Era natural del Central Guatemala, en Holguí­n, donde nació el 15 de noviembre de 1944; pero vivió muchos años en el actual territorio de Villa Clara,  donde murió el 12 de enero ví­ctima de un paro cardiorrespiratorio.

Edgar, el más sobresaliente del grupo después de Isidro Pérez, debutó con Las Villas en la temporada de 1966-1967 y se mantuvo durante siete campeonatos; tiempo  en el  que coincidió con Lázaro Pérez, José Látigo Gómez, Juan íngel Simón, y luego apareció Albertico Martí­nez.

Fue el sexto bateador que disparó tres dobles en un partido, hecho que ocurrió el 3 de marzo de 1971, a costa de los lanzamientos de los serpentineros de Henequeneros, para compartir un récord con otros 22 jugadores, hasta que Juan Carlos Millán, vistiendo el traje de Agropecuarios, largó cuatro biangulares contra el pitcheo de Las Villas, el 9 de marzo de 1989.

Edgar integró los equipos Azucareros que se proclamaron campeones en 1971 y 1972, y el de Las Villas que conquistó la Serie de los 10 Millones, en 1970. En la X Serie (1971) tuvo protagonismo en la corona ganada por Azucareros, al conectar un doblete de oro que le permitió a los «dulcí­simos » conquistar el gallardete, al imponerse a los marrones de La Habana, tres carreras a una. Aquí­ es justo destacar también la actuación del monticulista Gaspar Legón, auxiliado por Andrés Curro Leyva y el tirazo de Silvio Montejo a la goma, que acabó con las esperanzas de los capitalinos.

Después supimos del fallecimiento de José Antonio Hoyos, uno de los participantes en la primera serie, en 1962, que jugó en tres campeonatos con Azucareros y uno con Orientales. Sobresalió por tener uno de los brazos más potentes de aquellos tiempos.

También murió  Miguel íngel Pérez Armenteros, el pasado 13 de agosto, a los 70 años, producto de una descompensación de la diabetes. Jugador de cuadro de los elencos de Las Villas en dos certámenes nacionales, Migue integraba una de las familias más deportivas de Villa Clara, pues sus hermanos Conrado y Leonardo Pérez fueron baloncestistas de alto nivel.

El primero formó parte del plantel cubano que más lejos ha llegado en el deporte de los aros y las canastas, con la medalla de bronce en la Olimpiada de Munich 1972 y el cuarto lugar Mundial en Puerto Rico 1974. El segundo basta con decir su apodo: Leonardo Maravilla Pérez.

Años atrás, cuando cumplió misión en la hermana República Bolivariana de Venezuela, Miguel Pérez, quien también practicaba softbol, mantuvo una estrecha relación con el presidente Hugo Rafael   Chávez Frí­as.

En Barquisimeto, Miguel enseñó a las venezolanas a jugar softbol. Entre las aprendices del llamado juego de la bola blanda estaba Rosa Inés, la hija menor de Chávez.

El fallecimiento más reciente fue el de Oscar Robustiano Piedra Quintero, el pasado 1.o de septiembre, a consecuencia de un infarto. Nacido en Florida, Camagí¼ey, el 24 de mayo de 1946, Piedra se estrenó en las series nacionales en la campaña de 1966-1967. Defendió el cuadro de los conjuntos de Las Villas y Azucareros durante cuatro temporadas.

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