Aprovechando la suspensión de la subserie entre Artemisa y Villa Clara, proponemos un Todos Estrellas de la época de oro del equipo Azucareros en los clásicos beisboleros cubanos.
Antonio Muñoz y Pedro José Rodríguez, dos grandes toleteros del conjunto Azucareros. (Foto: Tomada de Internet)
Osvaldo Rojas Garay
3024
13 Abril 2022
13 Abril 2022
hace 2 años
Suspendida la subserie entre los Cazadores de Artemisa y el equipo de Villa Clara, debido a casos relacionados con la COVID-19 de algunos jugadores, para mantener a nuestros lectores en forma, después de haber reseñado días atrás los tres títulos del equipo Azucareros en las series nacionales de béisbol, pensé en lo interesante que sería conformar un Todos Estrellas sobre la selección más fuerte de la antigua provincia de Las Villas, sobre todo en su época dorada, cuando subieron en siete oportunidades consecutivas al podio entre la versión de 1967-1968 hasta la de 1974, período en que se adjudicaron tres cetros y cuatro terceros lugares.
La receptoría tiene un nombre: el del desaparecido Lázaro Pérez Agramonte; el primera base, ni hablar, ese es Antonio Nicolás Muñoz Hernández; en la custodia del segundo cojín me inclino por Emilio Madrazo Morales, en la antesala pondría a Eulogio Owen Blandino Morell y en el campo corto, sin ser un jugador excepcional en la defensa, pero sí un buen bateador para su época, colocaría a José Pérez Rodríguez, quien intervino en las tres coronaciones azucareras. Estos dos últimos ya fallecidos.
En los jardines, el recientemente desaparecido Enrique Oduardo Carvajal, cuarto madero por excelencia del equipo en aquella época, sería el patrullero izquierdo, el bosque central no tiene discusión, con la presencia de Silvio Montejo Boffill, y en el jardín derecho les confieso que no tengo un pelotero bien definido, incluso llamé a Antonio Muñoz para que me auxiliara y le sucedió lo mismo que a mí.
Varios son los candidatos, muchos piensan en el placeteño Juan Canillita Díaz, pero este marchó hacia la provincia de Oriente en 1972. Por ahí pasaron José Zamora, Diego Silé, Ibrahim Martín, Jorge Estrada, Arnaldo Duke Hernández, Osvaldo Oliva y hasta los mismísimos Jesús Oviedo, Owen Blandino y Antonio Muñoz. Entonces coincidimos en colocar en esa pradera tal vez para muchos un poco forzado a Osvaldo Oliva Guerrero, que es muy difícil dejarlo fuera de una selección de este tipo; el espirituano era capaz de jugar varias posiciones del cuadro y los jardines, y en la serie extra contra Mineros patrulló el mencionado jardín.
«Mira, me dijo Muñoz, te propongo tomar una decisión salomónica: que lo escojan los lectores ». Estuve de acuerdo con Cuso, así que se lo dejamos a los cientos de mánager que hay en el pueblo y siempre aportan ideas interesantes.
Lanzadores derechos escogí dos: José Antonio Huelga Ordaz y Rolando Macías Rodríguez. Para mí, Huelga a quien le dediqué un libro que debe salir a la luz en la Feria del Libro, aquí en Villa Clara es uno de los mejores serpentineros que han transitado por las series nacionales de béisbol.
Pero estamos hablando de la época dorada del equipo Azucareros y ambos reúnen méritos suficientes para esa distinción. El Héroe de Cartagena lanzó un juego de cero jit cero carrera, ganó 15 o más juegos en dos temporadas y le dio el título a los carmelitas en la XI Serie, al superar a Mineros, dos carreras a cero en el choque decisivo.
Macías compartió el liderato de más partidos ganados con el zurdo Santiago Changa Mederos, en la campaña de 1968-1969, con 17, y tejió una cadena de 21 victorias consecutivas con el uniforme de los dulcísimos. Ambos, Huelga y el músico de San Fernando de Camarones, participaron en los tres campeonatos obtenidos por Azucareros.
En cuanto al serpentinero zurdo, existen dos fuertes candidatos, ambos voltenses: Leonel García Cartaya y Aniceto Montes de Oca Rodríguez, este último autor de un desafío de cero hit cero carrera contra Pinar del Río, en enero de 1971. Pudiera barajarse también a Carlos Gálvez García, pero la gran serie del zurdo de Jicotea fue con Las Villas en la versión de 1967-1968, con 14 sonrisas y 8 lechadas.
Como relevista derecho escogería a Andrés Curro Leyva, ganador de uno de los juegos de la serie extra contra Mineros en 1972, y un año antes, en 1971, aseguró el campeonato para los carmelitas con un gran relevo. Muñoz me dijo: «el Curro fue para nosotros como el Isidro Pérez de las series selectivas ».
Les ofrezco un dato impresionante, el Curro en las tres coronaciones de los carmelitas relevó en 54 partidos, ganó 13 y perdió solamente uno, aún siendo relevista.
Si quisiéramos escoger un taponero zurdo, este podría estar entre los fallecidos Román Telo íguila y Ronel Sardiñas González, el Coqui, de Aguada de Pasajeros.
Las riendas de los Azucareros se las daría a Servio Tulio Borges Suárez, quien llevó a los carmelitas a la conquista del gallardete en 1968-1969 y 1972, y al tercer puesto en la contienda de 1969-1970.
Al oriundo de Guantánamo le confiaría el colectivo técnico que trabajó con él por esos años, en el que no podrían faltar Pedro Natilla Jiménez, Pedrito Pérez Delgado, Pablo García, Arnaldo Raxach, Juan Suárez, Clodomiro Valdés y Alberto Galleguito Sánchez.
Insisto en que los escogidos formaron parte de la legión de peloteros que llevó a los Azucareros a su época brillante en la pelota cubana. Lamentablemente, a Pedro Jova, el Novato del Año en 1972, lo separaron injustamente en la serie de 1974; cuando regresó, ya el conjunto estaba en picada, hasta su desaparición en 1977.
De esta última época recordamos a los novatos del año: Roberto Ramos (1973), Pedro José Rodríguez (1974) y Lourdes Gourriel (1977), y al recientemente fallecido Sixto Hernández. Otro nombre a mencionar es el de Héctor Olivera, que aunque debutó en 1972, no tuvo actuaciones destacadas en sus primeras series.
Ahora confeccione usted su Todos Estrellas de los Azucareros. La idea es, sobre todo, recordar a aquellos peloteros que tanta alegría y gloria le dieron a la antigua provincia de Las Villas, que con la división político-administrativa de 1976 se multiplicó en tres territorios: Cienfuegos, Villa Clara y Sancti Spíritus. Así pues, demos la voz ¡de play ball!, y hágale también swing al concurso que por los 60 años de la fundación de las series nacionales de béisbol y del periódico Vanguardia estamos realizando.