Un campeón olímpico y otros ilustres en Vanguardia
En el aniversario 60 de su fundación, Vanguardia recuerda la visita a nuestra redacción de varios deportistas, entre ellos la de Dayron Robles, campeón olímpico en Beijing en los 110 metros con vallas.
El monarca de la carrera de los 110 metros con vallas en Beijing (en el extremo derecho) dialoga con varios redactores del periódico. (Foto: Carolina Vilches Monzón/Archivo de Vanguardia)
Osvaldo Rojas Garay
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08 Agosto 2022
08 Agosto 2022
hace 2 años
A finales de la primera década del presente siglo estuve bastante cercano a Dayron Robles Planas, gracias a mi amigo ranchuelero Santiago Antúnez, el llamado orfebre de los vallistas cubanos y entrenador del guantanamero.
Casi todos los años los pupilos de Antúnez, quien ganó el galardón como el mejor entrenador del mundo en 2010 por la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), hacían una especie de base de entrenamiento en Santa Clara, y en el 2008 se me ocurrió la idea de decirle a Santiaguito que invitara a Dayron al periódico y después a una conferencia de prensa en el Salón Eco, petición que Dayron aceptó.
Así, Vanguardia se dio el lujo de recibir el jueves 25 de diciembre de 2008 a un deportista que había vivido una temporada de ensueño con su título olímpico en Beijing y su primacía mundial establecida en Ostrava, el 12 de junio, al recorrer los 110 metros con vallas en 12.87 segundos, registro que en la actualidad se sitúa como el cuarto mejor de todos los tiempos en esta distancia.
Durante casi dos horas Dayron, Santiaguito y el equipo nacional de vallas, que cumplimentaban su preparación para el Mundial de Alemania, en 2009, departieron con nuestros colegas. Dayron, Lord del Guaso, me confesó que era la segunda ocasión que visitaba un periódico, pues ya había estado en Venceremos, en su provincia natal.
Después de recorrer toda la editora y sostener un ameno diálogo, organizamos una conferencia de prensa en el Salón Eco, donde los periodistas y aficionados le hicieron varias interrogantes. Durante la conversación, el estelar vallista afirmó que era un seguidor del béisbol, que sus equipos favoritos eran Las Tunas y Sancti Spíritus, pero cuando venía la postemporada y Santiago de Cuba estaba involucrado había que irle al «monstruo ». Catorce años después de aquel encuentro con los periodistas de Vanguardia, podemos afirmar que las palabras de Dayron funcionaron, sin querer, como una especie de maldición para las Avispas, porque, precisamente, desde ese 2008 no se han vuelto a coronar en nuestros campeonatos nacionales.
Buck Canel en busca de Martín Dihigo
En 1969 don Martín Magdaleno Dihigo Llanos ingresó en el Hospital Regional de Cienfuegos, producto de una dolencia cardíaca. Corrieron rumores de que el Inmortal había fallecido, los cuales fueron desmentidos por Miguel íngel Pérez Cuéllar, cronista de Vanguardia, quien lo visitó en Cruces.
La falsa noticia trascendió y llegó a oídos de Eloy Buck Canel (1906-1980), el argentino-cubano-norteamericano, reconocido como el narrador de béisbol de habla hispana más famoso en Estados Unidos, donde fue la voz en español de los Yankees y Mets de Nueva York en la década de los 70 del pasado siglo.
Canel arribó a Santa Clara con el propósito de trasladarse a Cruces para dialogar con Dihigo. Lo acompañaron el mencionado periodista Pérez Cuéllar y el carismático narrador Héctor Lino Alomá Fontanills.
Durante su permanencia en Santa Clara, el jueves 29 de mayo de 1969, Buck Canel, inducido al Salón de la Fama en 1985, departió con periodistas y trabajadores del periódico Vanguardia.
Otros ilustres que nos han visitado
Nuestra redacción tuvo hasta 1993 una vecina especial, la esgrimista Alina Expósito, medallista de plata en florete por equipos en los Juegos Panamericanos de Winnipeg 1967, y los Juegos Centroamericanos y del Caribe 1966. Ella me contó los detalles del recibimiento que le dieron en el periódico al regresar de los Centrocaribes de San Juan, Puerto Rico, donde formó parte de la llamada Delegación de la Dignidad. Relató la otrora estelar esgrimista que a veces traía un cafecito y escribía algunas décimas para Melaíto, y se las entregaba a Roland.
A lo largo de estos años estuvieron en nuestro periódico el velocista Jacinto Ortiz, el lanzador íngel Catayo González, pugilistas de la talla del fallecido Andrés Molina, medallista de oro en los Panamericanos de Winnipeg 1967, y Rafael Cárdenas, integrante de la escuadra mundialista en Múnich 1982.
También acostumbraba venir asiduamente Rosendo Lazo, quien casi siempre terminaba contando con orgullo la pelea que en un cartel especial le ganó al puertorriqueño José Luis Vellón, medallista de bronce en los 60 kilogramos en el Mundial de La Habana 1974. Un caso curioso fue el de otro expugilista, Rigoberto Alfonso, quien participó en los Juegos Panamericanos de Chicago 1959 y luego se convirtió en uno de los principales corresponsales voluntarios de Vanguardia.
En nuestra redacción entrevisté a Reinaldo Díaz (Macho Colás), fundador de las series nacionales de béisbol; a la softbolista Anisley Gutiérrez, cuando era una jovencita llegada de los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2006, y a la estelar portera de polo acuático Sheila Gómez.
Con el voleibolista Keiber Gutiérrez fue diferente, pues dialogamos en la recepción, tras su regreso de Italia, donde formó parte del equipo cubano que conquistó medalla de plata en el Campeonato Mundial de 2010.
La lista de huéspedes es bastante extensa y en los recuentos, lamentablemente, siempre quedan muchos por mencionar. Este grupo es una muestra de los tantos deportistas que nos han honrado con su visita, y gracias a las conversaciones sostenidas con ellos hemos conocido interioridades del deporte, aquellas que no se ven en los escenarios de competencia.
Entre los que han pasado por la redacción, hemos visto crecer campeones. En el 2005 entrevisté para la sección Prospectos a un muchacho medio gordito de unos 12 años. El pequeño me dijo en aquella oportunidad que su meta era convertirse en el primer Gran Maestro de Caibarién. Perdió unas cuantas libras, creció y su sueño se hizo realidad en el año 2019, cuando obtuvo el pergamino de GM. ¿Su nombre?: Elier Miranda Mesa, quien ya le ha arrancado 29 hojitas al almanaque. Cuando lo veo me pongo a pensar en aquel tema del argentino Alberto Cortez (1940-2019): ¡Hay que ver... hay que ver... cómo pasan los años!