El domingo 13 de agosto de 1961, nuestro Comandante en Jefe cumplió 35 años y los celebró de una manera especial, pues ese día comenzó en La Habana el V Campeonato Mundial Juvenil de Béisbol con la participación de cuatro equipos, y Fidel fue invitado a lanzar la primera pelota, que resultó un strike perfecto recibido por su compañero de batería, Osvaldo Dorticós Torrado, entonces presidente.
A las 2:30 p. m. hizo su entrada el líder de la Revolución por el túnel que conducía al terreno. Acto seguido comenzó el desfile de los abanderados, y la Banda de Música del municipio de La Habana interpretó la marcha del 26 de Julio.
Los integrantes del equipo mexicano, primeros rivales de los criollos en la cita juvenil del orbe, le solicitaron al primer ministro cubano que les autografiara una pelota y, por supuesto, el Comandante los complació. Así, además de la grata estancia en nuestra patria, los aztecas se llevaron para su país un recuerdo personal de la máxima figura del gobierno revolucionario.
El juego inaugural entre Cuba y México constituyó un digno espectáculo para abrir el campeonato y un excelente regalo de cumpleaños para Fidel. La selección local salió vencedora por diferencia mínima: una carrera a cero.
Los triunfadores fabricaron la única anotación del desafío en el cuarto episodio frente a los envíos de Fidel Vega, gracias a un fly de sacrificio del torpedero Santiago Pérez, que le abrió las puertas del home a Reinaldo Vento.
El derecho Manuel Hurtado, que después integraría el conjunto de mayores al Mundial de Barranquilla y Cartagena, y los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Ciudad Panamá, ambos en 1970, se acreditó el primer éxito de la justa, con una estupenda faena a lo largo de los nueve episodios, en los que toleró un par de imparables la misma cantidad que su adversario y ponchó a seis bateadores contrarios.
Pero en la fecha de clausura del certamen, México se desquitó, 10 a 6, frente a Hurtado y se adjudicó su tercer título en estas lides, con 5 ganados y un descalabro, mientras Cuba finalizaba en la segunda plaza (con 4 y 2) escoltada por Panamá (3 y 3) y Aruba, que no pudo salir airosa en ninguna de sus seis presentaciones, e, incluso, el criollo Manuel Amorós Hernández le propinó no hit no run, además de recetarles 19 ponches.
Felices coincidencias
El 13 fue un número de felices coincidencias deportivas en la vida de Fidel. Exactamente el 13 de agosto de 1926, cuando nació nuestro líder histórico, quedó constituido de manera provisional el Comité Olímpico Cubano. Al cumplir Fidel 13 años, el 13 de agosto de 1939, Cuba, con Conrado Eugenio Marrero Ramos, el Guajiro de Laberinto, en el box registró su primera victoria contra Estados Unidos en campeonatos mundiales de béisbol, en un desafío que culminó: ¡13 carreras a 3!
El regalo de Ana Fidelia
Cuando el 22 de enero de 1993 Ana Fidelia Quirós (también conocida en el deporte como Ana Fidelia Quirot) sufrió un accidente casero que le provocó quemaduras en más del 38 % de su superficie corporal y estuvo en peligro su vida, una de las mejores medicinas en su recuperación fue la constante presencia y preocupación del Comandante en Jefe.
La Tormenta del Caribe logró sobrevivir, y ese mismo año compitió en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Ponce, Puerto Rico, donde obtuvo el metal plateado en las dos vueltas al óvalo, detrás de la surinamesa Letitia Vriesde.
Poco tiempo después, Ana Fidelia participó en el Campeonato Mundial de Atletismo celebrado en Gotemburgo, y allí consiguió la presea de oro en los 800 metros planos. Era el 13 de agosto de 1995, y Ana, agradecida, reciprocó los desvelos del mandatario cubano con un hermoso regalo: un título mundial, el día del cumpleaños 69 del Comandante.