Como se conoce, la I Liga Élite del Béisbol Cubano, destinada a elevar el techo de nuestra pelota, no comenzó este sábado 8 de octubre como se había previsto.
(Gráfico: Redacción Digital/Fotos: Tomadas de Internet)
Osvaldo Rojas Garay
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09 Octubre 2022
09 Octubre 2022
hace 2 años
Sin acomodarse en la caja de bateo, ya a la I Liga Élite del Béisbol Cubano le cantaron el primer strike.
Pudiera ser entendible la razón que explica la Comisión Nacional de Béisbol en su nota de prensa, pero lo inadmisible es que hayan repetido una y otra vez que el torneo comenzaba este sábado 8 de octubre con el enfrentamiento entre Agricultores y Tabacaleros, y que pocas horas antes de la fecha programada para iniciar el certamen se anunciara su postergación.
En lo particular, antes de publicar una información trato de realizar un sondeo por las fuentes para asegurarme de que las cosas marchan bien, esto lo aprendí en los tantos años que llevo en la profesión.
El pasado miércoles 5 de octubre, al no celebrarse el congresillo técnico de la justa, llamé a la Comisión Nacional y me dijeron que lo habían cambiado para el viernes 7; esto alimentó mis sospechas de que era difícil que el evento arrancara este sábado
Le pregunté al compañero que atendió mi llamada que si se mantenía la fecha inaugural, y me contestó que sí, además de asegurarme que comenzaría a las 2:00 p. m. de la tarde.
Entonces redacté mi información para el periódico Vanguardia impreso de los sábados, y al siguiente día se anunció la suspensión de la fecha inaugural de la justa. Con la página ya diseñada hubo que montarse en patines para, a la hora de «recoger los bates », rediseñar la página; por suerte, casi siempre tengo una bola escondida para sacarla en situaciones como esta.
Desde el mismo instante en que se anunció la integración de los equipos empezó la polémica, motivada por aquellos combinados que agrupan provincias que nada tienen que ver entre sí, y, también por los nombres poco atractivos de algunos elencos, como Portuarios.
La Liga tendrá que vencer varios retos; uno de ellos, la identidad de los aficionados con los equipos creados y hasta la de los propios peloteros con esos planteles: ¿Qué bandera defenderán?, pues en sus plantillas agrupan jugadores de dos o tres territorios. Otra cosa muy importante, si se supone que esta lid tiene un rango superior al de la Serie Nacional, ¿qué remuneración recibirán los jugadores?
Sin duda, la Serie de los Diez Millones (1970) y las selectivas organizadas entre 1975 y 1992 han sido las porfías beisboleras más fuertes que se han realizado en el país después de 1962. Estas lograban llenar de punta a punta los estadios, pues todavía estaba reciente la división político-administrativa de 1976 y los aficionados de los antiguos territorios se sentían hermanados como sucedía aquí con Las Villas (Villa Clara, Cienfuegos y Sancti Spíritus), segundo combinado más ganador en esos clásicos con cuatro títulos, únicamente superado por Pinar del Río, que conquistó seis cetros.
Aunque a finales de los 80 y principios de los 90 del pasado siglo, tuve la oportunidad de participar varias veces en las conformaciones del plantel villareño y fui testigo de cómo las cosas comenzaron a cambiar: desde a qué provincia le tocaba ser el cuartel general del conjunto cada año hasta ver qué territorio aportaba más peloteros al equipo.
Recuerdo una oportunidad en que un miembro de la dirección de deportes de Sancti Spíritus quería incluir en la receptoría al fomentense Víctor Muñoz en lugar del villaclareño íngel López, un talentoso enmascarado que venía subiendo como la espuma. Finalmente, este último resultó el elegido.
Luego de aquel gran espectáculo que significaba la Serie Selectiva, hubo intentos de revivir algo similar y se efectuaron tres Súper Selectivas, dos Copas Revolución y cuatro Súper Ligas, las cuales no despertaron el interés de los clásicos élites que se realizaron entre 1975 y 1992.
Siempre estuve al lado de los que pedían la celebración de un certamen que ayudara a subir el techo de nuestro béisbol; no obstante, temo que en esta controversia ocurra lo mismo que en las que mencioné anteriormente. Ojalá la afición haga suya esta justa, los estadios se llenen y los jugadores lo entreguen todo en el terreno, para que podamos disfrutar un buen espectáculo con la concentración de los mejores peloteros que juegan en el país. Por mi parte, parafraseando al difunto meteorólogo Armando Lima Ojitos (1949-2005) quien fuera uno de los presentadores del estado del tiempo en el Noticiero Estelar de la Televisión, a la primera Liga «le deseo lo mejor ».