La Habana, 19 oct (ACN). A la selección cubana de béisbol sub-23 años le duró apenas dos horas el sueño de avanzar a la Super Ronda del Campeonato Mundial y, víctima de su escasa producción ofensiva, deberá discutir los lugares del siete al 12 en el torneo con sede en Taipéi de China.
En el último juego de la etapa clasificatoria, por el grupo B, la tropa del mentor cienfueguero Alain ílvarez se impuso 3-1 a Australia con buen picheo y apoyada en el madero del granmense Guillermo García, quien remolcó dos de las tres carreras. Pero había que esperar por los resultados de los siguientes cotejos.
Y apenas dos horas después, cuando se sufre en demasía por esperar a lo que hagan los demás equipos, los cubanos vieron desmoronarse sus aspiraciones con el triunfo 4-1 de Países Bajos contra Puerto Rico.
Con una pálida cota de 21 jits, siete carreras anotadas en 34 innings (cinco partidos) y exhibición de dos triunfos y tres derrotas, no se puede aspirar a grandes resultados.
Una vez más, el picheo se comportó a gran altura, pero no fue apoyado ofensivamente. Los primeros bates en la alineación pisaron muy poco la primera base en sus respectivos turnos madero en ristre y, además, faltó el batazo preciso para remolcar carreras cuando existió la posibilidad.
En el anterior Mundial sub-23, el equipo Cuba había ocupado la cuarta posición.