Si hay un púgil que con toda seguridad acaparará la atención en el XXII Campeonato Mundial de Boxeo que se efectuará en Taskent, República de Uzbekistán, a partir de mañana lunes 1.o de mayo, ese será Julio César de la Cruz (92 kg).
Dos motivos para que el camagüeyano esté en la mira de expertos y aficionados son la posibilidad de igualar con Félix Savón en títulos dorados y en total de preseas.
El trimonarca olímpico guantanamero culminó su trayectoria por estas lides con seis cetros y un metal de plata, mientras que el tinajonero suma cinco medallas áureas y una de bronce.
La Sombra —como muchos lo llaman— subió a lo más alto del podio por primera ocasión en el 2011, luego se mantuvo en el trono en las citas de 2013, 2015 y 2017; pero en 2019, Ekaterimburgo, tuvo que contentarse con la presea de bronce.
En la más reciente cita del orbe, en 2021, retornó al sitio más alto del estrado de premiación, para ajustarse su quinta faja y ayudar a la escuadra de la mayor isla del Caribe a conquistar la supremacía en el duro deporte de los puños. Con 33 años, la porfía venidera debe ser la última del camagüeyano en campeonatos de esta envergadura.
Cuba ha sido la gran animadora de estos torneos, en los cuales archiva 80 metales dorados desde que el desaparecido Jorgito Hernández se agenció el título de los 48 kg en el primer Mundial celebrado en La Habana, en 1974, donde también reinó en los 75 kilos un púgil oriundo de la próxima sede: Rufat Riskiev, el fuerte pegador reconocido como el Tigre de Taskent.