La Rosa y Zamora merecen una buena despedida

Tal como sucedió en la pasada tempora­da, en la que no vimos mascota en mano a Yulexis La Rosa Águila agachado en home, a partir de esta contienda también se extraña a Andy Zamora Farrés en la defensa de uno de los bosques o bate en mano.

Son dos de los jugadores que más años le dedicaron a la pelota en la provincia, pues durante 21 series lucieron la franela anaranjada, a una sola de empatar con el legendario Ariel Osvaldo Pestano Valdés, quien vistió en 22 campeonatos el prestigioso uniforme villaclareño.

Si menciono a Yulexis y al Dibu de Sierra Morena es porque pienso que ambos jugadores merecen una buena despedida aquí, en el cuartel general de los Leopardos, donde entregaron gran parte de su juventud.

La Rosa no fue un receptor cualquiera, a pesar de coincidir con un monstruo de la posición como Pestano, a quien el ex big leaguer José Ariel Contreras Camejo sigue considerando como el mejor en­mascarado que le recepcionaba sus lan­zamientos.

El quemadense, tras un año inactivo, ocupa el octavo puesto entre los receptores que más ladrones capturan en el béisbol criollo con un 51, 6 % de cogido robando, en una relación que encabeza el avileño Roger Machado, con 58,5 %, escoltado por Ariel Pestano (56,5 %) y Albertico Martí­nez (56,4 %), ocupantes de la segunda y tercera plaza en ese casillero, respectiva­mente.

Llegó a incluirse en las nóminas de los planteles cubanos que participaron en la Copa Intercontinental de 2010, los Juegos Panamericanos de 2015 y los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 2014 y 2018.

En cuanto al Dibu, es heredero de uno de los mejores hombres proa que han desfilado por las series nacionales, Amado Leovigildo Zamora Portilla, el bólido de Sierra Morena. Cuatro temporadas con más de un centenar de indiscutibles y un average de 313 de por vida, constituyen dos buenas credenciales para que la afi­ción beisbolera villaclareña le ofrezca un merecido adiós en la pelota activa a un jugador que tanta alegría le proporcionó a Villa Clara.