Comparar etapas, resultados o medallas suele ser insostenible por estos días. Indagar en las actuaciones, un poco distantes en el tiempo, hace engorroso el trabajo periodístico. El acompañamiento del que proveemos para las historias carece de profundidad en el palmarés internacional. Solo un cuarto de la delegación reitera su presencia en el evento y la expectativa incrementa con el paso de los días.
Hasta el momento, nada de reproches o críticas para los más jóvenes. El desempeño deja sus frutos en cada competición. Hoy, un total de 78 medallas adornan el marcador. Veintiséis es el número indicado para cada escaño. El tercer lugar parece agenciarse cuatro letras en la justa.
Para destacar las últimas presentaciones tenemos el debut plateado del boxeo femenino, llegado en los guantes de Legnis Cala Massó; el récord nacional y de los Juegos Centroamericanos y del Caribe en los 4x100 metros libres de las sirenas cubanas, el título de Diorges Escobar en la barra fija de la gimnasia, y el oro de Reidy Cardona, Carlos Ajete, Roberto Paz y Leduar Suárez en el cuatro par de remos cortos en el canotaje.
Los segundos lugares desembarcaron en las canoas de Milena Vargas en single scull, Milena Venega y Ana Jiménez en doble scull peso ligero y del cuatro par mixto sin timonel; para sumar tres títulos y siete segundos lugares en las habilidades del remo cubano.
En gimnasia artística resalta la plata de Pablo Pozo en las paralelas y de Yohendry Villaverde en el caballo de salto. Mientras, el pentlatón moderno obtuvo los subtítulos de Lester Ders y Marcos Rojas, en la especialidad de relevo masculino.
Las féminas sumaron bronces en la prueba de velocidad en el ciclismo, y el pentatlón en su categoría de relevo. Entre las notas sobresale la actuación de Laina Pérez y Jorge Grau en la pistola aire a diez metros y la plata de Maykel Moyet en raquetbol.
La nota discordante la ponen los deportes colectivos. A pesar de la final alcanzada por el balonmano femenino, la victoria de los voleibolistas cubanos en su primera presentación centroamericana y los resultados del hockey sobre césped; el elenco femenino del baloncesto y la dupla del voleibol de playa quedaron por debajo de las expectativas. A ello se suma la incipiente producción metálica del boxeo y el sinsabor que trajo consigo el play ball al Cuba de béisbol.
Tras los dos títulos, una plata y dos bronces, el buque insignia de Cuba quedó por debajo de los pronósticos y supuso la peor actuación de esta disciplina en las lides regionales. El béisbol, por su parte, apuesta por salvar la honra en un evento donde, hace una década, tarareaban el estribillo: el oro es mío, repártanse la plata y el bronce.
San Salvador 2023 despierta grandes expectativas. El tenis, el tiro, la natación y las pesas suplen las carencias de los deportes insignias que complementan la actuación cubana (béisbol, boxeo y baloncesto). Para las jornadas del resto de semana se espera la recopilación de preseas mediante la discusión de varios títulos en las disciplinas de balonmano (en su rama femenina) y lucha, así como el comienzo de otras actividades con posibilidades para ocupar la cima de sus eventos.