Nuestros primeros campeones

Recuento de los primeros campeones villaclareños en Juegos Panamericanos. 

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Osvaldo Rojas Garay
Osvaldo Rojas Garay
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15 Septiembre 2023

Tuvieron que pasar 16 años para que un villaclareño subiera individualmente a lo más alto del podio en citas panamericanas, gracias a los puños del boxeador ya desaparecido Andrés Molina, triunfador en los 67 kilogramos en los V Juegos efectuados en Winnipeg, en 1967.

Lázaro Pérez, uno de los integrantes del equipo campeón en el béisbol de los Juegos Panamericanos de Sao Paulo 1963. (Foto: Archivo del autor)

Molina, entonces representante de la antigua provincia de Las Villas, estuvo impresionante al salir airoso por fuera de combate en tres de las cuatro peleas que desarrolló. Por esa vía superó a Linfer Contreras (Colombia), Frederick Fuller (Canadá) y Alonso Ramírez (México).

Solo el argentino Mario Guillote escapó a la fuerte pegada del cubano. En esa confrontación la mayor isla del Caribe coronó a otros dos púgiles: Enrique Regüeiferos  (60 kilogramos) y Rolando Garbey (71).

Cuatro años atrás, en Sao Paulo 1963, Cuba recuperó el título en el béisbol y entre sus integrantes estaba Lázaro Pérez Agramonte, quien se convirtió en el primer villaclareño en alcanzar una presea dorada en deportes colectivos.

Lázaro, a nuestro juicio el mejor receptor criollo en las 15 primeras series nacionales, no jugó la posición que lo hizo famoso, pues defendió la intermedia, el bosque central y el derecho. Curiosamente, lo enviaron a batear nada menos que por Miguel Cuevas en uno de los encuentros frente a Venezuela y disparó jonrón.

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Ramón Jesús Miranda Echevarría

Lunes, 18 Septiembre 2023 10:25

Dos grandes del deporte villa clareño Molina y Lázaro Pérez EPD los dos fueron excelentes en su deporte con resultados en el país y en competencias internacionales, saludos.

Pedro Nolasco

Lunes, 18 Septiembre 2023 07:28

Saludos Osvaldo y todos.
Tengo entendido que Lázaro era de Caibarién, pero sus primeras actividades de Serie Nacional fueron en la Habana y como center field. Su velocidad de piernas y fortísimo brazo le permitían desempeñarse casi en cualquier posición.
Al regresar a las Villas se dedicó más a la receptoría y durante muchos años fué el dueño de esa posición, tanto en VC como en el equipo nacional.
Sus tiros a las bases en los intentos de robo eran cañonazos y su manera fuerte y habilidosa de bloquear el home a los corredores que intentaban anotar se hizo muy respetada por ellos. No era un bateador de 300 (que casi no los habían en aquellos tiempos) pero fué muy opotuno bate en mano en momentos importantes.
Aún así, según los lanzadores de aquella época, su mayor virtud era su habilidad para dirigirlos ante los bateadores contrarios.
Tengo entendido que después de su retiro como jugador activo dirigió el equipo provincial una o dos temporadas con buen resultado.