«Nos levantamos esa mañana con la llamada y enseguida salimos para La Habana, sin saber con qué nos íbamos a encontrar. Al llegar, el estado de mi hijo era crítico inestable, al borde de la muerte», relata Luis Manuel Cañabate ante los micrófonos agramontinos. Recordar las primeras horas del fatídico 12 de noviembre de 2022 supone la resurrección del mismísimo infierno. La gravedad del politraumatismo intimida, incluso, a los propios médicos.
«Todo eso fue muy duro de asimilar, a pesar de que mi esposa es enfermera terapista y yo, médico clínico —asegura el padre en entrevista al periódico Adelante—. Hemos trabajado toda la vida con este tipo de casos. Sabemos cómo enfrentarnos a los pacientes, pero cuando es el hijo de uno, que estaba sano hasta ese momento... es muy devastador verlo en esas condiciones».
El multimedallista de los Juegos Panamericanos Junior de Cali 2021 en la modalidad de clavados, Luis Gustavo Cañabate Álvarez, cayó desde el tercer piso de la plataforma de la Escuela Superior de Formación de Atletas de Alto Rendimiento Giraldo Córdova Cardín, y a sólo 11 meses del accidente participa en los XIX Juegos Panamericanos Santiago de Chile 2023. «Los primeros cinco días fueron los más difíciles, estaba inestable, con arritmias y complicaciones propias de estado de gravedad», detallan sus padres en conversación con la prensa camagüeyana.
Según los médicos, el accidente provocó fractura de mandíbula, de pelvis y de la mano derecha. La presión psicológica era fuerte y los dolores musculares aumentaban con el comienzo de la rehabilitación.
El calvario fue constante; pero, para su madre, Yurisan Álvarez Viamontes, algo siempre estuvo seguro: “Rendirse no era una opción”».
«Psicológicamente, fue muy difícil para mí la silla de ruedas. Estuve en ella tres meses. Cuando llevaba dos, algunas veces escondido de mi mamá me paraba, aprovechaba para orinar y luego me sentaba. Sentía mucha impotencia. Eso no lo aguanta nadie. Sin embargo, paso a paso lo conseguí», afirma el atleta en entrevista a Cubadebate.
La sensación de ahogo e incertidumbre irrumpieron varias veces en el pequeño Quijote de 20 años. El deseo de volver a lo alto de las plataformas para volar hacia el agua recorría cada milímetro de un espíritu acompañado por los más fieles escuderos. Su Dulcinea vestía de azul y los molinos de viento impedían que la más cuerda de las locuras se convirtiera en milagro. Tras los primeros dos meses de gravedad en el hospital Hermanos Ameijeiras, Cañabate fue trasladado al «Amalia Simoni», de Camagüey, donde un equipo multidisciplinario asumió la rehabilitación del sexto lugar en la plataforma sincronizada a diez metros del Campeonato Mundial de la Federación Internacional de Natación (FINA) en Budapest, Hungría 2022. Especialistas en Ortopedia, maxilofaciales, psicólogos y neurólogos guiaban los avances del paciente.
El trastorno del sueño y los problemas de movilidad poco a poco iban cediendo terreno. El retorno no parecía un sueño descabellado. «El 13 de agosto pasado volamos a La Habana, justo cuando el equipo nacional de clavados regresaba de Rusia; ese mismo día retomó sus entrenamientos y al mes ya había recuperado gran parte de su forma física. Pasó las pruebas de control para asombro de los entrenadores, que no dudaron en seleccionarlo para Santiago 2023», rememora Luis Manuel Cañabate.
Ahora, el trampolín hizo posible el deseo añorado. Desde la altura de un metro y los tres metros sincronizados, el agramontino vistió de gala el sexto y séptimo escaño obtenido en Santiago 2023. Presenciar el retorno es un hecho indescriptible. El Quijote de Camagüey venció sus molinos para tomar de la mano a su Dulcinea.
«Tengo la sensación de que me acosté a dormir, tuve el accidente y me levanté al otro día de nuevo en la piscina», comenta el joven campeón panamericano de 2021. «Siempre lo tuve en mi mente, porque el clavado fue primero mi sueño y luego mi vida. Todo el tiempo se lo he dedicado, desde que comencé con cuatro años», dice el clavadista, aún con ciertas dificultades en la mano derecha, donde tendrán que realizarle un nuevo procedimiento para lograr mayor movilidad. Competir en los Juegos Panamericanos constituye la meta principal de cualquier atleta de alto rendimiento.
Medir fuerzas a nivel continental resulta un esfuerzo inconmensurable; pero, para quien venció la muerte y se recuperó en diez meses, la grandeza radica «en las nuevas oportunidades que nos brinda la vida». Por el momento, la plataforma espera por una completa recuperación, aunque, si de algo podemos estar seguros es de que para Luis Cañabate Álvarez ser campeón es el milagro justo tras haber empezado de cero.
Viernes, 27 Octubre 2023 09:50
Éxitos para el campeón, saludos.