Rolando Garbey, campeón mundial en la primera cita del orbe celebrada en la Habana, en 1974, y el primer boxeador cubano en conquistar tres coronas consecutivas en Juegos Panamericanos, falleció después de permanecer varios días ingresado en el hospital Hermanos Ameijeiras.
El insignie pugilista, quien se formó bajo la pupila ganadora del profesor Alcides Sagarra, fue también un destacado entrenador de las selecciones nacionales de la Mayor de las Antillas, responsabilidad que también desempeñó a la órdenes del laureado técnico.
En Juegos Olímpicos, Garbey logró la medalla de plata en la cita de México, en 1968, y el bronce, en la justa de Montreal, en 1976. Obtuvo, además, los títulos de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Panamá-1979 y Santo Domingo-1974.
Amante fiel del beisbol y practicante del deporte de las bolas y los strikes, era un cubano por encima de cualquier trofeo de los que ganó. Bailador como pocos, disfrutaba de la música, tanto como una victoria sobre el ring, y en esos pasillos era también difícil de vencer.
Nació el 19 de noviembre de 1947, contaba al morir con 76 años. El movimiento deportivo y Cuba están de luto, pero al propio tiempo celebra la vida de este cubano, siempre con su sonrisa a flor de labios, y con una broma para distender cualquier ambiente raro.
Granma hace llegar a sus familiares y allegados sus condolencias por tan triste noticia.