El estrellato de un plus a gradas vacías

El pasado 28 de enero comenzó, en Matanzas, la Serie de Estrellas 2024, evento corto que se disputará hasta el 1.o de febrero, en el estadio Victoria de Girón.

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Vanguardia - Villa Clara - Cuba
Matanzas debuta con victoria ante Venezuela en Serie de Estrellas. (Foto: Tomada de Internet)
Niurys Castillo Hernández
Niurys Castillo Hernández
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01 Febrero 2024

Conservar la efervescencia y la pasión no resulta tarea fácil. Sin embargo, la motivación y los intereses dependen de las circunstancias.

El pasado 28 de enero comenzó, en Matanzas, la Serie de Estrellas 2024, evento corto que se disputará hasta el 1.o de febrero, en el estadio Victoria de Girón. Como logro apuntamos la participación internacional de los equipos de México y Venezuela, y la incorporación de las Pequeñas Ligas, mediante el juego de exhibición entre Matanzas y San Antonio de Los Baños (Artemisa).

Durante los empeños finales de la II Liga Élite la grada rememoró tiempos de gloria. A estadio lleno, las semifinales y final despertaron la pasión de un pueblo. Cada rincón del país respiró pelota, lloró con Erlis, aplaudió a los Cazadores y disfrutó del triunfo. Por estos días Cuba fue béisbol y nada más.

Bajo estas circunstancias, la Serie de Estrellas anunciaba su llegada. Pocas jornadas separaron el anuncio del comienzo de una serie de cuatro equipos (México, Venezuela, Matanzas y Estrellas-LEBC), con una primera etapa de todos contra todos, sin definición a semifinales. La relevancia de dicho suceso convino en el ajuste de nombres al cruce de los elencos. Los marcadores abiertos y el nocaut caracterizaron la fase ligada al derby de jonrones.

Los internacionales demostraron ser equipos competitivos, pese al tiempo de descanso y el parón de sus ligas. Los Aztecas acoplaron la novena con varios de los representantes panamericanos de Chile 2023; mientras, los venezolanos acudieron a la Sub 23 para engrosar sus filas. Noches de recreo en vuelacercas culminaron con la victoria del venezolano José Tello, último clasificado a la final del evento jonronero.

El empeño finalista llegó con una dosis similar a lo visto en reflectores. Equipos con amplio bateo y desfile en el montículo. A las puertas abiertas y escasez de público se sumó el poco esfuerzo en la organización del evento. Sin otro atractivo que jugar o ver el béisbol, la Serie de Estrellas nos recordó pasajes de la pasada Serie Nacional, donde el espectáculo quedó debiendo con creces.

En el acierto del nombramiento a las Estrellas de la Liga Élite tenemos al mánager artemiseño y varios de sus pupilos. La participación de los más destacados, en cada categoría, formó un elenco sólido capaz de imponer su ofensiva al picheo regional. Por Matanzas, el aplauso para su destreza y habilidades sobre el terreno. A fin de cuentas, prácticamente sin sacudirse el sabor a triunfo, volvieron a imponer respeto.

La Serie de Estrellas, si bien fue una competición nacida de la efervescencia y con el objetivo de acortar los tiempos entre la liga de invierno (LEB) y la Serie Nacional careció de interés.

La cercanía de las competiciones debe dar margen al descanso de nuestros atletas, a la oportunidad de disfrutar de sus logros individuales y por equipos.

Por nuestra parte, queda la satisfacción de ver a tres leopardos sobre el terreno: Eriel Carrillo, Randy Cueto y Ariel Pestano Jr.

Ahora, el espectáculo de las bolas y los strikes hace una pausa. Al regreso, la competencia más esperada de Cuba llegará a todos los estadios del país. ¿Acaso el Play ball será el inicio de un período de motivación beisbolera, o estaremos a la espera de otro stand by a gradas vacías?

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