Con su primera victoria en series nacionales, Omar David Pérez López acabó con el maleficio de los Leopardos que mordieron a los Tigres de Ciego de Ávila, 9 carreras a 2, para salir de la negativa racha de siete derrotas consecutivas que habían tejido desde el segundo partido contra los Leñadores de Las Tunas.
Los avileños actuando esta vez como home club abrieron el marcador en el mismo capítulo de apertura, al anotar una producto de un boleto a Liosvany Pérez Ocampo, quien fue remolcado por un doblete de Ronaldo Castillo Montero.
Pero los villaclareños reaccionaron rápidamente con un paquete de cuatro carreras en el principio del segundo y tomaron una ventaja que jamás perdieron durante el partido.
Los Tigres volvieron a pisar en una ocasión la goma en el tercero, pero los Leopardos fabricaron un racimo de cinco carreras en el sexto, que abrió completamente el juego a favor de los de casa.
El mánager de Villa Clara, Ramón Virgilio Moré Flaqué en medio de la peor racha de su manada en el campeonato le entregó la pelota a Omar David Pérez López y la decisión le permitió marcar la cruz en el casillero de las victorias después de haber sufrido la mencionada cantidad de reveses.
Omar David hizo su tarea como abridor durante las cinco entradas en que trabajó, en las cuales solo toleró dos carreras, mientras el relevista Pedro Manuel Castillo cumplió su función de maravillas, al colgarles cuatro cero a los Tigres.
Si ayer viernes en el desafío de fondo la defensa influyó en la derrota de los Leopardos, hoy en la jornada sabatina los papeles se invirtieron, pues los avileños estuvieron erráticos, al extremo de que solo tres de las nueve anotaciones que permitieron sus lanzadores fueron sucias.
Con su primera sonrisa frente a los Tigres, los villaclareños presentan balance de 17 ganados 24 perdidos. Mañana domingo, ambos equipos se enfrentarán por última oportunidad en la fase clasificatoria de la actual temporada.
PARA GUARDAR:
El 4 de mayo de 1975, hace 49 años, el derecho Oscar Romero lanzó frente a Industriales, el primer juego de cero hits cero carreras en las series selectivas de béisbol. El encuentro, realizado en el estadio “Latinoamericano”, concluyó cuatro carreras por cero.