Desde la mañana de la Santa Ana, hasta la torre Eiffel

La ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos ha traído consigo una avalancha de suposiciones sobre lo que se considera uno de los secretos mejor guardados de cada sede .  

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Deportistas cubanos en París.
En las calles de París se hace sentir el nombre de Cuba. (Foto: Ricardo López Hevia)
Tomado de la edición digital del periódico Granma
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26 Julio 2024

PARÍS.— Uno de los secretos mejor guardados que hay es el que cada cuatro años los Juegos Olímpicos encierran en un hermético cofre en torno a las ceremonias de apertura y, sobre todo, el que tiene que ver con el encendido del pebetero. París, que hoy estrena la edición 33 de estas citas, no es la excepción.

Sin embargo, es cierto que es superconocida, y hasta mediáticamente desbordada, la sede de la inauguración. Por las aguas del río Sena, un símbolo que le da a Francia sello nacional, y a París identidad cultural, pues la ciudad se desarrolló en sus márgenes, navegará el mundo, en una escena inédita para la apasionante dramaturgia olímpica. Nunca antes ha sido en un río, como nunca antes el prólogo de los Juegos se ha quedado sin estadio.

Como siempre pasa, los rumores sobre quién encenderá el pebetero copan los pasillos de la sala de prensa. Le dije a un colega fotorreportero guatemalteco que, si me preguntaran, yo creía que debía ser Marie Jose Perec, campeona olímpica en Barcelona-1992 y Atlanta-1996, en 400 metros, y reina de los 200 bajo los cinco aros.

Aunque también se ha hablado muy poco de las novedades del espectáculo inaugural, todos aseguran, como nos lo hizo saber Félix, voluntario en las áreas de la prensa, que por lo pronto Celine Dion y Lady Gaga están en París. A lo mejor vienen a ver los Juegos, pero si ya están en la Ciudad Luz, no es de extrañar que alumbren el mundo con la de ellas.

Pero cuando preguntó dónde ardería el fuego, entonces todas las miradas de los colegas apuntaron hacia la Torre Eiffel, que está cumpliendo 145 años en este 2024, y es el monumento que más visitantes recibe en el mundo, con más de siete millones cada año. Fue la construcción más elevada del planeta durante más de 40 años.

Precisamente en su base estarán mañana Noslen Díaz y Jorge Luis Alayo, en su debut en estos Juegos, en el concurso de voleibol de playa, tras una temporada en la que han puesto a soñar a un país, con victorias sobre las principales duplas del mundo.

Otro sitio emblemático, el Gran Palacio, acogerá a deportistas cubanos. Allí buscarán la gloria la pequeña comitiva del taekwondo, integrada por Arleti Acosta y el bicampeón mundial y medallista de bronce de Tokio-2020, Rafael Alba. Ellos estarán rodeados de la historia de la ciudad, pues llegarán por la avenida de Campos Elíseos, y se detendrán en la Plaza de la Concordia, el sitio en el que fueron ejecutados en la guillotina Luis XVI y María Antonieta, en plena Revolución Francesa.

Hasta los periodistas, en el centro de prensa, hemos sido bendecidos por ese manto mágico de la grandeza arquitectónica y hechológica de esta ciudad, pues cada día, al entrar en nuestra sede, nos encontramos con la majestuosidad del Arco de Triunfo, construido entre 1806 y 1836, por orden de Napoleón Bonaparte, para conmemorar la victoria en la batalla de Austerlitz. El jefe militar había dicho a su tropa que regresarían bajo arcos triunfales.

París desde hoy está en modo olímpico, y Cuba la acompaña, justo en un día, de alta significación histórica, porque hace 71 años un grupo de jóvenes se hicieron campeones de la Patria. Intentaron tomar por asalto dos fortalezas militares del régimen dictatorial imperante entonces.

La acción del 26 de julio de 1953, con Fidel al frente, no se concretó militarmente en aquel momento, pero el legado de su programa, en el orden social, está hoy aquí, representando a su pueblo. parís.–Uno de los secretos mejor guardados que hay es el que cada cuatro años los Juegos Olímpicos encierran en un hermético cofre en torno a las ceremonias de apertura y, sobre todo, el que tiene que ver con el encendido del pebetero. París, que hoy estrena la edición 33 de estas citas, no es la excepción.

Sin embargo, es cierto que es superconocida, y hasta mediáticamente desbordada, la sede de la inauguración. Por las aguas del río Sena, un símbolo que le da a Francia sello nacional, y a París identidad cultural, pues la ciudad se desarrolló en sus márgenes, navegará el mundo, en una escena inédita para la apasionante dramaturgia olímpica. Nunca antes ha sido en un río, como nunca antes el prólogo de los Juegos se ha quedado sin estadio.

Como siempre pasa, los rumores sobre quién encenderá el pebetero copan los pasillos de la sala de prensa. Le dije a un colega fotorreportero guatemalteco que, si me preguntaran, yo creía que debía ser Marie Jose Perec, campeona olímpica en Barcelona-1992 y Atlanta-1996, en 400 metros, y reina de los 200 bajo los cinco aros.

Aunque también se ha hablado muy poco de las novedades del espectáculo inaugural, todos aseguran, como nos lo hizo saber Félix, voluntario en las áreas de la prensa, que por lo pronto Celine Dion y Lady Gaga están en París. A lo mejor vienen a ver los Juegos, pero si ya están en la Ciudad Luz, no es de extrañar que alumbren el mundo con la de ellas.

Pero cuando preguntó dónde ardería el fuego, entonces todas las miradas de los colegas apuntaron hacia la Torre Eiffel, que está cumpliendo 145 años en este 2024, y es el monumento que más visitantes recibe en el mundo, con más de siete millones cada año. Fue la construcción más elevada del planeta durante más de 40 años.

Precisamente en su base estarán mañana Noslen Díaz y Jorge Luis Alayo, en su debut en estos Juegos, en el concurso de voleibol de playa, tras una temporada en la que han puesto a soñar a un país, con victorias sobre las principales duplas del mundo.

Otro sitio emblemático, el Gran Palacio, acogerá a deportistas cubanos. Allí buscarán la gloria la pequeña comitiva del taekwondo, integrada por Arleti Acosta y el bicampeón mundial y medallista de bronce de Tokio-2020, Rafael Alba. Ellos estarán rodeados de la historia de la ciudad, pues llegarán por la avenida de Campos Elíseos, y se detendrán en la Plaza de la Concordia, el sitio en el que fueron ejecutados en la guillotina Luis XVI y María Antonieta, en plena Revolución Francesa.

Hasta los periodistas, en el centro de prensa, hemos sido bendecidos por ese manto mágico de la grandeza arquitectónica y hechológica de esta ciudad, pues cada día, al entrar en nuestra sede, nos encontramos con la majestuosidad del Arco de Triunfo, construido entre 1806 y 1836, por orden de Napoleón Bonaparte, para conmemorar la victoria en la batalla de Austerlitz. El jefe militar había dicho a su tropa que regresarían bajo arcos triunfales.

París desde hoy está en modo olímpico, y Cuba la acompaña, justo en un día, de alta significación histórica, porque hace 71 años un grupo de jóvenes se hicieron campeones de la Patria. Intentaron tomar por asalto dos fortalezas militares del régimen dictatorial imperante entonces.

La acción del 26 de julio de 1953, con Fidel al frente, no se concretó militarmente en aquel momento, pero el legado de su programa, en el orden social, está hoy aquí, representando a su pueblo. (Oscar Sánchez Serra)

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