Nadie en 128 años lo había logrado, y lo hizo un cubano este 6 de agosto: ganar individualmente cinco medallas de oro en similar cantidad de citas estivales en una misma especialidad.
Único deportista que pudo coronarse individualmente en cinco Olimpiadas diferentes. (Foto: Ricardo López Hevia)
Osvaldo Rojas Garay
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09 Agosto 2024
09 Agosto 2024
hace 4 meses
El pasado martes 6 de agosto llegó el momento que muchos esperaban en el planeta. Cuba entera se paralizó, también el mundo y hasta el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, arribó a la hora exacta del combate a la sala Champ de Mars Arena para ser testigo de un hecho que, en 128 años, nadie pudo lograr: ganar individualmente cinco medallas de oro en similar cantidad de citas estivales en una misma especialidad.
Entre los miles de deportistas que han competido bajo los cinco aros no hubo quien protagonizara el suceso que ese día rubricó en París Mijaín López Núñez, el gladiador de la mayor isla del Caribe, al obtener su quinto título olímpico en la lucha grecorromana, tras superar 6-0 al cubano nacionalizado chileno Yasmani Acosta Fernández, en la disputa de la corona de los 130 kg.
Con su maillot rojo, el pinareño se burló de los pronósticos de los analistas y de Sports Illustrated, que le vaticinaban un bronce, argumentando la edad, los años sin competir en el alto nivel, y la juventud y los resultados de sus oponentes, en especial del iraní Amin Mohammadzaman Mirzazadeh.
Lee Seung-chan, (Corea del Sur), 28 años, 7-0 Amin Mirzazadeh (Irán), 26 años, 3-1 Sabah Shariati (Azerbaiyán), 35 años, 4-1 Final: Yasmani Acosta (Chile), 36 años, 6-0 (6-08-2024)
Sin embargo, los que lo conocen bien confiaban en el triunfo. Su compañero de entrenamiento Ángel Pacheco, quien en mayo abandonó la delegación cubana en Croacia, señaló que no podía haber otro ganador olímpico sobre el colchón que el vueltabajero.
Mijaín, más que a competir, se dedicó en este ciclo a estudiar a sus adversarios. Comenzó su travesía por la confrontación parisina apartando del camino (7-0) al surcoreano Lee Seung-chan.
En su segunda salida se deshizo del luchador que todos señalaban como el principal escollo en sus pretensiones de convertirse en pentacampeón olímpico: el iraní monarca del orbe, Amin Mirzazadeh, por 3-1. No era la primera vez que se enfrentaban, pues en Tokio 2020, el criollo lo había doblegado por superioridad.
Después venció 4-1 en semifinales al azerí Sabah Shariati, medallista de bronce en Río de Janeiro 2016, y así dejó listo el escenario para escribir una página inédita en estas citas, que concretó frente a Yasmani Acosta, quien hizo la competencia de su vida, pues el representante de Chile tenía como mejor resultado un quinto lugar olímpico en Tokio 2020.
Esa misma plaza ocupó el Gigante de Herradura en su debut en justas estivales, Atenas 2004; para luego colgarse la medalla más preciada en Beijing 2008, Londres 2012, Río de Janeiro 2016 y Tokio 2020.
De esta manera, rompió el abrazo con una selecta lista de inmortales que, como él, subieron cuatro veces al sitio más alto del podio en confrontaciones de esta envergadura, previo a la magna porfía parisina: el discóbolo Al Oerter (1956, 1960, 1964 y 1968), el saltador de longitud Carl Lewis (1984, 1988, 1992 y 1996), el nadador Michael Phelps en 200 metros combinados (2004, 2008, 2012 y 2016), la luchadora estilo libre japonesa Kaori Icho (2004, 2008, 2012 y 2016) y el danés Paul Elvstrom, quien triunfó en velas en 1948, 1952, 1956 y 1960; estrellas a las que se sumaron en la presente versión la ondina Kelie Ledecky, al imponerse por cuarta vez en los 800 metros libres, y el tirador estadounidense Vincent Hancock, ganador en skeet en los Juegos de 2008, 2012, 2020 y en la capital gala.
Próximo a cumplir 42 años, el venidero 20 de agosto, Mijaín puso la parada bien alta con su manito de preseas áureas, aunque el norteamericano Hancock anunció su intención de participar en Los Ángeles 2028; si igualara la proeza de Mijaín, no sería con una consecutiva como el pinareño, pues luego de triunfar en Beijing 2008 y Londres 2012, no pudo salir exitoso en Río de Janeiro 2016 y retomó el sendero de la gloria olímpica en Tokio y París.
Con esta hazaña Mijaín se convirtió en el cubano que más preseas doradas se ha agenciado en certámenes de este nivel, el único que se ha colgado cinco metales en igual cantidad de Juegos. Además, la delegación cubana abrió su medallero dorado en la Ciudad Luz y los luchadores mantuvieron la tradición de aportar al menos un metal de oro en todas las Olimpiadas efectuadas a partir de Barcelona 1992.
Lo de Mijaín en su paso por estas citas es impresionante, pues acumuló 24 peleas, de las cuales salió airoso en 23 oportunidades, 21 de ellas en forma consecutiva. Su único revés lo sufrió contra el ruso Khasan Baroev en la capital griega, el 24 de agosto de 2004.
Al concluir el combate con Yasmani Acosta, el Gigante de Herradura colocó sus zapatillas en el centro del colchón, en señal de despedida del deporte. Los presentes allí, los que a miles de kilómetros lo vimos a través de la pequeña pantalla y otros medios tuvimos el privilegio de ser testigos de un hecho único en la historia del olimpismo, protagonizado por un atleta de los que no se ven todos los días.
Coincidencia para una 6 de agosto
Coincidentemente, el Gigante de Herradura ganó dos de sus cinco coronas el día 6 de agosto. Ese día, pero del año 2012, conquistó su segundo título olímpico, al superar al estoniano Heiki Nabi, 3-0. Ahora, en París, se agenció su quinta medalla de oro, el pasado 6 de agosto, al vencer a Yasmani Acosta, gladiador de origen cubano que representa a Chile.