La Olimpiada de Pestano

Cuando recuerdo el tercer y último título olímpico conquistado por el béisbol cubano en Juegos Olímpicos —hecho del cual se cumplen  20 años este 25 de agosto—, el primer nombre que me viene a la mente es el del desatacado receptor Ariel Osvaldo Pestano Valdés; sin dudas, el pelotero criollo que más brilló en esa justa desarrollada en Atenas, en 2004.

En los nueve encuentros celebrados, el oriundo de la Villa Blanca promedió 514, producto de 18 inatrapables en 35 incursiones oficiales en el cajón de bateo, así como 743 en slugging. Entre sus cañonazos se cuentan cinco conexiones de dos esquinas y un estacazo de vuelta entera, aparte de fletar a 14 corredores hacia la goma.

Pestano lideró a los bateadores en la fase clasificatoria con 519 y los casilleros de hits, dobles y empujadas. Fue tan descollante su actuación en la Olimpiada, que finalmente resultó escogido como el Mejor Atleta de Cuba en deportes colectivos en el 2004. 

Participó en todos los desafíos del conjunto y solo se fue en blanco en el partido frente a Canadá en la etapa clasificatoria, en el que falló en tres oportunidades. Frente a los restantes planteles compiló de 4-3 contra Australia; Grecia (3-2), Japón (4-2), Taipei de China (5-1), Holanda (4-2) y se banqueteó ante los serpentineros italianos, a los que le ligó cuatro imparables en igual número de turnos oficiales.

Luego disparó dos metrallazos en cuatro veces al bate en semifinales y archivó de 4-2 en el choque en que los cubanos doblegaron a los australianos (6 carreras a 2), el 25 de agosto de 2004, para coronarse monarcas olímpicos por tercera ocasión.

Esa fue la oportunidad en que más villaclareños integraron un equipo criollo a estos certámenes; además de Pestano, formaron parte de la victoriosa selección el torpedero Eduardo Paret Pérez, quien promedió 294, y el derecho de Encrucijada, Luis Borroto Jiménez, que se acreditó dos triunfos: uno a costa de Taipei de China (10 a 2) y otro ante Italia (5 a 0), De esa manera se convirtió en el segundo tirador más ganador del elenco, después del zurdo cienfueguero Adiel Palma López, quien acumuló tres salidas exitosas, incluyendo la que le dio la medalla dorada a los entonces dirigidos por el desparecido Higinio Vélez Carrión.

Para Paret fue su segunda escalada a lo más alto del podio bajo los cinco aros, pues ya había disfrutado la gloria olímpica en Atlanta 1996. De paso unió su nombre a los de la difunta Raisa Mirelda O'Farrill Bolaños (1992-1996) y Mirka Francia Vasconcelos (1996-2000), de las Espectaculares Morenas del Caribe, como los únicos deportistas villaclareños con dos títulos olímpicos.