Con su presea de oro como mejor defensor de la mesa uno en Buenos Aires, 1939, el genial José Raúl Capablanca y Graupera se convirtió en el primer cubano en ganar una medalla en las Olimpiadas Mundiales de Ajedrez. (Foto: Tomada de Internet)
Osvaldo Rojas Garay
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23 Septiembre 2024
23 Septiembre 2024
hace 1 mes
Mucho se conoce sobre los cubanos que han alcanzado preseas en citas estivales; sin embargo, poco se habla de las medallas que se han colgado nuestros representantes en otra Olimpiada, la de ajedrez, en las cuales los cubanos compiten desde Buenos Aires 1939.
Cuando en Budapest acaba de concluir la 45.ª versión de estos torneos, con histórico doble triunfo de la India en el torneo abierto y el femenino, y antes de que, próximamente, hagamos una valoración sobre la actuación de los colectivos criollos en la magna confrontación de los tableros escaqueados, les proponemos recordar a los ocho trebejistas del país que han ganado metales en la historia de estos eventos.
Precisamente en el debut de la mayor de las Antillas en la porfía bonaerense, José Raúl Capablanca y Graupera, monarca del orbe de 1921 a 1927, en su última competencia oficial conquistó la medalla de oro en la silla principal.
El mejor trebejista cubano de todos los tiempos acumuló 11.5 puntos de 16 posibles, en la fase clasificatoria, debido a 7 victorias y 9 tablas, para un 71.6 %; mientras el entonces soberano del planeta, el ruso nacionalizado francés Alexander Alekhine, tuvo un rendimiento superior, con 78.1 %.
Sin embargo, resulta que la etapa valedera para los lauros individuales era la final, y en ese segmento Capablanca concluyó invicto con 6 triunfos y 5 divisiones del punto, lo que le reportó la presea dorada en el primer asiento, con 8.5 unidades, en 11 cotejos, para un 77.2 % de rendimiento. En tanto, Alekhine archivó 7.5 de 10, para un 75 %, y el letón Vladimirs Petrovs, con 9.5 de 13, resultó el tercer mejor defensor del sillón principal.
Transcurrieron 59 años para que otro cubano se adjudicara una presea áurea, suceso que ocurrió en la Olimpiada de Elistá, Kalmukia, en 1998, donde el GM matancero Reinaldo Vera González-Quevedo resultó el mejor tercer tablero con un 77.8 % de rendimiento, al acumular 7 puntos de 9 posibles.
Menos tiempo hubo que esperar para que llegara la tercera medalla de oro en Khanty Mansiysk, Rusia, en 2010, certamen en el que, igualmente en la defensa del tercer asiento, la WGM tunera Yaniet Marrero López sumó 7 rayitas en las 8 partidas que jugó, para un 87.5 % de rendimiento, y así se erigió en figura clave para que nuestras muchachas concretaran su mejor labor en las Olimpiadas del deporte-mente, con un inesperado cuarto lugar.
Asimismo, un trío de ajedrecistas se ha adjudicado similar número de preseas de plata. En este sentido sobresale el GM Leinier Domínguez Pérez, que actualmente representa a Estados Unidos en Budapest. Asimismo, un trío de ajedrecistas se ha adjudicado similar número de preseas de plata. En este sentido sobresale el GM Leinier Domínguez Pérez, que actualmente representa a Estados Unidos en Budapest.
El ídolo de Güines protagonizó en Bakú 2016 una de las más destacadas actuaciones en su exitosa trayectoria, al terminar segundo entre los ocupantes de la mesa uno, con 7.5 unidades en 10 cotejos, para un 75 %, solo superado por el georgiano Baduur Jobava, que logró 8 rayitas de 10 posibles.
Dos años atrás, en Tromso, Noruega 2014, el GM holguinero Isán Reynaldo Ortiz Suárez había conseguido un metal del mismo color que Leinier, pero en el cuarto tablero, al totalizar 6 puntos en 8 cotejos, para un 75 %.
De igual manera, en Dresde 2008, la WGM santiaguera Oleiny Linares Nápoles sobresalió en la mesa cuatro con una presea plateada, tras un fantástico resultado de 9 unidades en 10 cotejos, para un 90 % de rendimiento.
Una comprovinciana de Oleiny, la WGM Zirka Frómeta Castillo, obtuvo en Dubái 1986 el metal de bronce en el tercer tablero, con un 75 %, al sumar 9 puntos en 12 partidas. Entre sus triunfos resalta el que se anotó sobre la subcampeona mundial Elena Akhjmilovskaya.
También una de bronce conquistó el decano de los grandes maestros cubanos, Silvino García Martínez, quien, en la Olimpiada desarrollada en Buenos Aires 1978, archivó 8 rayitas de 11 posibles, lo que le reportó un 72.7 de porcentaje entre los jugadores de reserva.
Así, en su largo recorrido de 85 años, que incluye 32 participaciones, Cuba suma ocho preseas individuales en las Olimpiadas Mundiales de Ajedrez, repartidas en 3 de oro, igual cantidad de plata y 2 de bronce.
Martes, 24 Septiembre 2024 06:04
Muy buena Reflexion.!!!