Durante el año que está próximo a concluir, el deporte villaclareño lamentó la partida física de varios de sus exponentes, entre ellos la santaclareña Violeta Quesada Díaz (1947-2024), quien falleció el domingo 24 de marzo.
Prima del ex pelotero y entrenador Reinaldo Díaz (Macho Colás), Violeta abrió el medallero olímpico del actual territorio villaclareño, cuando aún pertenecíamos a la antigua provincia de Las Villas.
La destacada corredora subió al podio olímpico en los Juegos de Ciudad de México, en 1968, junto a las difuntas Miguelina Cobián y Marlene Elejalde, así como Fulgencia Romay, única sobreviviente de la cuarteta que se adjudicó el metal de plata en el relevo 4X100 metros, con crono de 43.36 segundos.
Otras dos mujeres sobresalientes en sus respectivas disciplinas también se despidieron de este mundo, la santaclareña Imara Valdés Agramonte (1983-2024), miembro del equipo cubano de balonmano que terminó como subcampeón en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro, en 2007 y la esgrimista Alina Anatolia Expósito Claro (1944-2024).
La nativa de Caibarién fue una de las figuras icónicas del florete femenino cubano de la década del 60, época en la que obtuvo la medalla dorada en la competencia por equipos, en los históricos Juegos Centroamericanos y del Caribe, organizados en San Juan, Puerto Rico, en 1966. Al año siguiente formó parte del elenco que acaparó la presea de plata en la pugna colectiva de la mencionada arma en los Panamericanos de Winnipeg, 1967.
El 7 de marzo murió el voleibolista Emilio Alfonso Abreu (1958-2024), quien formó parte del plantel cubano que se impuso en los Juegos Panamericanos, con sede en San Juan, Puerto Rico, en 1979 y un cuatrienio más tarde se colgó la presea de plata en la cita de Caracas, 1983.
Un par de púgiles dejaron de existir: el ex boxeador profesional Juan de Dios Machado Arencibia (1935-2024) y Ramón Silé, integrante de la escuadra que representó al país en los III Juegos Panamericanos, en Chicago, 1959, mientras que el 21 de mayo, a los 82 años de edad, ocurrió el deceso del entrenador de levantamiento de pesas villaclareño Luis Ramón Madrigal Falcón, miembro del Salón de la Fama de la Federación Panamericana de este deporte.
También desaparecieron físicamente dos fundadores de los campeonatos nacionales de béisbol: el ranchuelero Alejandro (Buchito) Armenteros (1939-2024) y el camajuanense Germán Miranda Heredia el 30 de enero, a los 90 años de edad. A Chovito, -como le llamaban- le correspondió el honor de colocarse los arreos para recibirle los lanzamientos a Jorge Santín en el momento en que el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, empuñó como bateador en la inauguración oficial de la I Serie Nacional de Béisbol, previo a un choque entre Azucareros y Orientales, el 14 de enero de 1962.
El domingo 10 de marzo, falleció en la localidad de Báez –mí pueblo-, a los 79 años, Arsenio Noel Rodríguez Márquez, uno de los árbitros más conocedores de las reglas oficiales de béisbol en el país.
Muy temprano partió hacia la eternidad, el pasado 4 de abril, el pequeño peloterito Emmanuel Cárdenas, integrante del equipo de Camajuaní de la categoría 11-12 años.
El 21 de noviembre trascendió la noticia del fallecimiento del receptor sagüero José Gómez Pinto, a los 75 años de edad. El Látigo, participó en 8 series nacionales con las novenas de Las Villas, Azucareros y Arroceros.
Cuando ya me disponía a cerrar estas líneas, llegó la funesta y sorpresiva noticia de la muerte del MI Ciro Ángel Fernández Bravo (1947-2024), un nativo de Remedios que desarrolló la mayor parte de su vida en Santa Clara. Obtuvo buenos resultados en los campeonatos nacionales del juego ciencia en la década del 60 y fue el capitán del equipo Cuba en las olimpiadas mundiales de ajedrez de Salónica, 1988 y Novi Sad, 1990, en las que los criollos ocuparon el noveno y séptimo lugar, respectivamente.