Aquella «bronca» de Stevenson y Milián

El pasado 22 de febrero se cumplieron 50 años de aquel gran combate que sostuvieron los supercompletos Teófilo Stevenson Lawrence (1952-2012) y Ángel Milián Rivero (1955-1985) en la Cartelera de Boxeo celebrada en la Ciudad Deportiva de La Habana, en saludo al XIV Aniversario de la fundación del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder).

Aquel día de 1975, en que el villaclareño Rosendo Lazo se vistió de gloria, al doblegar al boricua José Luis Vellón, medallista de bronce mundial, en los 60 kilogramos, Stevenson recibió de Milián una oposición que jamás le había hecho un púgil de la mayor Isla del Caribe, desde que el tunero se vistió de oro en los Juegos Olímpicos de Munich, 1972.

En los finales del primer asalto, Milián llevó contra las cuerdas al gran campeón y le pegó tres fuertes ganchos al cuerpo que pusieron a Teófilo en malas condiciones, al extremo de obligar al árbitro a hacerle un conteo de protección.

En el round intermedio, el vueltabajero volvió a colocar a Stevenson contra las sogas y siguió tirando golpes, sin apenas recibir, pero el mejor boxeador aficionado cubano de todos los tiempos, se repuso y en el epílogo del asalto conectó fuerte en los planos bajos del púgil que perdiera la vida en mayo de 1985 en una riña.

Al round que decidiría el combate, Pirolo —como le llamaban al boxeador más técnico en la cita estival muniquense— salió a darlo todo, concentró sus golpes en los planos bajos del pinareño, quien había mostrado buena asimilación por el mentón, y provocó que el árbitro Puppy Santiago le hiciera conteo de protección.

Los cinco jueces votaron a favor del futuro tricampeón olímpico y mundial, aunque la decisión provocó cierta polémica en expertos y aficionados. Por mi parte, en el salón del albergue Cuba en la Escuela Secundaria Básica en el Campo (Esbec) 1.^o de enero, en Suazo, con 12 hojitas arrancadas al almanaque, vi ganar a Teófilo; no sé si me dejé arrastrar porque desde pequeño, al igual que Antonio Muñoz en la pelota, Stevenson fue mi ídolo en el boxeo.

A partir de ese pleito, Milián se convirtió en el más encarnizado rival de Stevenson en Cuba. Además del mencionado encuentro, en el Cartel de Campeones, en febrero de 1975, hubo otras dos «broncas» en las cuales Pirolo tuvo que excederse para poder derrotar al pinareño. Volvieron a cruzar guantes en el Torneo Giraldo Córdova Cardín, que tuvo como escenario, precisamente, a la provincia del nativo de Taco Taco, en 1976, y en la versión de 1979, en la que un juez lo vio perder al tunero;  mientras que en el Playa Girón celebrado en Camagüey en 1978, venció por RSC.

Hubo un posible combate que se malogró en el Córdova Cardín de 1980, porque Stevenson no se presentó.

Oro compartido

Después del gran peleón que ofrecieron en febrero de 1975, las autoridades del boxeo cubano decidieron no enfrentar en varios torneos a Teófilo Stevenson y Ángel Milián. En los campeonatos «Playa Girón» correspondientes a 1979, 1980, 1981 y 1982, por caminos diferentes en el organigrama, ambos púgiles se alzaron con medallas de oro. De igual manera se procedió años más tarde con Leonardo Martínez Fizz y el desaparecido Roberto Balado en las justas nacionales de 1992 y 1994.