
En un acto cargado de emociones y significado, se inauguraron los primeros juegos regionales para niños con discapacidad físico-motora en la región central de Cuba. Este evento no solo es una competición deportiva, sino también una plataforma que celebra la inclusión, la perseverancia y la amistad entre jóvenes atletas.
Oliva Trujillo Castellano, especialista en la metodología nacional de la educación especial, señala: «En estos juegos regionales ya aprendí mucho, la primera parte de los juegos se desarrolló en La Habana con las provincias occidentales. Ahora, le corresponde a la región central, desde Camagüey hasta Villa Clara».
Según Trujillo, se agrupan 15 atletas o incluso combinaciones de 10 atletas y 5 adultos por cada comisión provincial. Esta edición abarca cuatro disciplinas: atletismo, ajedrez, tenis de mesa y voleibol sentado. Además, enfatiza: «Más allá de competir, lo importante es compartir alegría, amistad y aprendizaje. Nuestro objetivo es que todos los atletas ganen experiencia, compañerismo y unidad. Aunque nuestro sueño es realizar un gran evento nacional, actualmente las condiciones del país no lo permiten, pero seguimos trabajando en ello».
Trujillo también menciona que las edades de los participantes oscilan entre los 10 y 15 años, dividiéndolos en dos categorías: 10-12 años y 13-15 años. Este enfoque asegura una competencia más justa y fomenta la interacción dentro de sus respectivos grupos de edad. Además, subraya el impacto positivo en los niños: «Queremos que estos juegos sean felices y memorables para ellos».
Por su parte, Danilo Díaz Delgado, metodólogo nacional del INDER, resalta la colaboración entre instituciones. «Nosotros, desde educación física, apoyamos con toda la parte técnica y metodológica. Clasificamos a los atletas según su discapacidad y organizamos a los árbitros y jueces. Trabajamos en unión con el sector de educación para que cada detalle técnico se cumpla de manera impecable», explica. Díaz destaca que las clasificaciones son esenciales para garantizar una competencia equitativa «Esto permite que los niños compitan en igualdad de condiciones y desarrollen su talento deportivo».
Un actor clave que aporta un matiz especial a este evento es el moto grupo Angel Wings, liderado por su presidente y fundador, Leduán Romero Pedraza. Este grupo se ha convertido en el padrino oficial de una escuela de niños con discapacidad físico-motora.

Romero Pedraza compartió emocionado: «Todo comenzó con una idea, usar nuestra pasión por las motos para ayudar, hoy nos sentimos parte de la familia de esta escuela. Estar aquí, en la inauguración de los juegos, no es solo un honor, sino una responsabilidad que asumimos con amor». Además, añade un mensaje inspirador para los niños participantes, «el mensaje es claro: la perseverancia es la clave, en la vida, uno debe aprender a fijarse metas y esforzarse por alcanzarlas. Estos juegos no solo celebran el deporte, sino también el esfuerzo, la superación y la unión».
Romero también destaca cómo su grupo combina actividades recreativas y sociales con su pasión por el motociclismo «Rodamos, compartimos experiencias y buscamos motivar a estos niños a soñar más alto cada día. La emoción que sentimos al ver sus sonrisas nos impulsa a seguir creciendo y haciendo más por ellos».
Este evento, más que una competición, es un símbolo de esperanza y colaboración entre diferentes sectores de la sociedad. Desde las aulas hasta las pistas, y desde las motos hasta los campos de juego, los primeros juegos regionales en el centro del país son un recordatorio de que, con esfuerzo y unidad, las barreras pueden superarse.