Inter de Milán consigue el primer boleto a Múnich

Muchos aseguran que lo vivido en el Jusepe Meatsa, de Milán, carece  de adjetivos y sinónimos. Fuere en español, italiano o cualquier otro idioma, las palabras no logran describir el cúmulo de emociones visto en el campo de fútbol. 

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Inter de Milán celebra victoria contra el Barcelona.
El Inter celebra la victoria contra el Barça. (Foto: Tomada de Internet)
Niurys Castillo Hernández
Niurys Castillo Hernández
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07 Mayo 2025

Una noche de locos, de pasión, de euforia, de infarto. Muchos aseguran que lo vivido en el Jusepe Meatsa de Milán carece  de adjetivos y sinónimos. Fuere en español, italiano o cualquier otro idioma, las palabras no logran describir el cúmulo de emociones visto en el campo fútbol. 

Hicieron falta 120 minutos para otorgar el primer pase a Múnich. Mas, ¿cuánto valor posee un resultado cuando se deja la piel, el alma y el espíritu sobre el terreno? Para los aficionados al Calcio, la respuesta es la final; para los catalanes, la despedida de un regreso inesperado. Para los especialistas, poco o nada que reclamar. Ganó el fútbol.

Durante los primeros 45 minutos, los de la zurra parecían tenerlo todo claro. A los 20', Lautaro Martínez inclinaba el marcador. Uno a cero, con defensa de tres, blindada en el medio campo. La superpoblación defensiva aseguraba el cierre en los tres cuartos de cancha. Varias llegadas y escasos tiros a puertas. En números, las oportunidades de contraataque eran escasas, pero efectivas. Cayendo el último suspiro de la primera mitad, Çalhanoglu mandaba a las redes el tercer tiro a puerta de los locales.

El segundo tiempo iniciaba 2-0 contra los blaugranas. Sin embargo, la mentalidad de los chicos de Flink ha cambiado. Los últimos nueve partidos demuestran que la transformación sí es posible. A diez minutos del pitazo intermedio Gerard Martín se vistió de héroe. Dos pases al área y el empate llegó a manos de Eric García (54') y Dani Olmo (60').

Con abrazo en la pizarra del Meatsa, el cerco catalán incrementaba el ataque. Hacia el interior, Pedro González y Lamine Yamal organizaban la creación. En el retroceso, De Jong dispuso de los centrales e imponía los hilos del partido. Al 88', Raphinha conquistaba el 3-2. La victoria se vestía de azulgrana.

El Jusepe enmudecía. Diez años después, Barcelona regresaba a la noche de los campeones. Quedaba el alargue y la remontada sería histórica. Pero, de milagros, de dicha, de locos son los tiempos del fútbol actual. Caía el 90+3', Acerbi perfila en el área y el grito de gol enloquece. La valla amarilla al costado del cornet estalló ante el empate. El alargue devino inminente. 

La adrenalina rompió todos los niveles de expectativa. En el ir y venir, el dominio se inclinaba poco a poco. El 99' de partido puso fin a un marcador abultado en la sumatoria global (7-6). El héroe del Calcio sería Frattesi. Tras un error de Araújo en marca defensiva, el italiano quedó solo de cara a la portería blaugrana y no vaciló en dirección y sentido.

La insistencia culé arremetió contra el tiempo. Con un Lamine Yamal incansable, Summer inhabilitó los goles. Todo disparo fue desviado en el segundo justo y con el toque adecuado. La realidad llegaba a todas luces. La remontada era un hecho, pero esta vez, los especialistas caían con las botas puestas y una dosis de su propia medicina.

El Inter llegó a su tercera final de Champions consecutiva. La exactitud hizo mellas en el ataque. La mejor defensa de Europa rompió líneas, salió de su zona de confort e impuso su nombre a ritmo de remontada. 

Para los chicos de Flink, el regreso a la Champions fue un sueño cumplido. Diez años después de la última final, saborearon la proeza de sobrecumplir los designios predestinados al iniciar la contienda. Cosechar triunfos, también requiere sobreponerse a las derrotas. Para ellos, queda La Liga, y la posibilidad de mantener las distancias cuando se enfrenten al Madrid en el clásico del 11 de mayo.

Milano está de fiesta. El vuelo de las palomas augura buen porvenir. El calcio ajustó las fallas del partido de ida. Dio vuelta al marcador que los hizo locales. Ganó en casa y presentó credenciales. El próximo elegido se definirá en otra noche de gala. PSG y Arsenal miden fuerzas en el Parque de los Príncipes. ¿Habrá remontada en París?

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