
El equipo de Santa Clara, que representará a Cuba en la Serie Latinoamericana de las Pequeñas Ligas de Béisbol, categoría 9-10 años, a celebrarse en México del 20 al 27 de julio, fue abanderado en el Mausoleo del Frente de Las Villas, perteneciente al Complejo Escultórico Comandante Ernesto Che Guevara.
Las glorias deportivas Ariel Pestano, Oscar Machado y Dagoberto Martínez portaron la bandera que, posteriormente, recibió el capitán del equipo, Ángel Humberto Espinosa, de manos de Dilkys Ponce Expósito, primera secretaria del Partido en el territorio. Fue un gesto cargado de simbolismo patriótico, reflejo de la confianza depositada en los jóvenes atletas.
Además, como parte del protocolo, el receptor Yan Carlos Santana dio lectura al compromiso de los atletas, mientras sus compañeros firmaban el código de ética de la delegación, sellando con sus nombres el compromiso deportivo y humano que asumen.
Al concluir la ceremonia, miembros del cuerpo técnico y jugadores compartieron sus impresiones sobre este evento que marca un antes y un después en sus carreras deportivas. Comentaron que «la responsabilidad es inmensa, pero también lo es el honor. No solo vamos como representantes de Santa Clara, sino como embajadores de Cuba en una cita latinoamericana inédita, donde enfrentaremos equipos de varios países con la convicción de dejar en alto el nombre de nuestra tierra».
Recalcaron que «la filosofía es clara: se juega juego a juego, con entrega total en cada turno. Este torneo no solo representa el reto de ganar, sino también la recompensa por un año de esfuerzo, entrenamiento constante y sacrificio compartido entre atletas, entrenadores y familias».
Los entrenadores insistieron en la importancia de mantener la alegría y el espíritu infantil durante la competencia. Afirmaron que «el objetivo principal es que los niños se diviertan, que vivan cada partido con entusiasmo y que, aún en la adversidad, sonrían, se apoyen entre ellos y mantengan la frente en alto». Destacaron además, que «se trata del grupo más joven que viajará este año, lo cual incrementa la responsabilidad tanto en lo deportivo como en lo humano. El cuerpo técnico deberá asumir también el rol de guía y acompañamiento emocional».
Consultados sobre los rivales en el torneo, coincidieron en que «no hay equipos invencibles. El terreno premia a quien se entrega con pasión, disciplina y respeto por el juego, y eso es lo que intentaremos demostrar en cada inning». Finalizaron con un llamado al pueblo de Santa Clara: «Queremos apoyo, ánimo y confianza para estos niños que, más allá de los resultados, van a representar su ciudad y su país con coraje, dignidad y orgullo».