Díaz-Canel: La única alternativa es pelear hasta la victoria siempre (Discurso)
Al clausurar las sesiones de la Asamblea Nacional, el presidente cubano aseguró que venceremos siempre mientras ese heroísmo que está en los genes de los cubanos crezca y se revele ante todos los adversarios.
«Como revolucionarios marxistas, martianos y fidelistas, no nos cansaremos de pelear contra las corrientes proimperialistas, fascistas, guerreristas, excluyentes, depredadoras que amenazan a nuestra especie», afirmó Díaz-Canel. (Foto: Estudios Revolución)
Miguel Díaz-Canel Bermúdez
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20 Diciembre 2024
20 Diciembre 2024
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Discurso pronunciado por Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en la clausura del Cuarto Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular en su X Legislatura, en el Palacio de Convenciones, el 20 de diciembre de 2024, «Año 66 de la Revolución».
(Versiones Taquigráficas - Presidencia de la República)
Querido General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana, que nos acompaña hoy con su legendaria energía, como lo reconocen sus combatientes y todo su pueblo (Aplausos);
Querido compañero Esteban Lazo, Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular y del Consejo de Estado;
Queridas compañeras, queridos compañeros:
Vengo ante ustedes, como cada año, a cumplir un deber difícil: rendir cuentas, explicar los enormes esfuerzos y los aún insuficientes resultados en la gestión presidencial, frente a los obstáculos descomunales que nos han impuesto seis décadas de bloqueo y la injusticia predominante en las relaciones económicas internacionales, que han convertido al mundo en un mercado de apuestas, con escasas opciones para las naciones que, como Cuba, se niegan a aceptar la ley del más fuerte.
Mi mayor sueño es llegar un día a esta Asamblea genuinamente del pueblo a decirles que derrotamos el bloqueo con sus 243 nudos adicionales y que salimos de la espuria lista de patrocinadores del terrorismo, donde jamás debimos estar. Vencidos esos obstáculos, todo dependería de lo que seamos capaces de hacer y de impulsar con el heroísmo, la inteligencia y la creatividad que nos distinguen como pueblo.
La verdad es el reverso de ese sueño: el bloqueo, sus nudos y la lista espuria no tienen fecha de caducidad. Es el estilo de los imperios: imponer castigos y extenderlos en el tiempo.
Cuba es el país con más años bajo bloqueo, pero no el único. Constantemente tenemos noticias de personas y países cercados por sanciones. Los nuevos halcones, aun antes de asumir, hablan de «la paz a través de la fuerza». Desprecian profundamente la diplomacia como vía para el entendimiento con naciones que no consideran sus iguales, a las que desprecian.
Conscientes de la injusta configuración de las relaciones económicas internacionales y de las tendencias ultraderechistas que se van imponiendo a nivel regional y mundial, como respuesta política a los desequilibrios económicos globales, en Cuba nos hemos propuesto concentrar fuerzas y esfuerzos en la defensa del sistema social escogido, garantizando el máximo de justicia social posible en las actuales circunstancias.
Esa es, sin duda, la tarea más difícil de una época que, a nivel universal, ha ido imponiendo como medida de progreso un irracional modelo consumista, derrochador y egoísta, hasta llevar al planeta al borde de su autodestrucción.
Como revolucionarios marxistas, martianos y fidelistas, no nos cansaremos de pelear contra las corrientes proimperialistas, fascistas, guerreristas, excluyentes, depredadoras que amenazan a nuestra especie. Y seguiremos insistiendo en el desarrollo de un modelo humanista, solidario, justo y responsable con el medio ambiente.
La más reciente Conferencia de las Partes sobre la Convención del Cambio Climático apunta al egoísmo, al engaño y la falta de honestidad con que se ha actuado a lo largo de los años por los más poderosos, como los grandes responsables de la elevación de la temperatura en la Tierra y de la erosión ambiental.
Es cada vez más evidente que el mundo requiere encaminarse hacia la construcción de un nuevo orden internacional, con la participación de todos, en el que Cuba tiene la disposición de aportar.
Ese debe ser un orden justo, equitativo y de paz, que respete la soberanía de todas las naciones en condiciones de igualdad, apegado al Derecho Internacional; que promueva el desarrollo sostenible, supere las inmensas desigualdades e inequidades que se alimentan de la explotación y la concentración de la riqueza; que ponga fin a la agresión y a la usurpación, a la amenaza y al uso de las medidas económicas coercitivas unilaterales con fines políticos.
Es urgente e ineludible actuar en ese sentido, aunque ello requerirá convocar la voluntad de muchos. Desde aquí ratificamos que no faltará la nuestra para avanzar en esa dirección en todos los escenarios posibles.
Insisto en las características del contexto mundial en este desafiante año que termina, porque no puede subestimarse el peso de esas circunstancias en la realidad concreta de la nación.
Solo aquellos que creen que el mundo entero es su aldea y desconocen a los gigantes que van por el cielo engullendo mundos, como alertaba Martí enNuestra América, pueden abstraerse de la incertidumbre global en esta convulsa época. Ningún país puede vivir y desarrollarse al margen del orden económico imperante, especialmente si lo intenta con el dogal de un bloqueo genocida.
Eso, claramente, no exime al Estado y al Gobierno de la imprescindible autocrítica, ni nos libera del análisis de las insatisfacciones. Por el contrario, nos obliga a un ejercicio de búsqueda profunda y responsable de todo cuanto hemos hecho, para que emerja, allí donde fue posible, el resultado que merece multiplicarse. Y también de enfrentamiento a lo que frena, obstruye, impide el avance y debe ser barrido del panorama nacional, ya suficientemente agobiado por la guerra económica a la que estamos sometidos con sistematicidad y saña incomparables.
Justamente detrás de las reservas y las motivaciones que explican los avances y también los errores y las inercias que les ponen frenos, estamos yendo a las provincias y los municipios, y hemos encontrado de todo en cuanto a actitudes y resultados. Pero lo que nos ha deslumbrado de forma total y definitiva es el heroísmo del pueblo cubano (Aplausos), un valor intangible y sin embargo descomunal que, como hemos dicho antes, merece un monumento y nunca será suficiente.
Este año hemos realizado 130 visitas a provincias, de ellas 19 a municipios afectados por eventos naturales devastadores como los dos huracanes y los sismos, de cuyas secuelas aún no nos recuperamos totalmente.
Para nuestra satisfacción, el método está resultando efectivo en la búsqueda de explicación a las diferencias que se advierten entre territorios de similar desarrollo que han tenido resultados muy desiguales frente a problemas comunes.
En intercambio vivo y directo con el pueblo confirmamos todos los días la importancia de argumentar, controlar, estimular, impulsar soluciones, sistematizar y socializar buenas experiencias de trabajo y resultados para que se conviertan en referentes.
Esos intercambios cargados de aprendizajes no los inventamos nosotros. Son lecciones que aprendimos en la escuela política de Fidel, que siempre encontró en el pueblo la respuesta a los problemas del pueblo, y en el permanente consejo de Raúl de actuar con el oído pegado a la tierra. No hay buró ni reunión que pueda sustituir esos encuentros que nos están ayudando a verin situlo que no siempre alcanzamos a comprender desde la frialdad de un informe.
Como ya dije en el IX Pleno del Partido, así se afianza una profunda y sentida convicción, que se me multiplica en esos recorridos por los municipios del país. Basta con ver en el terreno lo que hacen tantos compatriotas y colectivos, levantando las más imaginativas soluciones a los problemas cotidianos, combatiendo con las armas del trabajo, en las más duras condiciones por la falta de recursos, para confirmar que sí hay salidas.
Eso es a lo que llamo resistencia creativa, un concepto para nada abstracto que explica lo inexplicable: el triunfo de un pueblo pequeño y sin recursos sobre su poderoso adversario.
Dijo una vez el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz: «Lo que tengamos en el futuro tenemos que crearlo nosotros, tenemos que conquistarlo con nuestros brazos, con nuestro sudor y con nuestra inteligencia. Podemos llegar a hacer mucho y podemos llegar muy lejos, porque tenemos lo que no tienen otros: la cantidad de talento acumulado de nuestra sociedad, la cantidad de inteligencias desarrolladas. Con lo que tenemos podemos alcanzar lo que queramos».
En esas ideas se afirma y sostiene nuestra resistencia creativa, el arma que no conoce el enemigo.
Más adelante informaré sobre otras estrategias, medidas y decisiones que deben permitirnos remontar las mayores dificultades internas, siempre desde esa fuerza, ese poder, esas reservas de talento e inteligencia desarrolladas por la sociedad cubana como respuesta al cerco que pretende asfixiarnos.
Ahora permítanme volver sobre el contexto internacional, en particular todo lo relacionado con los cambios que están reconfigurando el mapa geopolítico mundial con impacto en todos los ámbitos.
Compañeras y compañeros:
Este año 2024 llega a sus días finales con un escenario internacional altamente preocupante.
La amenaza de una conflagración nuclear está más cerca que en cualquier otro momento desde hace más de medio siglo. La ambición expansionista del imperialismo, impulsada por Estados Unidos por vía de la OTAN, eleva el peligro del uso de armas nucleares en Europa a límites seriamente preocupantes.
El genocidio contra el pueblo palestino por parte de Israel, con el abierto apoyo de Estados Unidos y de otros aliados, es ya una de las atrocidades más despiadadas que haya conocido la humanidad. Y ocurre a la vista de todos, con la impotencia de las Naciones Unidas, la Corte Penal Internacional y la multiplicidad de organizaciones internacionales supuestamente concebidas para promover y proteger los derechos humanos.
La ostensible ambición israelí de rediseñar el mapa político del Medio Oriente por vía de la fuerza y con el apoyo de poderosos aliados es una vergüenza para la comunidad internacional. La agresión contra el Líbano es un crimen internacional. Los esfuerzos agresivos para destruir la integridad territorial y desmembrar a Siria son otro crimen de similar envergadura. En esa región del mundo existe el peligro de una conflagración de dimensiones globales cuyo control nadie puede asegurar.
Los antecedentes que se están registrando y la abierta impunidad de los agresores amenazan con dificultar en el futuro cualquier posibilidad de aunar la voluntad de la comunidad internacional para salvaguardar la paz. A la vez, las expresiones de racismo, la supremacía étnica y el desprecio a poblaciones y religiones ajenas están alcanzando extremos no vistos desde la derrota de los nazis en 1945.
Estamos conscientes de las posibles implicaciones asociadas a la llegada al poder en Estados Unidos de un nuevo gobierno en el que tendrán gran influencia políticos con intenciones muy agresivas contra Cuba. Como hemos dicho, era un escenario previsible y nos hemos ido preparando con tiempo.
También tenemos plena conciencia de lo que ha hecho en estos cuatro años el gobierno que termina en Estados Unidos, que es apostar al colapso de la Revolución por medio de la aplicación despiadada del sistema de medidas coercitivas que estableció su predecesor para reforzar el bloqueo económico.
No tuvo siquiera la decencia de aliviar su agresión económica en los más duros momentos de la COVID-19 o cuando hemos enfrentado desastres naturales o de otro tipo. Con cinismo increíble, llegó a identificar estos episodios como aliados, una conducta que será difícil de olvidar.
Se confirmó en esos actos la esencia criminal de la ambición imperialista con respecto a la nación cubana: un ataque despiadado y sin cuartel contra el nivel de vida, los medios de sustento y las perspectivas de desarrollo del pueblo de Cuba.
Conocemos algunas de las amenazas que difunden los sectores anticubanos más agresivos con la entrada del nuevo gobierno. Nos mantendremos en alerta, pero sin miedo.
Por supuesto, no nos van a desviar de las tareas y deberes inmediatos y cotidianos para resolver los problemas económicos, superar las dificultades que enfrentamos y encaminar el crecimiento y el desarrollo. Esa es nuestra prioridad.
Con Estados Unidos estamos dispuestos a dialogar y desarrollar relaciones de respeto, en pie de igualdad, que sean mutuamente beneficiosas como con el resto de los países. Pero enfrentaremos contundentemente cualquier intento de injerencia en los asuntos internos. Es una posición conocida y no debe sorprender a nadie.
Seguiremos abiertos a relacionarnos con el pueblo de los Estados Unidos, a compartir experiencias, a conocernos mejor, con la mayor transparencia y la mayor libertad, tratando de esquivar las duras prohibiciones que el Gobierno de ese país impone a su propio pueblo en función de impedir su natural vínculo con un vecino digno y amistoso, en el absurdo intento por evitar que conozca a la verdadera Cuba.
A pesar de los citados esfuerzos imperiales por aislarnos, nuestra pequeña nación fue admitida este año como miembro asociado de la agrupación BRICS, novedosa instancia de concertación y cooperación que reúne a un significativo potencial económico, productivo, tecnológico, poblacional, territorial y de gran riqueza natural.
Con todos los países miembros de esa agrupación desarrollamos muy buenas relaciones y compartimos propósitos afines. Es una instancia que nos abre nuevas oportunidades comerciales, de inversión y de cooperación, que debemos saber aprovechar.
Participamos en las celebraciones que tuvieron lugar en Moscú con motivo del aniversario 79 de la derrota del fascismo en Europa, contienda en la que tuvo un papel determinante el pueblo ruso, con cuyo Gobierno hemos seguido estrechando las relaciones bilaterales.
Hemos recibido apoyo y profundizado las fraternas relaciones con China, Vietnam y Laos. Definimos las potencialidades para incrementar la relación económico-comercial con la Unión Euroasiática. Logramos avances importantes en los vínculos con los países del Consejo de Cooperación del Golfo.
El rechazo casi unánime de la comunidad internacional al bloqueo económico de Estados Unidos se ratificó con contundencia en la Asamblea General de las Naciones Unidas, escenario en el que también se hizo evidente el reclamo de numerosos gobiernos para que Estados Unidos excluya a Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo.
En nuestra América seguimos apostando por la indispensable integración y comprometidos, en primer lugar, con la alianza bolivariana ALBA-TCP, fundada por nuestro Comandante en Jefe y el Comandante Chávez, y cuyo aniversario 20 celebramos hace unos días en la hermana Venezuela, fortaleciendo aún más las históricas relaciones de amistad, solidaridad y cooperación que nos unen en la lucha común contra la agresión del imperio.
Reiteramos desde aquí nuestro apoyo a Nicaragua.
Igualmente ratificamos la activa y natural pertenencia a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, cuyos miembros suscribieron aquí en La Habana la Proclama de la región como Zona de Paz.
Este año se preservó el apoyo de América Latina y el Caribe en rechazo al bloqueo económico de Estados Unidos, frente a algún intento de lesionar el consenso, que quedó absolutamente aislado.
Tuvimos la oportunidad de participar como invitados en la ceremonia de toma de posesión de la presidenta Claudia Sheinbaum, en México, país al que nos unen profundos lazos fraternales y con el cual ampliamos relaciones durante la presidencia del probado amigo de Cuba Andrés Manuel López Obrador, y que seguiremos expandiendo en lo adelante.
Mantuvimos el compromiso con la paz en Colombia, incluyendo nuestro papel como garantes en los procesos en los que estamos involucrados. A inicios de año tuvo lugar en La Habana una sesión de la mesa de diálogo entre el Gobierno colombiano y una delegación del ELN.
Con los países hermanos miembros de CARICOM continuamos trabajando sobre la base de intereses comunes y la larga relación de amistad, respeto y confianza que hemos construido a lo largo de los años.
También a inicios de año cesó la responsabilidad de Cuba como Presidente del Grupo de los 77 y China, después de un desempeño en 2023 que convocó el esfuerzo y el compromiso de representar con eficacia a los países en desarrollo en diversos escenarios internacionales. Participamos y contribuimos, además, al éxito de la Cumbre del Grupo y la del Movimiento de Países No Alineados, ambas celebradas en Uganda.
La política exterior cubana sigue descansando en posiciones de principios, en la lucha antimperialista, en la defensa de la paz, en la promoción de la solidaridad y el internacionalismo; en la búsqueda de relaciones de amistad y cooperación con todos los países, en la preservación y promoción del Derecho Internacional.
En el marco de las duras condiciones que ha enfrentado el país este año podemos decir que hemos recibido una amplia y profunda solidaridad internacional, que agradecemos, procedente de muchas naciones, tanto de parte de gobiernos como de organizaciones y personas individualmente, así como de organismos internacionales.
Ellos se muestran sensibilizados con la situación del país, y la gran mayoría tiene absoluta claridad sobre las extraordinarias condiciones de desventaja que el bloqueo económico recrudeciéndose impone. Comprenden que se trata de un obstáculo fundamental para el desarrollo, con independencia del esfuerzo que se haga, de las características del modelo económico y de los problemas que como cualquier otro país del mundo tenemos. También, hay que decirlo, tienen confianza en la capacidad de este pueblo para superar las dificultades actuales por grandes que sean.
Diputadas y diputados:
El año que termina deberá inscribirse como uno de los más difíciles para Cuba por las afectaciones acumuladas en el último lustro, debido al ya señalado recrudecimiento del bloqueo y la inaceptable, por falsa y malintencionada, inclusión del país en una lista de los que supuestamente apoyan al terrorismo.
Los últimos meses han sido particularmente complejos. En pocas semanas enfrentamos dos huracanes, dos sismos intensos y una emergencia energética, con todas sus consecuencias: daños a la infraestructura de sistemas de servicios indispensables para el pueblo, afectaciones a más de 50 000 viviendas y la dramática pérdida de bienes y posesiones familiares y personales de decenas de miles de personas en los territorios afectados.
Hoy podemos decir que se ha recuperado el 20 % de las viviendas afectadas. Los daños a la infraestructura eléctrica se resolvieron a los 15 días del paso del huracán Oscar, a los 28 días del Rafael; a las 48 horas del sismo en Granma y a las 12 horas en Santiago de Cuba.
Además, ya están listas 45 de las 50 máquinas de riego afectadas; actualizadas 11 991 de las más de 17 000 hectáreas de plantaciones dañadas; 154 de 190 naves porcinas y 79 de 134 naves avícolas, así como 33 de 60 casas de cultivo, y continuamos en recuperación.
En jornadas realmente dramáticas por la gravedad de los eventos, en zonas del país ya seriamente afectadas por la falta de recursos, hemos apreciado también la fuerza y persistencia de los valores humanos que forman parte de la naturaleza de los cubanos y que la Revolución ha reforzado con su obra innegable de justicia e igualdad social durante más de seis décadas.
No es la primera vez que se nos muestra en todo su valor el heroísmo del pueblo cubano. Como no es la primera vez que nos enfrentamos a los golpes combinados de la naturaleza y de un enemigo que no cesa en su afán de reconquistarnos.
Como dejó dicho Fidel: «Es amarga esta lucha en el terreno económico, tremendamente amarga, difícil, dura; esta lucha contra el bloqueo, esta lucha contra las escaseces, esta lucha contra la pobreza, esta lucha contra las necesidades materiales e inmediatas de tanta gente que todos los días necesitan esto o lo otro; esta lucha contra el que se desalienta, o el que se desmoraliza; esta lucha contra los que no tienen principios, contra los que traicionan los principios o violan las leyes y las normas en perjuicio de los intereses de los demás; ese trabajo arduo que nos imponen las circunstancias en que luchamos».
No es la primera ni será la última vez que en medio de situaciones difíciles, que alcanzan hasta la emergencia, arrecie y se sienta en toda su perversidad la esencia del bloqueo criminal y de la guerra económica que enfrentamos.
Reitero lo que afirmé en el Pleno del Partido: Sí hay bloqueo, sí se ha recrudecido, sí nos enfrentamos a una guerra económica, sí nos desprecian, sí nos intoxican vulgarmente, obscenamente y cargados de odio en las redes sociales (Aplausos).
Pero contamos también, y es lo más importante, con un pueblo heroico y digno (Aplausos). Y venceremos siempre mientras ese heroísmo que está en los genes de los cubanos crezca y se revele ante todos los adversarios con el componente esencial y sagrado de la unidad en torno a un mismo objetivo: preservar la independencia, la soberanía y la justicia social (Aplausos).
Compañeras y compañeros:
Como prioridad hemos atendido los problemas económicos, y constantemente seguimos y apoyamos la gestión del Gobierno en la implementación de la estrategia para erradicar distorsiones y reanimar la economía, con el propósito de cambiar, en el menor tiempo posible, la agobiante situación que vivimos.
Los insuficientes resultados alcanzados en esas tareas son la principal insatisfacción y la razón de la más profunda y severa autocrítica. Pero no es posible juzgar gestiones y resultados ignorando el contexto.
En el reciente Pleno del Comité Central puse un ejemplo que ilustra en qué condiciones se mueve la toma de decisiones bajo las actuales circunstancias. Si me lo permiten, retomo aquí la explicación:
«Prácticamente vivimos al día. Son muchas las quejas del pueblo, justas, por la demora o fragmentación de la canasta familiar normada, la distribución de la leche, el pan, el gas licuado y los medicamentos, productos básicos e imprescindibles para la vida cotidiana.
«Vivimos con mucha tensión en la gestión de cada uno de ellos, y esto es bueno explicarlo para que se entienda que eso no ocurre porque estemos cruzados de brazos.
«Primero, es preciso identificar los costos incrementados en comparación con años anteriores, a lo cual se suma que todo es mucho más caro para Cuba por los obstáculos a sortear como consecuencia del bloqueo.
«Luego, están los arduos ejercicios diarios para decidir dónde poner las limitadísimas divisas de las que disponemos en temas que constituyen prioridades.
«Comienza entonces la odisea para hacer efectivos los pagos, porque la inclusión de Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo dificulta y muchas veces atrasa durante días y semanas los pagos mediante los mecanismos financieros internacionales establecidos.
«Eso, por ejemplo, afectó la descarga del buque que traía el gas licuado, esencialmente para uso doméstico, que permaneció casi 15 días más de sobrestadía por las dificultades para concretar el pago». O lo que nos ha pasado esta semana con un barco de combustible.«Hablamos de una afectación directa al pueblo por una medida del Gobierno de los Estados Unidos, algo que ocurre día a día».
En las Proyecciones de Gobierno para reimpulsar la economía, en su concreción eficaz, hay una guía, un camino para lograr lo que el pueblo está esperando de nosotros.
Comienzan a verse señales positivas, y de eso se discutió aquí, aun cuando tengan un impacto limitado, y quiero detenerme en tres ejemplos concretos, que también expliqué en el IX Pleno del Comité Central.
«El primero: la producción de alimentos, esencialmente agrícola, y que es un tema de Seguridad Nacional. Aunque aún no alcanza los niveles deseados, incluso los niveles que hagan bajar sus precios, este año hemos observado un comportamiento más alentador en comparación con periodos precedentes.
«Los niveles de siembra de las campañas de primavera y frío de 2024 son los mayores de los últimos diez años, se sembraron en el año fiscal más de 985 000 hectáreas, lo que representa un crecimiento superior a 137 000 hectáreas con relación al año anterior. El 2024 cierra como el año con más existencia de cultivos del decenio. ¿Qué hemos hecho diferente? ¿Dispusimos de más fertilizantes? ¿Plaguicidas? ¿Máquinas de riego? ¿Combustibles? En absoluto».
La clave de este resultado estuvo en la movilización y en el empeño de los agricultores y los colectivos agrícolas. ¿Qué hicieron? Trabajar fuerte, aplicar técnicas agroecológicas, y no rendirse ante las dificultades.
Para el año 2025 se toman en cuenta en el Plan los balances municipales de la producción de alimentos, se implementarán esquemas de asignación de divisas para estimular y hacer sostenible la producción de granos, disminuyendo la importación de productos que podemos producir en el país; se desarrollan estrategias nacionales de producción de arroz por la vía empresarial, con participación de diferentes actores y con el programa de arroz popular, contando con la cooperación de empresas vietnamitas y asesoría china. Estas acciones permitirán orientar montos de divisas, que se dedican a la importación de alimentos, para comprar insumos que garanticen niveles productivos en el país.
El segundo ejemplo es el de la estrategia para levantar el sistema electroenergético nacional.
Aunque no estemos viendo los resultados en lo inmediato, lo que ya se hace resulta promisorio, sólido y, lo más importante, se realiza a partir de esfuerzos propios.
La inversión que se acomete para promover las energías renovables es posiblemente lo más importante y trascendente que estamos realizando. Ayudará a crear no solo capacidades de generación, sino también a un aprovechamiento más óptimo de los combustibles, que hoy se destinan para generar electricidad y que podrán dedicarse a la economía, directamente a la producción.
Se trata de una inversión que abarca a todo el país, con los emplazamientos de parques solares, por tanto, todos debemos sentirnos responsables, impulsarla en la medida de las responsabilidades que ocupamos y proteger los recursos que allí se están invirtiendo.
Se están ejecutando dos proyectos de 1 000 megawatts con 100 megawatts de acumulación en cada uno, con fuentes renovables de energía, para impulsar la transición energética, y se desarrollan acciones para recuperar potencia en la generación distribuida y en las termoeléctricas.
Se ha aprobado un esquema de financiamiento en divisas para el sostenimiento de la industria petrolera nacional con el fin de incrementar la producción de petróleo y gas.
En la medida en que se avance en la disminución paulatina del empleo de combustible fósil para la generación eléctrica, se va a reactivar la economía con más producción de bienes y más generación de servicios. Es un proceso de transformación energética, una transición hacia una economía con un mayor uso de las fuentes renovables, o sea, el uso de energía limpia, confiable y asequible.
El tercer ejemplo, que está en las Proyecciones de Gobierno, de alto impacto económico y social, está relacionado con el déficit fiscal.
Todos recordarán que este año iniciamos con un marcado déficit fiscal. Nos propusimos entonces contener su incremento y reducirlo, y lo logramos.
Ahí hay otro ejemplo de esa fuerza, de esa intransigencia ante lo que está mal, que vive entre nosotros. Se ha logrado incluso, con exigencia, control, sistematicidad, comenzar a poner orden en la política tributaria del país. No estamos satisfechos aún, pero se dan pasos que tienen resultados.
Se estima cerrar el año con una reducción del 46 % del déficit presupuestario aprobado en la Ley, lo que equivale a 57 000 millones de pesos, alcanzando el déficit un valor de 90 000 millones de pesos, muy inferior a los 147 000 millones planificados. Esto nos permite trabajar en el año 2025 con un déficit de 88 000 millones de pesos –que estoy seguro de que lo podemos reducir–, el cual es el 60 % del Plan previsto para 2024 y un 98 % del estimado con que vamos a cerrar este año.
Lo logrado es un discreto resultado en la ejecución del Presupuesto que se expresa en una reducción considerable del déficit presupuestario, un avance en uno de los aspectos que aborda el Programa de Estabilización Macroeconómica, frena la emisión de dinero, se ha estabilizado la tasa de cambio en el mercado ilegal de divisas, disminuye la tasa de inflación, se reduce la evasión fiscal, se ordenan las relaciones entre el sector estatal y el no estatal, se ordenan proyectos de desarrollo local que no aportaban a los presupuestos locales, se tiene mayor control de los gastos y se evita el pago exagerado, por determinados servicios, desde instituciones estatales hacia actores privados. El resultado de la cuenta corriente es el mejor de los últimos cinco años y su proyección para el año 2025 es la mejor del decenio.
Esto facilita trabajar el próximo año con un presupuesto con menor déficit, que entonces pueda orientar gastos de capital hacia inversiones que están en función de las prioridades: sistema electroenergético nacional, abasto de agua, producción de alimentos, ciencia e innovación, entre otras.
El resultado ha sido posible porque se pasó de la contemplación de los hechos económicos al accionar ante los altos niveles de evasión fiscal existentes, y otros asuntos que impactan negativamente en la dinámica económica del país.
No obstante, queda mucho trabajo por hacer todavía, pues aun así existen altos niveles de subdeclaración, de indisciplina en el pago de las multas y de los impuestos, entre otras problemáticas e ilegalidades.
Evidentemente, nuestras diputadas y diputados entienden y asumen con seriedad y profundidad esta responsabilidad. Lo hemos advertido en las intervenciones de estos días, intervenciones maduras, concretas, puntuales, que demuestran estudio de los documentos y una lectura crítica de cada dato importante contenido en los informes.
Las alertas y los señalamientos que aquí se han hecho, las propuestas de soluciones que es preciso generalizar o aplicar solo donde resulten efectivas, no pueden quedarse en la memoria de estas sesiones. Hay que tomarlas en cuenta si queremos avanzar en la corrección de las distorsiones para reimpulsar verdaderamente la economía.
Como dijo un diputado y comentaron varios ayer aquí, no podemos aceptar que existan formas de gestión económica que se mantengan sin operar una cuenta fiscal. Hasta el magnífico dato de la importante reducción del déficit fiscal del país pierde valor cuando se nos revelan «huecos negros» tan significativos en el control real del funcionamiento de la economía a nivel de los municipios.
Si queremos avanzar en esa corrección es preciso exigir el cumplimiento de la responsabilidad social de todos los actores económicos, hacer más efectiva la inspección fiscal integral, disminuir el endeudamiento, avanzar en la estabilización macroeconómica, propiciar que predomine el interés colectivo, tomar en cuenta la demanda interna como fuente del desarrollo, consolidar el proceso de bancarización de acuerdo con las condiciones de cada lugar, y el perfeccionamiento de los modelos de gestión del sector del comercio. Promover y aprovechar las potencialidades de la economía del conocimiento en la producción y en la exportación de bienes y servicios.
No creo que haya que esperar una nueva sesión de la Asamblea para responder a problemas como los que planteó en el debate la diputada del municipio San Luis sobre la ausencia de mercados estatales en localidades con situación social vulnerable.
Hemos centrado la atención en exigir unas adecuadas relaciones entre el sector estatal y las formas no estatales, para que estas últimas se inserten definitivamente en los planes y las estrategias de desarrollo territorial y local en un ambiente de legalidad y de aporte comprometido con el avance del país, respetando las políticas públicas, cumpliendo sus compromisos tributarios y participando coherentemente en los proyectos de desarrollo local.
Hemos impulsado a través del funcionamiento del Consejo Nacional de Innovación la aplicación de la ciencia a la solución de problemas económicos y sociales; mantenemos un diálogo sistemático con científicos y expertos, pero aún no se implementa en todos los municipios y entidades el Sistema de Gestión de Gobierno basado en Ciencia e Innovación.
Después de haber desarrollado las bases para acometer el proceso de transformación digital de la sociedad, en 2025 debemos concretar proyectos al respecto en entidades de gobierno, ministerios, en procesos y en empresas.
El Plan de la Economía aprobado en esta sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular es realista, pero tiene muchas reservas que lograremos aprovecharlas en la medida en que gestionemos proyectos, programas y acciones que pueden provocar impactos para ayudar a marcar un inicio de superación y salida a la actual crisis.
El crecimiento económico propuesto en el Plan 2025 tiene que impactar en la disminución de las desigualdades, apoyando a la ejecución con calidad de los programas sociales y favoreciendo el desarrollo del sistema de justicia social.
Continuaremos fomentando las casitas infantiles, la transformación social en barrios y comunidades, las estrategias para perfeccionar el sistema de cuidados al adulto mayor, el proceso de perfeccionamiento de la educación general, la elevación de la calidad en los servicios de salud pública.
El reconocimiento de la existencia de desviaciones y tendencias negativas en la sociedad cubana actual nos ha conducido a promover un enfrentamiento sistemático a las mismas. La coincidencia de estas problemáticas y su acumulación en el tiempo han facilitado la presencia de fenómenos y manifestaciones negativas en la sociedad cubana, incompatibles con los principios del socialismo. Será siempre tiempo de rectificar.
Del ideario y las acciones del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y del General de Ejército Raúl Castro Ruz aprendimos la importancia de la corrección oportuna ante cualquier situación que pudiese comprometer el futuro de la construcción socialista.
Para reforzar esta concepción se realizó con amplia participación popular el Ejercicio Nacional de Prevención y Enfrentamiento al delito, la corrupción, las ilegalidades y las indisciplinas sociales, sobre el cual se debatió intensamente en las sesiones de las comisiones. Se ha demostrado la necesidad de que esta sea una batalla permanente que enaltezca los valores morales del proyecto social, y evidenció la unidad que existe en el respeto a la legalidad socialista.
Estos procesos deben estar presididos siempre por la sensibilidad, la preocupación y la consideración al pueblo, con el interés de preservar a toda costa lo esencial, incluyendo la formación en valores y virtudes en la ciudadanía en tiempos difíciles y de crisis. Se trata de evitar un mayor deterioro en el tejido social y favorecer un clima de respeto, orden, disciplina, decoro, honestidad, generosidad y solidaridad en las relaciones comunitarias y sociales.
Seguiremos impulsando los programas para el adelanto de las mujeres, contra la discriminación y por la descolonización cultural, así como dando la mayor atención al Plan de acción de la Política de Atención Integral a la Niñez, Adolescencias y Juventudes.
El plan de acción es el paso preliminar para llegar al Código de la Niñez, Adolescencias y Juventudes, que deberá ser un texto emancipador y enaltecedor, que sea bien conocido, interpretado y asumido cuando se apruebe.
Hablamos en él del presente y del futuro del país, de un código destinado a proteger y preparar para la vida a los niños, adolescentes y jóvenes, de manera que puedan desarrollar todas sus capacidades en la Revolución.
El anteproyecto que se prepara va a profundizar en los valores, la ética y el comportamiento cívico, reconociendo que tenemos un arsenal extraordinario en la Pedagogía cubana, en el pensamiento y en el Derecho revolucionarios.
Se necesita una discusión del texto lo más amplia posible, por lo que proponemos una jornada de debate y de análisis profundos en el país, con los pedagogos y profesores, con niños, adolescentes y jóvenes. Que haya una amplia participación popular para enriquecer este Código.
Tengo confianza en que se elaborará un texto completo, como se hizo con el Código de las Familias. El reto después será cómo lo implementamos.
En tal sentido, reconozco que en el país tenemos una gran deficiencia controlando los procesos –tema ampliamente analizado en el IX Pleno del Comité Central del Partido–, por lo que, como mínimo, debemos tener un sistema de observatorios o una red de observatorios para esta norma.
En Cuba no puede existir una persona de estos grupos etarios que se sienta en desventaja o no se sepa seguro en su centro de estudios, porque esa no es la concepción de nuestro Sistema de Educación en Revolución. La implementación del Código tiene que ser tan creativa e innovadora como el propio texto.
Una vez más deseo llamar la atención sobre el ejercicio de la comunicación política, institucional y social, por la profunda insatisfacción que nos provocan los errores y vacíos constantes cada vez que se implementan normas y se aprueban decisiones que se presentan sin la debida información complementaria o las explicaciones imprescindibles, favoreciendo distorsiones y mentiras de los medios asociados a la contrarrevolución, lo que termina por contaminar con mensajes tóxicos en redes a la opinión pública nacional, donde aparecen lógicas incomprensiones que enrarecen el ambiente alrededor de cualquier medida de importancia.
Tener la verdad de nuestro lado no basta. Como servidores públicos tenemos el deber, la responsabilidad y el compromiso con el pueblo de explicar el origen, la motivación y los objetivos de cada decisión o norma. Cuando nos enfrentamos a los vacíos y tergiversaciones detrás de cada decisión o norma, es lícito preguntar ¿qué papel cumplen los grupos de comunicación de los organismos si se limitan a ser simples tramitadores de papeles, a veces intraducibles al lenguaje común? ¿Por qué nuestros medios se conforman con reproducir la letra de la ley sin explicar sus propósitos?
Saludo a los líderes de opinión que se han convertido en tales por el acceso privilegiado a las noticias que les garantizan sus medios y son veloces y efectivos al llevarlas a las redes; pero todavía son muy pocos los que emplean sus espacios para ampliar la información, o muy poco amplificados por los propios medios. Seguimos desaprobados en esa asignatura clave para nuestra época.
En los últimos años y como parte de la feroz campaña contra la Revolución, hoy no es posible navegar por las redes sin tropezar con una avalancha de obscenidades, insultos, ofensas y mentiras, concebidas para denigrar a todo el que asuma una responsabilidad dentro de la institucionalidad, incluso a todo el que decida vivir dentro del país sin denigrarlo. Da vergüenza ver a cubanas y cubanos, nacidos, crecidos y preparados profesionalmente aquí, cómo destilan odio, rabia y desprecio contra la nación que los formó, como si se sintieran parte del «Norte revuelto y brutal que nos desprecia».
En marzo de 1889, es decir, hace 135 años, un periódico de Filadelfia osó burlarse de los cubanos, cargándoles todo tipo de adjetivos denigrantes y catalogándolos como «deficientes en moral».
Desde Nueva York y robando tiempo a su febril actividad política, José Martí respondió las ofensas con su insuperableVindicación de Cuba. Nuestra Patria está necesitando en las redes sociales de hoy otra apasionada defensa del carácter, el valor y la moral de sus hijos, que limpie la costra tenaz del servil colonizado capaz de insultar a los suyos por garantizar cobija bajo el ala del águila que persigue y maltrata a sus compatriotas (Aplausos).
Hagamos todos diariamente, participando en las redes sociales, unaVindicación de Cuba, de la Cuba actual que resiste y crea bajo amenazas y tormentas (Aplausos).
Diputadas y diputados:
A partir de aportadores encuentros con juristas se ha fortalecido el proceso de creación normativa, y la elaboración de las propuestas de normas jurídicas es cada vez más participativa e intersectorial, con un amplio enfoque multidisciplinario y contando con diversos espacios para consulta popular.
Como es habitual en su última sesión del año, esta Asamblea valoró el cumplimiento del Cronograma Legislativo y aprobó su actualización para el período de esta Legislatura.
Este esfuerzo se concreta en el desarrollo del intenso Cronograma Legislativo que esta vez nos ha permitido aprobar dos importantes leyes: la del Notariado y la del Ejercicio de la Abogacía y la Organización Nacional de Bufetes Colectivos, disposiciones normativas que vienen a complementar las regulaciones orgánicas relativas a los principales operadores del Derecho en el país.
La Ley del Notariado conserva la función notarial como un servicio público, coadyuva a la necesaria seguridad jurídica y eleva la responsabilidad ética de quienes se desempeñan en este servicio.
El ejercicio de la abogacía en el país, en correspondencia con el pensamiento de Fidel, mantiene su función social, independencia de los órganos del Estado y de accesibilidad para el pueblo, en representación de los intereses de las personas, y contribuye de manera trascendente a los fines de la justicia.
Se reafirma el carácter de entidad autónoma, autofinanciada, de interés social y profesional de la Organización Nacional de Bufetes Colectivos, que ha de velar también por el desempeño ético y técnico de sus miembros.
Queridas diputadas, queridos diputados:
La detallada información del Primer Ministro, compañero Marrero, sobre el estado de cumplimiento del Plan de Gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía, hace innecesario que me extienda sobre lo que hoy constituye piedra angular del trabajo del Estado y del Gobierno y tema fundamental en cuanto a lo que corresponde corregir y resolver para responder a las más urgentes demandas del pueblo.
Ustedes complementaron muy bien esa información con claros ejemplos que confirman la necesidad de la corrección que llevan las medidas tomadas hace un año, pero desde la perspectiva de los territorios que representan, como prueba de su real inserción allí donde ejercen sus responsabilidades como legisladores, como confirmación de la autenticidad de nuestra Asamblea.
Quienes le piden democracia a Cuba, sin tener idea de lo que piden, vean a estas mujeres y hombres que viven y enfrentan las mismas dificultades que sus vecinos, jóvenes y menos jóvenes, blancos, negros, mulatos, mestizos todos; obreros, campesinos, maestros, médicos, economistas, artistas, intelectuales, deportistas, cuentapropistas, innovadores, científicos. No creo que exista otra Asamblea en el mundo cuyos miembros se parezcan más al pueblo que representan (Aplausos).
Viéndolos y escuchándolos en estos días, he visto y escuchado a las mismas personas que encuentro en los recorridos por provincias y municipios, las mismas que todos los días enfrentan la adversidad de los largos apagones, la escasez de medicinas, alimentos, combustible para cocinar y para transportarse, entre otras mil dificultades, y, sin embargo, nos sorprenden con inventivas y soluciones que parecían imposibles por la propia falta de recursos que nos cerca.
En la línea del tiempo, desde que el cubano tiene noción de sí, se han dado sucesos que provocan admiración y el más puro asombro, hasta convertirse en referentes de lo heroico. La lista de ejemplos sería muy larga, pero quizás baste un hecho: el insólito carácter de una contienda libertaria como la de 1868, que José Martí describiera en su texto tituladoEl 10 de abril, como lo «singular y sublime» de aquella guerra: «que los ricos, que en todas partes se le oponen, en Cuba la hicieron».
¿Acaso no es deslumbrante y heroico que haya llegado un genio del combate como el dominicano Máximo Gómez, y que esa llegada haya hecho posible que se aprendiera a pelear por la libertad con el filo de un machete? ¿Qué fueron nuestros mambises sino heroicos luchadores, con formas legendarias, que parecían implacables centauros en el campo de batalla? De ese fragor de leyenda venimos; y en esencia, si se habla de cómo somos ante lo adverso, nada ha cambiado (Aplausos).
En la Cuba de hoy, nadie necesita caminar muy lejos si quiere encontrar a las heroínas y a los héroes nuestros: ¡Son millones! Conforman el cuerpo y el alma de una Revolución que resiste y se rehace incesantemente. Son de todos los colores y de todas las edades. No piensan en medallas ni en homenajes, porque están empeñados en hacer la vida del día a día.
No piensan en perder sino en vencer (Aplausos); y si alguien les pregunta en qué andan, dirán que están «en la lucha», «en la pelea», «fajados», sin llorar, sin arrodillarse, porque a su país amado el imperio más poderoso de la historia le está negando, hace más de 60 años, a sangre fría y con total perversidad, su derecho al bienestar (Aplausos).
Están nuestros héroes y mártires, los que, como dijo José Martí, son sagrados porque sirvieron a la Patria. Y están también los de ahora mismo, los que aún no están en libro alguno: todos los que ponen sus manos e inteligencias en función de Cuba; los que saben que el trabajo es la fuente de todo beneficio; los que no reniegan amargados porque algo se ha hecho mal o faltó por hacer, pues se enfrascan en las soluciones; los que le ponen pecho y manos a la vida y van arrancando pedacitos a los problemas, así como se va arrancando la mala hierba del camino.
Esos protagonistas de lo heroico tienen nombres y apellidos: son nuestros niños, siempre alegres; son sus maestras y maestros, con la humildad como signo, y llenos de luces, muchos haciendo maravillas en asombrosos rincones de la geografía. Son nuestros obreros llenos de grasa, de tizne o de fango, pero llenos de coraje mientras limpian un pozo, o componen una caldera de termoeléctrica, o levantan una torre de alta tensión o un poste que ha sido derribado al suelo por un huracán (Aplausos).
Son nuestros médicos, enfermeras, científicos, artistas y creadores; son todas las emprendedoras y emprendedores que sueñan con el orden, con la limpieza y con que las cosas funcionen bien. Es la familia planchando la camisa escolar a como dé lugar, y a toda hora de pie frente a las cazuelas de la casa (Aplausos). Son nuestros jóvenes –esa fuerza sagrada del país– queriendo hacer algo útil. Son nuestros cuadros infatigables, esos que en el terreno deben tomar decisiones audaces y aunar voluntades. ¡Héroes son todos, absolutamente todos los que no creen en la derrota! ¡Son héroes invencibles! (Aplausos.)
Como si no fuera suficiente, como si no bastara con la guerra a muerte que nos hace el imperio moderno, la naturaleza se ha sumado a la lista de desafíos que tensan la vida cubana. Ante tamañas e inevitables adversidades, ante la realidad de un temblor de tierra que no puede preverse como un ciclón, lo único que hemos visto en el paso por cada zona afectada ha sido el valor del cubano para sobreponerse a la destrucción, y su impulso heroico por defender la vida.
La Revolución, que responde por cada uno de sus hijos, ha estado –a través de sus principales dirigentes– en cada lugar golpeado por la naturaleza. Y hay que hablar, a propósito de esos recorridos permanentes, del heroísmo de un municipio como San Antonio del Sur, en Guantánamo, donde las aguas barrieron con tanto, y del esfuerzo en otros municipios de esa provincia. Y hablar de la actitud de quienes en las provincias de occidente, que sufrieron el paso del huracán Rafael, tuvieron el coraje de reemprender la vida (Aplausos).
Sobre el municipio de Pilón, en la provincia de Granma, habrá que dejar testimonio para la historia, para nuestra historia, de la tenacidad y el optimismo frente a una actividad sísmica que agrietó paredes pero no la voluntad de mujeres y hombres cuyo paisaje natural, hermosísimo, guarda gran parte de las raíces de la Revolución.
Habrá que contar sobre cómo el Hospital General Comandante Félix Lugones Ramírez, donde el sismo dejó dañadas muchas de sus salas, no perdió la vitalidad en sus servicios, y cómo fue que allí se dieron las primeras atenciones a los lesionados. Y contar cómo, sin perder el aplomo, las autoridades buscaron dónde ubicar a los más de 500 estudiantes del centro seminternado Augusto César Sandino, severamente dañado por el temblor de tierra.
¿Quién podría ser el infeliz mensajero, quién se atrevería a hablar a esos valientes, que llevan en sí la resistencia en su estado más puro, de que la Revolución ha terminado? (Aplausos.)
Cuba está hecha de muchas y pequeñas patrias, y allí donde más difícil está siendo todo es donde más fuerte y admirable se ha expresado la fibra heroica del cubano (Aplausos).
¡Con ese heroísmo multiplicado marcharemos este viernes frente a la Embajada norteamericana en La Habana, con la fuerza de nuestra unidad, nuestra independencia y nuestro socialismo! (Aplausos.)
No marcharemos contra el pueblo de los Estados Unidos, que nos ha mostrado afecto y solidaridad más de una vez.
Marcharemos para exigir que cese el bloqueo y nos saquen de la lista espuria y absurda de países que supuestamente patrocinan el terrorismo.
¡Y marcharemos para celebrar, libres y soberanos, tan dignamente como ha sido desde 1959, el Aniversario 66 del triunfo de la Revolución Cubana! (Aplausos.)
Si atravesamos tantos vendavales bajo los tiros, sin rendirnos, es porque seguimos siendo mejores que nuestro enemigo. Y cuando digo enemigo no hablo solo del imperio que nos bloquea y persigue, hablo también de lo que puede frenarnos o paralizarnos por dentro.
¡Con la historia que nos precede y el pueblo que tenemos, la única alternativa es pelear Hasta la Victoria Siempre! (Aplausos.)
Felicitaciones a todo nuestro pueblo en vísperas de 2025.