Memoria de todas las épocas

El Museo de Artes Decorativas de Santa Clara abre al público, con una extensa colección de más de 5000 artículos de los últimos cuatro siglos, así como con peñas musicales y literarias para el disfrute de todos sus visitantes.

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Visitante aprecia pieza en el Museo de Artes Decorativas de Santa Clara.
Actualmente, el público más asiduo son los turistas que visitan la ciudad, aunque no faltan los estudiantes de las distintas enseñanzas, parejas y familias que asisten a la instalación, fundamentalmente, los fines de semana (Foto: Ramón Barreras Valdés)
Miguel Denis Duardo y Ramón Barreras Valdés
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22 Febrero 2024

En el corazón de Santa Clara existe un lugar que te sumerge en la historia de siglos. Hace 100 años fue vivienda y sitio de arrendamiento para una farmacia, una zapatería, una cafetería. Hace 200, el hogar del gobernador y regidor de menores don Sebastián Coll y Villa.

Aljibe del edificio del Museo de Artes Decorativas de Santa Clara.
La mansión en sus inicios tuvo influencia barroca y del arte modéjar, del que conserva su aljibe en el patio central, con un sistema de recolección de aguas pluviales aún en funcionamiento (Foto: Ramón Barreras Valdés)
Lateral interior del Museo de Artes Decorativas de Santa Clara.
En la década de 1930 la casa fue sometida a transformaciones eclécticas, pero cuando se tomó como museo, las restauraciones procuraron retomar el estilo colonial del inmueble (Foto: Ramón Barreras Valdés)

Desde el siglo xvii se erige como una gran mansión, y hoy permanece con sus puertas abiertas a todos los cubanos y visitantes como el Museo de Artes Decorativas de Santa Clara.

Una colección de más de 5000 piezas, entre pinturas, esculturas, tapices y muebles antiguos ambientan cada una de las diez salas, agrupadas de acuerdo con los periodos históricos y tendencias artísticas. El museo recrea la vida y el arte de los últimos cuatro siglos. 

Sala de arte español del Museo de Artes Decorativas de Santa Clara.
En la sala de arte español se exhiben 58 piezas de pintores de ese país ibérico, adquiridas por compra al matrimonio Salas-García, una de las más trascendentales colecciones privadas del centro de la Isla (Foto: Ramón Barreras Valdés)

Cada mes ponen una pieza en exposición y en cada trimestre se exhibe una colección diferente. Quienes por estos días visiten la casona podrán ver una muestra alegórica a José Martí, que cuenta, entre tantas piezas, con auténticos textiles de la boda de José Francisco Martí (el Ismaelillo) con María Teresa Vance.

Paños de bodas de José Francisco Martí, hijo de José Martí.
Los pañuelos, servilletas y abanicos de la boda de José Francisco Martí y María Teresa fueron bordados delicadamente con las iniciales de ambos esposos (Foto: Ramón Barreras Valdés)

El salón de protocolo luce la colección «Tesoro del pueblo», piezas que obsequiaron a Fidel desde cada rincón del mundo y que él, junto a Eusebio Leal, donaron al sistema de museos de Cuba. El libro de visitas de la sala atestigua la presencia de quienes por allí han pasado: desde grupos de pioneros, anapistas hasta los embajadores de España, Egipto, Etipoía y Emiratos Árabes Unidos. 

Parte de la colección «Tesoro del pueblo», del Museo de Artes Decorativas de Santa Clara.
La colección «Tesoro del pueblo» contiene obsequios realizados al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz provenientes de Guatemala, España, Rusia, Argentina y la antigua Checoslovaquia  (Foto: Ramón Barreras Valdés).
Pajaritos de cristal, pieza del Museo de Artes Decorativas de Santa Clara.
Este centro de mesa de vidrio forjado destaca como la pieza más popular del museo, de acuerdo a encuestas realizadas a los visitantes (Foto: Ramón Barreras Valdés)

Pero las paredes no se sostienen solas, detrás hay un equipo de museólogos que cuentan la historia y la leyenda de cada objeto. Ni en los tiempos más duros de la COVID-19 estos profesionales detuvieron su trabajo: mantuvieron exhibiciones online aun con esfuerzos propios, pues en la institución no cuentan con servicios de internet y apenas tienen una sola computadora para trabajar. 

«Necesitamos investigar, atraer públicos desde las redes. Quisiéramos tener un sitio web y en cada sala, un código QR, que lleve a los visitantes a obtener información de las piezas en distintos idiomas; pero para todo eso necesitamos mejores capacidades tecnológicas», reconoce la arquitecta Yiset Betancourt Casanova, museóloga que inició su labor desde los primeros meses de la pandemia.  

Espacio del siglo XVIII en el Museo de Artes Decorativas de Santa Clara.
La belleza y elegancia de los espacios del museo, lo hacen atractivos para quinceañeras y otras personas, a quienes la institución brinda servicios para que hagan sus fotos artísticas (Foto: Ramón Barreras Valdés)

Además, el museo no es solo sitio para antigüedades, sino también espacio para trovadores, literatos, músicos de la canción popular cubana, y todas las personas que recurren a ellos en busca de una dosis de arte. Con 11 peñas distribuidas en distintos horarios y días de la semana, el Museo de Artes Decorativas de Santa Clara permanece activo, con el sonido de guitarras y olor a libro abierto.

Bergueño que se exhibe en el Museo de Artes Decorativas de Santa Clara.
En la sala de los siglos xvi y xvii aparecen piezas como este bergueño, que fue utilizado para atesorar objetos y documentos preciados en sus compartimentos secretos; una pieza que también funcionó como baúl en una época marcada por los saqueos de la piratería y la movilidad de los asentamientos (Foto: Ramón Barreras Valdés)

Quienes entren por la puerta N.° 27 de la calle Parque encontrarán un refugio ante el bullicio citadino, el rincón de lo viejo que se mantiene sorprendentemente nuevo, una burbuja de lo bello, de la historia. La memoria viva de todas las épocas. 

Muebles de perilla en el Museo de Artes Decorativas en Santa Clara.
En la sala del siglo xviii se exhiben los afamados muebles cubanos de perilla, los preferidos por las familias acomodadas durante las últimas décadas del siglo (Foto: Ramón Barreras Valdés)
Matón de Manila en el Museo de Artes Decorativas de Santa Clara.
En la exposición actual dedicada a Martí, aparece este mantón de Manila, en alegoría a la famosa bailarina española del Apóstol (Foto: Ramón Barreras Valdés)
Cama exhibida en el Museo de Artes Decorativas de Santa Clara.
Cada sala del museo recrea además las distintas habitaciones de una vivienda de época, reflejando las costumbres de las familias de la ciudad (Foto: Ramón Barreras Valdés)

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